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Referencias Bíblicas
• John 14:7-14
• Obispo Robert Barron

Amigos en el Evangelio de hoy Jesús nos dice, “Yo haré todo lo que ustedes pidan en mi nombre, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si ustedes me piden algo en mi nombre, yo lo haré”.



Cuando oramos en el nombre de Jesús, confiamos en su intimidad con el Padre, confiamos que el Padre escuchará a su Hijo que suplica en nuestro nombre. En la carta a los hebreos, leemos que Jesús, igual a nosotros en todas las cosas menos en el pecado, es un compañero que sufre con nosotros y ha entrado como abogado nuestro en la corte celestial. Arriesgando una comparación cruda, es como si Jesús fuera nuestro hombre en el gobierno, un representante nuestro en un lugar de poder.



Eso sí, esta analogía se rompe en la medida en que el Padre no debe ser interpretado como un ejecutivo renuente y distraído, molesto por las pequeñas apelaciones de sus electores, que son intervenidas por un persistente lobbista. Para el autor de la carta a los hebreos, Jesús se ha convertido en nuestro abogado, precisamente porque el Padre quiso que él asumiera ese rol por nosotros; por lo tanto el Padre se deleita al escuchar nuestro llamado a través de su Hijo.

 

 

Pascual Bailón, Santo

Memoria Litúrgica, 17 de mayo

Por: n/a | Fuente: Corazones.org
Religioso Franciscano

 

Martirologio Romano: En Villarreal, de la región de Valencia, en España, san Pascual Bailón, religioso de la Orden de los Hermanos Menores, quien, mostrándose siempre diligente y benévolo hacia todos, honró constantemente con ardiente amor el misterio de la Santísima Eucaristía († 1592).

Fecha de beatificación: 29 de Octubre de 1618 por el Papa Pablo V


Fecha de canonización: 16 de Octubre de 1690 por el Papa Alejandro VIII

Breve Biografía


Hijo de humildes campesinos, Martin Bailón e Isabel Yubero, Pascual nació el 16 de mayo de 1540 en Torrehermosa, Aragón (España). El segundo de seis hermanos. Le llamaron Pascual porque nació en la vigilia de Pentecostés.

Desde los 7 hasta los 24 años trabajó como pastor de ovejas.

Tal era su amor a la Eucaristía que el dueño del rebaño decía que el mejor regalo que le podía ofrecerle al niño era permitirle asistir algún día entre semana a la Santa Misa.

Desde el campo donde pastoreaba alcanzaba a ver el campanario de la iglesia del pueblo. De vez en cuando se arrodillaba para adorar al Santísimo Sacramento desde lejos.

Un día, mientras el sacerdote consagraba, otros pastores le oyeron gritar: «¡Ahí viene!, ¡allí está!». Cayó de rodillas. Había visto a Jesús venir en aquel momento. Se le apareció el Señor en varias ocasiones en forma de viril o de estrella luminosa.

Desde niño hacía duras penitencias, como andar descalzo por caminos pedregosos. Cuando alguna oveja pasaba al potrero del vecino, pagaba a este de su escaso salario por el pasto que la oveja se había comido.

Entra con los Franciscanos.


A los 24 años ingresó en el convento de los frailes menores (franciscanos) de Alvatera. Al principio no lo aceptaron por su poca instrucción. Apenas había aprendido a leer para rezar el pequeño oficio de la Santísima Virgen María que llevaba siempre mientras pastoreaba. Sus favoritas oraciones eran a Jesús Sacramentado y a la Santísima Virgen.

Los franciscanos le asignaron oficios humildes. Fue portero, cocinero, mandadero y barrendero.

Su tiempo libre lo dedicaba a la adoración Eucarística, de rodillas con los brazos en cruz. Por las noches pasaba horas ante el Santísimo Sacramento. Continuaba su adoración tarde en la noche y por la madrugada estaba en la capilla antes que los demás.

