Texto del Libro – El diario de Santa Faustina:
Con cuánta alegría regresaba yo al convento y al día siguiente he comenzado este gran agradecimiento con el acto de la renovación de los votos. Toda mi alma se ha sumergido en Dios y de todo mi ser salía hacia Dios una sola llama, la de reconocimiento y de agradecimiento. Las palabras no han sido muchas, porque los beneficios de Dios como fuego ardiente inflamaban mi alma y todos los sufrimientos y los disgustos eran como leña tirada al fuego sin la cual el fuego se habría apagado. Invoqué a todo el cielo y a la tierra a unirse a mi agradecimiento.
Reflexión: Acción de gracias I
Octavo día, Oh Señor mío, meditando todos los beneficios al lado de tu Santísimo Corazón, he sentido la necesidad de una gratitud particular por tantas gracias y beneficios diarios.
Te daré gracias entre las naciones Señor, cantaré tu fama a mis hermanos. Constantemente nos invita la Sagrada Escritura, a dar gracias a Dios. ¡Bendice alma mía a Yahvé y no olvides ninguno de sus favores! El agradecimiento es una forma bella de relacionarnos con Dios y con los hombres. Llamamos acción de gracias al sacramento de la Sagrada Eucaristía. Agradecer es una forma de expresar la fe, pues reconocemos a Dios como fuente de todos los bienes. Dad gracias a Dios porque esto es lo que quiere Dios que hagáis en Jesucristo. Acostúmbrate a elevar tu corazón a Dios, en acción de gracias, muchas veces al día. El Señor espera de nosotros los cristianos, que cada día nos acerquemos a Él para decirle muchas veces: “¡Gracias Señor!” La persona agradecida con Dios, lo es también con quienes lo rodean.
Demos gracias al Señor en todo tiempo y lugar, en cualquier circunstancia, pero de modo muy particular en la Santa Misa, la Acción de Gracias por excelencia. Te ofrecemos Señor, este sacrificio de alabanza en acción de gracias por los dones que nos has concedido, ayúdanos a reconocer esta dádiva tuya, lo que hemos recibido, sin merecerlo.
La acción de gracias descansa en la bondad, en el amor a Jesucristo: no ve más que los dones y los beneficios; se humilla para exaltar al Señor, se alegra por las gracias y beneficios concedidos a él mismo y a los demás y a la Iglesia entera. El mejor modelo de acción de gracias lo encontraremos en María, recibiendo al verbo en su seno.
Desearte un lindo día. El Señor de la Misericordia te conceda la acción de gracias a ti y a tu familia.
Dios te bendiga y te proteja.
Sta. Faustina. Ruega por nosotros.
Amén.
Dr. Víctor Arce.