Texto del Libro – El diario de Santa Faustina

Y, de repente, la mirada de mi alma se ha detenido en Ti,
Oh Señor Jesucristo tendido en la cruz,
He aquí mi amor con el que descansaré en la tumba,
He aquí mi Esposo, mi Señor y mi Dios inconcebible.

Reflexión: Amor II

El amor me ha hecho fuerte y valiente. No tengo miedo ni de los serafines ni del querubín que vigila con la espada. Y paso libremente allí donde los demás tiemblan, porque no hay de qué temer cuando el amor es el guía. Y de repente la mirada de mi alma se ha detenido en ti, Oh señor Jesucristo tendido en la cruz, he aquí mi amor con el que descansaré en la tumba. He aquí mi esposo, mi señor y mi Dios inconcebible. “El que me ama será amado de mi padre y yo le amaré, y yo mismo me manifestaré a él”. 1. El amor, punto de partida de la verdadera conversión, porque la conversión causada por el amor es generosa y constante, porque el amor es como el fuego. En un instante, purifica al alma de sus manchas y devuelve a la virtud su primer vigor, como María Magdalena, que seguía al Maestro hasta el Calvario. El amor, punto de partida en el servicio de Jesucristo para servir al Jesús el Rey de Reyes hace falta un amor regio, servir al Señor por Él mismo por su gloria por agradarle, tenemos como ejemplo a San Pablo que por sí solo trabajó y sufrió más y conquistó más pueblos a Jesucristo que todos los apóstoles juntos, todo lo hizo por amor, todo lo soportó por el amor de quien tanto me amó. El amor punto de partida del apostolado y esto por la gloria de Dios. Tenemos como ejemplo a Pedro, tres actos de amor bastaron a Pedro para ser digno de su Maestro. Simón, hijo de Juan, me amó más que estos por tres veces. Pero tiene todas las cualidades humildad, penitencia, pureza y generosidad, le confiere la plenitud de la misión apostólica.

Desearte un lindo día. El Señor de la misericordia te conceda su amor, a tí y tu familia.

Dios te bendiga y te proteja.

Santa Faustina, ruega por nosotros.

Amén.

Dr. Victor Arce