Texto del Libro – El diario de Santa Faustina
Hay momentos en que Jesús me da un entendimiento interior, y entonces todo lo que existe en la tierra está a mi servicio: los amigos y los enemigos, el éxito y las adversidades; todo, quiera o no quiera, tiene que servirme. No pienso nada en esto, trato de ser fiel a Dios y amarlo hasta olvidarme completamente de mi misma. Él Mismo me cuida y lucha contra mis enemigos.
Reflexión: Abandono en Dios
Hay momentos en que Jesús me da un entendimiento interior y entonces todo lo que existe en la tierra está a mi servicio. Los amigos y los enemigos, el éxito y las adversidades, todo quiera o no quiera tiene que servirme. No pienso nada en esto, trato de ser fiel a Dios y amarlo hasta olvidarme completamente de mí misma. Él mismo me cuida y lucha contra mis enemigos. No os agobiéis por el mañana porque el mañana traerá su propio agobio. A cada uno le bastará su afán. Esta sabiduría es propia de los hijos de Dios que se saben en sus manos. Lo importante es vivir con fe en el momento presente, ahora sin acordarte de ayer que ya pasó y sin preocuparte de mañana que no sabes si llegará para ti. Debemos recordar que esta tarea del momento presente es la que nos lleva al cielo. El santo abandono es aquel estado en el que el alma amante se entrega sin condiciones ni reservas a la voluntad de Dios y ello en el orden de la naturaleza como en el de la gracia. En el santo abandono el alma quiere todo lo que Dios quiere porque lo quiere y de la manera que él lo quiere. El amor no quiere más que una cosa, complacer a Jesús. En el abandono y la aceptación alegre de la voluntad divina nos dará siempre paz en el alma y en lo humano evitará desgastes inútiles. Señor, tú sabes más, en ti me abandono. Ya entenderé más tarde. El abandono y la confianza en Dios no nos lleva de ninguna manera a la pasividad que en muchas cosas será negligencia, pereza o complicidad. La alegría procede de abandonar todo o abandonarse en los brazos amorosos de nuestro Padre Dios.
Desearte un lindo día. El Señor de la misericordia te conceda el abandono en Dios, a tí y tu familia.
Dios te bendiga y te proteja.
Santa Faustina, ruega por nosotros.
Amén.
Dr. Victor Arce