Texto del Libro – El diario de Santa Faustina
La infinita bondad de Dios en la redención del hombre.
Oh Dios que con una sola palabra habrías podido salvar miles de mundos, un suspiro de Jesús habría satisfecho tu justicia, pero tú, oh Jesús te entregaste por nosotros a tan asombrosa pasión, únicamente por amor.
La justicia de tu Padre habría sido expiada con un solo suspiro tuyo, y todos tus anonadamientos son exclusivamente actos de tu misericordia y tu amor inconcebible.
Reflexión: Amor a la Redención I
Hermanos, nos ha trasladado Dios, al reino de su hijo querido por cuya sangre hemos recibido la redención, el perdón de los pecados, entonces redimir significa liberar por medio de un rescate quien comete pecado, es esclavo del pecado, y nosotros después del pecado original estábamos como en una cárcel, éramos esclavos del pecado y del demonio, no podíamos alcanzar el cielo.
Jesucristo, perfecto Dios y perfecto hombre, pago el rescate con su sangre derramada en la cruz, por eso hermanos, es tan grande el amor de Dios Padre, para conmigo y para con nosotros, que me ha dado el unigénito para rescatarme y rescatarnos.
Recordemos, Adán Padre mío y nuestro según la carne, me ha legado el pecado, y es causa que haya nacido como hijo de ira, esclavo del demonio y condenado a una muerte eterna.
Nunca hubiera podido, sin Jesucristo, entrar en el reino y llegar a ser hijos de Dios.
La pregunta ¿sería la vida para mí, un bien, sin la gracia de la redención?
Recordemos que Jesucristo es nuestro redentor, y su obra se llama redención y liberación, pues verdaderamente, él nos ha ganado la libertad de hijos de Dios, Jesucristo nos libró del pecado y así sanó la raíz de todos los males, de esta forma se hizo posible la liberación integral del hombre, de esta manera existe esa filiación divina, de ser hijos de Dios hechos a su imagen y semejanza, ese es el precio de la redención hermanos, Padre eterno yo te ofrezco el cuerpo, la sangre, el alma y la divinidad, de tu amado hijo nuestro señor Jesucristo como propiciación de nuestros pecados y del mundo entero, y por su dolorosa pasión ten misericordia de nosotros y del mundo entero.
Oh sangre y agua que brotaste del corazón de Jesús como fuente de misericordia para nosotros, en ti confío.
Desearte un lindo día, que el Señor de la misericordia te conceda la gracia de su amor de su redención a ti y a tu familia.
Dios te bendiga y te proteja.
Santa Faustina, ruega por nosotros.
Amén.
Dr. Victor Arce