Texto del Libro – El diario de Santa Faustina

En Tu insondable misericordia has creado los espíritus angélicos y los has admitido a Tu amor, a Tu familiaridad divina.  Los has hecho capaces de amar eternamente; aunque los has colmado, oh Señor, tan generosamente del resplandor de belleza y de amor, no obstante no ha disminuido nada Tu plenitud, oh Dios, ni tampoco su belleza y amor Te han completado a Ti, porque Tu en Ti Mismo eres todo. 

Reflexión: Ángel custodio II

La infinita bondad de Dios en la creación de los ángeles. En tu insondable misericordia has creado los espíritus angélicos y los has admitido a tu amor, a tu familiaridad divina. Los has hecho capaces de amar eternamente, aunque los has colmado Oh señor tan generosamente de resplandor, de belleza y de amor, te han completado a ti, porque tú en ti mismo eres todo.

“Delante de los ángeles tómame para ti, Dios mío”. Los ángeles son las criaturas más perfectas de la creación, son espíritus puros invisibles creados por Dios, son seres inmortales dotados de inteligencia y voluntad por su naturaleza espiritual. Los ángeles no pueden ser vistos ni captados por los sentidos, los ángeles son servidores de Dios y amigos de los hombres. Con la ayuda de ellos podemos descubrir el amor de Dios y recibir una fuerza concreta y oportuna en tantas pruebas de la vida.

Los vemos constantemente actuar como mensajeros del Altísimo, iluminando, exhortando, intercediendo, preservando del peligro. El mismo significado de la palabra ángel enviado, expresa su función de mensajero de Dios ante los hombres, siempre recibieron veneración y respeto en el pueblo elegido. Acaso no son todos ellos espíritus destinados al servicio enviados para asistir a los que han de heredar la salvación, la fe en esta misión protectora de los ángeles es lo que hizo exclamar Israel en el momento de bendecir a sus nietos los hijos de José. “Que el ángel que me ha librado de todo mal bendiga a estos niños”, el profeta Eliseo dirá a su sirviente asustado al ver a los enemigos que les rodeaban por todas partes: nada temas que los que están con nosotros, son más que los que están con ellos. Eliseo oró y dijo: ¡Oh, Yahve, ábrele los ojos para que vea y vio la montaña llena de caballos y carros de fuego que rodeaban a Eliseo! ¡Que seguridad nos tiene que dar la presencia en nuestra vida de los ángeles custodios!

Desearte un lindo día. El Señor de la misericordia te conceda un ángel custodio, a ti y tu familia.

Dios te bendiga y te proteja.

Santa Faustina, ruega por nosotros.

Amén.

Dr. Victor Arce