Texto del Libro – El diario de Santa Faustina
Sábado Santo. Durante la adoración el Señor me dijo: Quédate tranquila, hija Mía, esta obra de la misericordia es Mía, no hay nada tuyo en ella. Me agrada que estés cumpliendo fielmente lo que te he recomendado, no has agregado ni has quitado una sola palabra.
Reflexión: Acción
Sábado Santo, el Señor me dijo: Quédate tranquila, hija mía, esta obra de la misericordia es mía y no hay nada tuyo en ella. Me agrada que estés cumpliendo fielmente lo que te he encomendado, no has agregado ni has quitado una sola palabra. Es necesario que Dios pueda decir de nosotros lo que se decía de nuestro Señor: Ha hecho bien todas las cosas, todos los actos tienen derecho a ser bien hechos. Para que se haga bien una cosa se requiere ciertas condiciones, es necesario en primer lugar que Dios la quiera, es importante la obediencia. Yo me atengo a lo maravilloso y sobrenatural; Dios mismo me ordena que obre así, escucharle con paciencia y sin réplica.
Para juzgar el grado de bondad de nuestras acciones fijémonos en lo siguiente: para que un acto sea bueno debe serlo en todos los conceptos, por eso cada cosa debe hacerse según su naturaleza y cada cosa en su tiempo. Hay que hacer las cosas en su lugar. También con los lugares guarda relación la gracia, hay que hacer las cosas según sus circunstancias. Según lo exija su peculiar manera de ser. No hagamos magníficamente una cosa que deba hacerse sencillamente, hay que poner en nuestros actos un alma, esto es la pureza de intención. No hagamos nada ni por orgullo, si alcanzamos feliz éxito, ni por despecho. Si no acatamos, pues, ambos sentimientos destruyen el acto por dentro, debemos tener siempre intención sobrenatural, hacerlo todo por amor a nuestro Señor. ¡Pero cuanto más preciosa y aceptable a los ojos de Dios, no es una cosa cuando la hacemos por amor! Debemos ser fieles en hacer bien las cosas, debemos informar en nuestros actos la humildad. Dice San Bernardo, que Dios no mira al feliz resultado sino al cuidado que se ha puesto en cumplir su voluntad.
Desearte un lindo día. El Señor de la misericordia te conceda la acción, a tí y tu familia.
Dios te bendiga y te proteja.
Santa Faustina, ruega por nosotros.
Amén.
Dr. Victor Arce