Texto del Libro – El diario de Santa Faustina:

A pesar del silencio del alma estoy llevando a cabo una lucha continua con el enemigo del alma.  Cada vez descubro sus nuevas asechanzas y la batalla arde de nuevo. Me ejercito en tiempo de paz y vigilo que el enemigo no me sorprenda sin estar yo preparada; y cuando veo su gran furia entonces me quedo en la fortaleza, es decir en el santísimo Corazón de Jesús.

Reflexión: Combate espiritual

A pesar del silencio del alma estoy llevando a cabo una lucha continua con el enemigo del alma. Cada vez descubro sus nuevas asechanzas y la batalla arde de nuevo.

El Reino de los Cielos, padece violencia y quienes se esfuerzan lo conquistan. Padece violencia el alma de cada hombre inclinada al mal como consecuencia del pecado original, será necesario luchar hasta el final de nuestros días, para seguir al Señor. El amor es el principio del combate espiritual, combatir por amor al Señor, es necesaria esta lucha continua.

El primer combate ha de ser en el espíritu. Dios pide la sumisión del alma a su ley. El demonio ataca a la voluntad interior tratando de debilitarla y cegarla. El orgullo y los siete pecados capitales son espirituales. La vida está dirigida por el espíritu, si no rechazamos estos pecados estamos perdidos. Vigilar nuestros pensamientos y la imaginación, tener presente que estos son los más frecuentes, los pecados de orgullo, vanidad, impaciencia, sensualidad.

El segundo combate se libera en el corazón, es  peligroso conversar con ángeles humanos porque engendra simpatía, de esto se sirve el demonio para conducirnos del alma a los sentidos y de las cosas divinas a las humanas.

Dios quiere todo nuestro corazón y no consiente que lo dividamos con nadie, al prójimo se le ama con los actos de caridad. Tercero, el combate de la voluntad, hay que mortificar esa voluntad del hombre viejo, para eso es necesaria la voluntad sobrenatural, llena de fortaleza de la gracia y abrazada en amor de Ntro. Señor. Este triple combate espiritual es muy necesario porque el diablo no duerme. El Señor está a nuestro lado, tenemos un ángel custodio que nos ayuda, si acudimos a él.

Desearte un lindo día. El Señor de la Misericordia te proteja en el combate espiritual a ti y a tu familia.

Dios te bendiga y proteja.

Sta. Faustina. Ruega por nosotros.

Amén.

Dr. Víctor Arce.