Hablaba poco, pero cuando se trataba de la Sagrada Eucaristía, lo inspiraba el Espíritu Santo. Siempre estaba alegre, pero nunca se sentía tan contento como cuando ayudaba a Misa o cuando podía estarse un rato orando ante el Sagrario del altar. Al llegar a un pueblo iba primero a la iglesia y allí se quedaba por un buen tiempo de rodillas adorando a Jesús Sacramentado.

En una ocasión, un hermano religioso se asomó por la ventana y vio a Pascual danzando ante una imagen de la Sma. Virgen y le decía diciéndole: «Señora: no puedo ofrecerte grandes cualidades, porque no las tengo, pero te ofrezco mi danza campesina en tu honor». El religioso pudo ver que el santo rebosaba de alegría.

Pascual compuso bellas oraciones al Santísimo Sacramento. El Arzobispo San Luis de Rivera, al leerlas exclamó admirado: «Estas almas sencillas sí que se ganan los mejores puestos en el cielo. Nuestras sabidurías humanas valen poco si se comparan con la sabiduría divina que Dios concede a los humildes».

 

Le enviaron a París a entregar una carta al general de la orden. En camino defendió la Eucaristía frente a las herejías de un predicador calvinista, por lo que casi lo mata una turba Hugonotes. El se alegró por haber tenido el honor de sufrir por su fidelidad al Señor y no se quejó.

Aunque Pascual apenas sabía leer y escribir, era capaz de expresarse con gran elocuencia sobre la presencia de Jesús en la Eucaristía. Tenía el don de ciencia infusa. Sus maestros se quedaban asombrados de la precisión con que respondía a las mas difíciles preguntas de teología.

Le dedicaron este verso:

De ciencia infusa dotado,
«siendo lego sois Doctor,
Profeta y Predicador,
Teólogo consumado… «

Se destacó por su humildad y amor a los pobres y afligidos. Era famoso por sus milagros y su don para llevar las almas a Cristo. Martín Crespo relató como el santo le había librado de su determinación de vengarse de los asesinos de su padre. Habiendo escuchado el viernes santo el sermón sobre la pasión, sus amigos le exhortaban a perdonar. El se mantenía inmovible. Entonces Pascual lo tomó del brazo, lo llevó a un lado y le dijo: «Mi hijo, ¿No acabas de ver la representación de la pasión de Nuestro Señor?». «Entonces -escribe Martín- con una mirada que penetró mi alma me dijo: «Por el amor de Jesús Crucificado, mi hijo, perdónalos».

«Si, Padre», contesté, bajando mi cabeza y llorando. «Por el amor de Dios yo los perdono con todo mi corazón» Ya no me sentí la misma persona»

 

Cuando estaba moribundo oyó una campana y preguntó: «¿De qué se trata?». «Están en la elevación en la Santa Misa». «¡Ah que hermoso momento!», y quedó muerto en aquel preciso momento. Era el 15 de Mayo de 1592, el Domingo de Pentecostés. Villareal, España.

Durante su misa tenían el ataúd descubierto y en el momento de la doble elevación, los presentes vieron que abrió y cerró por dos veces sus ojos. Su cuerpo aun después de muerto, manifestó su amor a la Eucaristía. Eran tantos los que querían despedirse de el que lo tuvieron expuesto por tres días.

Intercedió en muchos milagros después de su muerte.

Declarado Patrono de los Congresos Eucarísticos y Asociaciones Eucarísticas por León XIII, es también patrono de los cocineros y del municipio de Obando (Filipinas).


ORACIÓN


Querido San Pascual:
consíguenos del buen Dios
 un inmenso amor por la Sagrada Eucaristía,
un fervor muy grande
 en nuestras frecuentes visitas al Santísimo
 y una grande estimación por la Santa Misa.
Amén.

 

 

Soy hijo en el Hijo

Santo Evangelio según san Juan 14, 7-14.

 

 

Sábado IV de Pascua
Por: Adrián Olvera, LC
Fuente: somosrc.mx

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Cristo, Rey Nuestro.
¡Venga tu Reino!



Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)



Señor, por intercesión de nuestra Señora de Fátima, dame la gracia no sólo de conocerte más… sino de experimentar tu amor.



Evangelio del día (para orientar tu meditación)


Del santo Evangelio según san Juan 14, 7-14



 

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Si ustedes me conocen a mí, conocen también a mi Padre. Ya desde ahora lo conocen y lo han visto”. Le dijo Felipe: “Señor, muéstranos al Padre y eso nos basta”. Jesús le replicó: “Felipe, tanto tiempo hace que estoy con ustedes, ¿y todavía no me conoces? Quien me ha visto a mí, ve al Padre. ¿Entonces por qué dices: ‘Muéstranos al Padre’? ¿O no crees que yo estoy en el Padre y que el Padre está en mí? Las palabras que yo les digo, no las digo por mi propia cuenta. Es el Padre, que permanece en mí, quien hace las obras. Créanme: yo estoy en el Padre y el Padre está en mí. Si no me dan fe a mí, créanlo por las obras.

Yo les aseguro: el que crea en mí, hará las obras que hago yo y las hará aún mayores, porque yo me voy al Padre; y cualquier cosa que pidan en mi nombre, yo la haré para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Yo haré cualquier cosa que me pidan en mi nombre”.



Palabra del Señor.




Medita lo que Dios te dice en el Evangelio



Llevo tanto tiempo con ustedes y ¿aún no me conoces? – dice Jesús a uno de sus apóstoles. Tanto tiempo transcurrido sin percatarse. Tanto tiempo sucedido sin escuchar delicadamente su mensaje.

¿A qué has venido Señor? ¿Por qué me has dedicado todo tu tiempo?

Desde la encarnación desviaste mi mirada hacia el cielo; mostrándome sin decir nada algo divino, algo bueno, algo eterno… querías mostrarme el amor.

Cada huella que dejaste en este mundo lleva consigo este deseo de mostrar… de llevarme al Padre. Quieres que descubramos que somos hijos; hijos de un Padre que nos ama; hijos en todo el sentido de la palabra.

Es un misterio… es un don que Tú quieres regalarme; quieres que experimente el amor tan íntimo que hay entre el Padre y el Hijo, haciéndome hijo en el Hijo.

 

Sólo de pensarlo: soy hijo de Dios… me hace preguntarme tantas cosas… ¿A quién voy a temer? ¿Quién me separará de este amor? Me hace sentir seguro, tranquilo, en paz pues, un Padre ama, no por lo que se haga o se tenga, simplemente ama por el simple hecho de amar…

Tan sólo pensarlo… tan sólo creerlo…soy hijo de Dios. Gracias, mi Señor, por este don.

«Jesús, el Hijo eterno, hecho hijo en el tiempo, nos ayude a encontrar el camino de una nueva irradiación de este experiencia humana así de simple y así de grande que es ser hijos. En el multiplicarse de las generaciones hay un misterio de enriquecimiento de la vida de todos, que viene del mismo Dios. Debemos redescubrirlo, desafiando al prejuicio; y vivirlo, en la fe, en perfecta alegría». (Catequesis SS Francisco, 11 de febrero de 2015).

Diálogo con Cristo

Ésta es la parte más importante de tu oración. Disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.

Propósito

Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.

En un momento del día rezar tranquila y detenidamente, sin prisas, un rosario, o al menos un misterio, pidiendo a María su intercesión para que Dios me conceda la gracia de saberme su hijo.

 

 

Despedida

Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!

¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.

Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

Amén.

 

 

A 100 años de la canonización de Teresa de Lisieux, 6 datos para apreciar

Con su canonización, en 1925, la Iglesia reconoció que la infancia espiritual es una verdadera vía de santidad. Conoce estos conmovedores datos sobre su canonización

 

17 de mayo de 1925. 50 mil fieles se reúnen en la Basílica de San Pedro, junto a 250 obispos y 23 cardenales, para participar de un momento histórico: la canonización de Teresa de Lisieux, la pequeña flor del carmelo.

