Texto del Libro – El diario de Santa Faustina
Y decir a Dios: Te daré mi corazón, Señor, Te lo daré,
Y Tu, grande e infinito, lo aceptas amablemente.
El amor y la dulzura, he aquí la vida de mi alma
Con Tu continua presencia en ella.
Vivo en la tierra en un éxtasis perenne
Y como un Serafín repito Hosanna.
Reflexión: Adoración II
Y decir a Dios: Te daré mi corazón, Señor te lo daré. Y tú grande e infinito lo aceptas amablemente. El amor y la dulzura he aquí la vida de mi alma con tu continua presencia en ella. Vivo en la tierra en un éxtasis perenne y como un serafín repito Hossana. El secreto de la adoración está en olvidarse de sí mismo para ensalzar y alabar a Jesucristo. El verdadero amor no atiende a lo que dice sino a lo que merece el amado. Amado Jesús mío cuanta es mi felicidad y que alegría experimento al tener la dicha de venir a verte y de venir a pasar en tu compañía esta hora y poderte expresar mi amor. Debemos recordar el directorio práctico para la adoración. 1. La adoración: Adorad a Jesús mediante Jesús mismo. Esta es la es la más perfecta adoración. Él es a la vez, Dios y hombre. Debemos unirnos con todos los adoradores de la tierra con nuestro ángel de la guardia, la Virgen María y San José. 2. La acción de gracias: La gratitud es el acto de amor más dulce al corazón y agradable a Dios. 3. La propiciación, es decir, la reparación, el desagravio por los insultos, le blasfeman, debemos llorar y llorar a los pies de Jesús, menospreciado de los suyos, olvidado por muchos. 4. La súplica: Debemos orar para que la luz de la verdad de Jesucristo alumbre a todos los hombres. Orar por el santo padre, por nuestros sacerdotes. Pedir por nuestras necesidades. Terminada nuestra adoración siempre debemos agradecer la audiencia de amor poseido debemos pedir por nuestro postor a fin de que Dios le conceda con abundancia las gracias necesarias para que pueda santificar las almas que han sido confiadas todas las gracias y dones recibidos, ofrecerlos a Jesús y suplicarle humildemente que nos dé su bendición.
Desearte un lindo día. El Señor de la misericordia te conceda la adoración, a tí y tu familia.
Dios te bendiga y te proteja.
Santa Faustina, ruega por nosotros.
Amén.
Dr. Victor Arce