Texto del Libro – El diario de Santa Faustina

20 I [1938]. Nunca soy servil ante nadie. No soporto adulaciones y la humildad es solamente la verdad, en una verdadera humildad no hay servilismo; aunque me considero la más pequeña de todo el convento, por otra parte estoy contenta con la dignidad de ser esposa de Jesús…. No importa que a veces oiga decir que soy soberbia, ya que sé bien que el juicio humano no logra descubrir los motivos de las acciones.

Reflexión: ¿Cómo me haré humilde?

20-1-1938. Nunca soy servil ante nadie. No soporto adulaciones y la humildad es solamente la verdad, en una verdadera humildad no hay servilismo, aunque me considero la más pequeña de todo el convento.

La humildad consiste en reconocer que nada somos sin Dios y en atribuirle a Él todo lo que somos y en cuanto más perfecto es el hombre tanto más grande debe ser su humildad porque tiene más que dar a Dios. La humildad es la medida de las gracias de Dios, la regla de la virtud y el fundamento del edificio espiritual de la perfección.

¿Cómo me haré humilde? Imitando a Jesús y a María. 1. Debo tener bajos sentimientos de mí misma, de mi nada. Todo lo bueno que tengo, así en el orden natural como en el sobrenatural, de Dios procede. Y lo propio de la nada, es no ser nada, no poder nada. 2. La verdadera humildad transfiere a Dios toda la gloria de las buenas obras sin guardarse para sí otra cosa que las humillaciones de las imperfecciones. No se vanagloria por los felices resultados. 3. La humildad perfecta corre tras las humillaciones y menosprecios, lo cual, para un alma humilde es un tesoro. Basta un acto de humildad hecho por amor a Dios para elevar el alma hasta Jesús. 4. La humildad es el mayor triunfo del alma contra el demonio. El demonio no tiene fuerza alguna contra nosotros como no sea por nuestro orgullo. 5. La humildad triunfa sobre el mismo Dios, quien no puede resistir a un alma que se humilla a sus pies porque la humildad le desarma y arrebata sus gracias. Humíllate que la humildad es la mejor de las oraciones.

Desearte un lindo día. El Señor de la misericordia te conceda la humildad, a ti y a tu familia.

Dios te bendiga y te proteja.
Santa Faustina, ruega por nosotros.

Amén.

Dr. Victor Arce