Con su canonización, como explica fray Marie Michel Philipon O.P. en El mensaje de Teresa de Lisieux, la Iglesia “ha impreso en su camino de la infancia espiritual el sello supremo de su verdad infalible”; y más adelante, retoma: “La Iglesia no se ha equivocado: al canonizar a Teresa ha canonizado su doctrina: la infancia espiritual es una auténtica vía de santidad”.

A lo largo de 100 años ha inspirado a grandes santos, fieles y papas, desde León XIII hasta Francisco. A continuación seis datos históricos que están relacionados con su canonización.

1 Fue la primera beatificación y canonización del Papa Pío XI

Cuando, en 1923, autorizó la promulgación del Decreto de aprobación de los milagros para la Beatificación, declaró a Teresa la “estrella” de su Pontificado. Fue beatificada por él el 29 de abril del mismo año y, dos años después, el 17 de mayo del Año Santo de 1925, la canonizó.

En la Bula de canonización se lee: “La doctrina más importante de Teresa es la Infancia espiritual, que supone la más entera y filial confianza y lleva a la total entrega en manos del Padre Misericordioso, tan amado”.

2 Fue nombrada protectora de México

El mismo Pío X, poco tiempo después, la proclamó patrona de todos los noviciados carmelitanos, protectora de México y de Rusia y patrona universal de las misiones

Además, Teresita guarda también el título de hija predilecta del papado.

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3 Un proceso ágil

Tan solo 28 años después de su muerte, Teresa fue declarada santa. Ni siquiera el estallido de la Primera Guerra Mundial (1914) retrasó significativamente el proceso, que comenzó entre mayo y junio de 1910 y que finalizó en 1925.

Según relatan los Archivos del Carmelo de Lisieux, en su proceso de canonización se dieron autorizaciones especiales para avanzar sin esperar la gran cantidad de años que establece el Derecho Canónico. 

Primero, en 1914, la Congregación de ritos autorizó la continuación del juicio sin esperar el plazo de 10 años para introducir la causa. Después, en la fase romana, se hizo una excepción para tratar su expediente antes de que hubieran transcurrido 50 años de su muerte.

En abril de 1923 fue declarada beata y, 25 meses después, fue canonizada.

4 Ejemplo de santidad accesible a todos

Durante su proceso de canonización, destacó la ausencia de milagros obrados en vida, visiones, éxtasis y demás fenómenos místicos sobrenaturales que se observan con frecuencia en los grandes santos taumaturgos. 

“No entraba en los designios de la Providencia hacer beneficiar a Santa Teresa del Niño Jesús de estos carismas místicos, tan frecuentes en los santos. Dios, que la destinaba a mostrar al mundo un nuevo modelo de santidad accesible a todos, prefirió conducirla hasta Él por un camino totalmente ordinario”, explica Fray Marie Michel.

Durante el proceso apostólico, la Madre Inés declaró: “Los fenómenos místicos extraordinarios han sido en su vida totalmente excepcionales. Lo regular era la sencillez. Pensar diversamente sería cambiar la fisonomía tan alentadora que Dios se ha complacido en dar a su pequeña servidora, expresamente para llamar a su amor a las «almas pequeñas» que quieran seguirla”.

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5 Una breve página a sus modestas ocupaciones

Fray Marie Michel explica que, en el proceso de canonización, sus ocupaciones en el carmelo ocupan apenas una breve página y, a simple vista, no se observa ninguna acción brillante.

Se encargó principalmente de lavar ropa, del refectorio, la sacristía y la portería. El más elevado de sus cargos fue como ayudante de Maestra de Novicias.

“Uno queda confundido ante el contraste existente entre la trivialidad de las ocupaciones habituales de santa Teresa del Niño Jesús y la perfección completamente divina con que llevaba a cabo sus acciones ordinarias”, explica el fraile dominico.

Con ello, demuestra que la verdadera santidad no requiere del reconocimiento exterior, sino de una constante fidelidad a Dios; pues, como decía a las novias: “No creáis que para llegar a la perfección sea necesario hacer grandes cosas”.

