Texto del Libro – El diario de Santa Faustina

Hacia la luz excelsa, donde reina mi Dios,
Se lanza mi alma,
Aspira mi corazón
Y todo mi ser se eleva hacia Ti.

Aspiro al más allá, a Dios Mismo,
A la luz inconcebible, el ardor mismo del amor,
Porque mi alma y mi corazón han sido creados para Él
Y mi corazón lo ha amado desde la primera juventud.

Allá, en los destellos de la luz de Tu rostro
Descansará mi amor lleno de añoranza,
Realmente, una virgen en destierro agoniza por Ti,
Porque ella vive cuando está unida a ti.

Reflexión: Abandono en Dios

J.M.J Hacia la luz excelsa, donde reina mi Dios, se lanza mi alma, aspira mi corazón y todo mi ser se eleva hacia ti.

Aspiro al más allá a Dios mismo, a la luz inconcebible, al ardor mismo de amor. Porque mi alma y mi corazón han sido creados para él. Y mi corazón lo ha amado desde la primera juventud. Allá en los destellos de la luz de tu rostro descansará mi amor lleno de añoranza. Realmente una virgen en destierro agoniza por tí porque ella vive cuando está unida a ti. Es el santo abandono aquel estado en el que el alma amante se entrega sin condiciones ni reservas. Al beneplácito de Dios, y ello así en el orden de la naturaleza, como en el de la gracia. El alma que santamente abandona a Dios duerme con sosiego en el seno maternal de la divina providencia. El alma que se da al santo abandono, en todo lo que Dios quiere porque él lo quiere y de la manera que lo quiere. En orden a su cuerpo mismo si le da salud como enfermedad, todo le es igual, todo le resulta amable, con estas solas palabras, así lo quiere Dios, tal es su beneplácito.

En nuestra oración de hoy le decimos al Señor que queremos abandonarnos en sus manos: “No desees nada para ti ni bueno ni malo: quieres solamente para ti lo que Dios quiera”. Junto al señor se vuelve dulce lo amargo y suave lo áspero. Jesús en tus brazos confiadamente me pongo, escondida mi cabeza en tu pecho amoroso, pegado mi corazón a tu corazón, ¡Solo lo que tú quieras, Señor! ¡No deseo más!

Desearte un lindo día. El Señor de la misericordia te conceda el Abandono en Dios, a tí y tu familia.

Dios te bendiga y te proteja.

Santa Faustina, ruega por nosotros.

Amén.

Dr. Victor Arce