Texto del Libro – El diario de Santa Faustina

Oh, Oculto, con el cuerpo, el alma y la divinidad,
Bajo las tenues apariencias del pan,
Tú eres mi vida, de Ti las gracias brotan para mí en abundancia,
Tú eres para mí por encima de las delicias del cielo.

Reflexión: Comunión I

Oh, oculto con el cuerpo, el alma y la divinidad bajo las tenues apariencias del pan. Tú eres mi vida, de ti las gracias brotan para mí en abundancia. Tú eres para mí por encima de las delicias del cielo. La Sagrada Comunión es Jesús mismo recibido sustancialmente en nosotros, en nuestra alma y en nuestro cuerpo bajo la forma de alimento para transformarnos en sí, comunicándonos su santidad primero y después su felicidad y su gloria. Directorio para su preparación: la del cuerpo y la del alma. La del cuerpo requiere ayuno completo una hora antes, decencia exterior en el vestir y limpieza para la preparación del alma. Hace falta que la conciencia esté limpia de todo pecado mortal y en cuanto sea posible de todo pecado venial voluntario. Es necesaria devoción, recogimiento y fervor en la oración. Adorad con viva fe a Jesús presente en la Sagrada Hostia que vamos a recibir. Adorarle exteriormente con el más profundo respeto del cuerpo y de los sentidos. Adorarle interiormente con profunda humildad. Llegado el momento de comulgar, no nos ocupemos ya de nuestros pecados ni de oraciones vocales. Debemos ir con sosiego en paz, confiando en la bondad de Jesús que nos aguarda. Ir a la Sagrada Misa con las manos juntas, los ojos bajos, el ardor grave y modesto. Abrir modestamente la boca, sacar la lengua sobre el labio inferior para recibir a Jesús. Introducirle luego nuestro pecho y ponerla sobre el trono de nuestro corazón. Adorarle en silencio y comenzar la acción de gracias. La Eucaristía es el pan de vivos. Yo soy el pan vivo bajado del cielo. Quien me come vivirá para siempre. Vemos allí dos vidas, la vida divina de Jesús en el alma y la vida del alma en Jesús.

Desearte un lindo día. El Señor de la misericordia te conceda la comunión, a tí y tu familia.

Dios te bendiga y te proteja.

Santa Faustina, ruega por nosotros.

Amén.

Dr. Victor Arce