Cuando observamos los últimos acontecimientos nos queda claro que hoy nuestra sociedad carece de un auténtico sentido de la autoridad y por otro lado comprobamos con gran desazón que los llamados a detentar esta autoridad tan reclamada adolecen de un verdadero y desinteresado espíritu de servicio. A demás de debatirnos diariamente entre la vida y la muerte se ha sumado la necesidad de una luz de verdad que brille y proyecte esperanza en un presente y futuro mejores.
La lectura del evangelio de ayer domingo y que se irá replicando a lo largo de la semana, nos habla del Buen Pastor al que contrapone con el mero asalariado. Contrapone sus actitudes, intenciones y decisiones. Ante todo, una gran diferencia, el Buen Pastor es dueño de las ovejas, le pertenecemos, por tanto, da la vida por ellas, da la vida por nosotros. Estamos seguros que no huirá ante la crisis, cosa que el asalariado no dudará en hacer pues su única pertenencia es su sueldo. El Buen Pastor no permitirá que nos dispersemos, nos mantendrá en la unidad. Es un pastor que dará la vida por sus ovejas pues las conoce a cada una de ellas incluso a aquellas que no son originalmente de su redil.
Alguna vez en la vida nos tocará la responsabilidad de guiar a alguien o a un grupo ya sea en la vida profesional o familiar o cualquier situación en la que debamos asumir una determinada autoridad, tomar la palabra para conducir o ser el elegido para decidir.
Para el cristiano todo lo que se le demande hacer, deberá ser siempre a la luz de su fe. Por ello, mirándonos siempre en Cristo, que es el Buen Pastor, hemos de imitar su voz, sus actitudes y sus decisiones, pues todas ellas, y esto es lo más importante, las hace desde su infinito amor.
También pasará por nuestra responsabilidad saber elegir y saber discernir cuando tengamos que reconocer al verdadero pastor, al que sabemos no nos abandonará cuando lleguen las dificultades y las pruebas, saber distinguir una voz prepotente de otra apacible y que nos regala la paz.
Invoquemos la presencia del Espíritu Santo para que ilumine a su pueblo y le abra el oído a la voz del verdadero pastor, para que aquellos que lideren o guíen sean reflejo auténtico del buen Pastor.
Desde Pax tv un humilde homenaje a nuestro querido padre Roberto, guía y fundador de la obra. Hombre de Dios que se dejó modelar por el Buen Pastor.
Por Mario Aquino Colmenares