6 Curaciones de la enfermedad que le quitó la vida

El último paso previo a la canonización es la aprobación de dos milagros, la cual se dió en 1923. El 19 de marzo -día de san José, santo que despierta especial devoción para los carmelitas- Pío XI firmó el decreto que reconoció dos curaciones milagrosas obradas por intercesión de la pequeña flor:

La de Sor Gabrielle Trimusi y la de María Pellemans, ambas enfermas de tuberculosis, enfermedad que causó la muerte de Teresa de Lisieux.

Conoce los objetos dejados por santa Teresa de Lisieux:

 

 

Galería fotográfica

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Los momentos clave de la inauguración del pontificado de León XIV

Repasamos los momentos clave de esta ceremonia, rica en símbolos y momentos destacados, y que estará marcada por varios acontecimientos importantes

 

 

El 18 de mayo de 2025, el Papa León XIV celebrará la Misa inaugural de su pontificado, que comenzó con su toma de posesión tras su elección el 8 de mayo. A continuación una breve explicación para comprender mejor cada uno de los momentos.

Antes de la Misa: oración con los Patriarcas… ¿y el Papamóvil ?

El rito oficial de la Misa inaugural del pontificado no prevé el saludo a la multitud antes de la Misa. Sin embargo, el 19 de marzo de 2013, el Papa Francisco decidió hacer un largo recorrido por la Plaza de San Pedro en el Papamóvil para saludar a los fieles presentes. Es probable que el nuevo pontífice también salude a los fieles antes de la misa, pero todavía no hay confirmación oficial por parte del Vaticano.

El Papa es esperado luego en la basílica, vacía de todos los fieles, para descender a la Confesión de San Pedro. Este lugar sagrado, situado bajo el altar de la Confesión, está en el centro de la basílica, en el lugar de la tumba del primero de los discípulos de Jesús. El nuevo Papa pasará allí un momento de oración, acompañado por los patriarcas y arzobispos mayores de las Iglesias orientales católicas, como signo de unidad con estas comunidades vinculadas a Roma.

Luego León XIV subirá a la nave de la basílica detrás de los obispos, arzobispos, cardenales y patriarcas para llegar a la Plaza de San Pedro, donde comenzará la Misa, celebrada en la explanada frente a la basílica ante una multitud que se espera que desborde más allá de la Plaza de San Pedro, hacia la Via della Conciliazione.

El canon de la Misa se pronunciará en latín, pero, en referencia a la doble nacionalidad peruana y estadounidense del pontífice, la primera lectura se leerá en español y la segunda en inglés. El salmo se cantará en italiano y el Evangelio se proclamará dos veces, primero en latín y luego en griego, como signo de unidad entre la tradición latina y la tradición oriental.

La concesión del palio

Después de la proclamación del Evangelio –y no al inicio de la Misa como se hacía anteriormente– un cardenal del orden de los diáconos se acercará al Papa y pronunciará una oración en latín en la que explicará: «Hoy sucedes a Pedro en el episcopado de esta Iglesia que él suscitó mediante la fe con el apóstol Pablo».

Luego se colocará alrededor del cuello del pontífice el palio, un ornamento litúrgico de lana blanca que se lleva sobre la casulla y que está marcado con cinco o seis cruces que representan las llagas de Cristo.

El uso de esta insignia, que no debe confundirse con la estola, está reservado no solo al Papa, sino también a los primados y arzobispos metropolitanos. Los arzobispos y primados lo reciben de manos del Papa o del Nuncio Apostólico de su país, para luego acudir a Roma para que el Papa lo bendiga el 29 de junio, festividad de los santos Pedro y Pablo.

Desde la inauguración del pontificado de Juan Pablo I, la imposición del palio ha sustituido a la imposición de la tiara pontificia. Por esto el término “misa de entronización” ha caído en desuso: ahora hablamos de “misa de inauguración” o “misa de apertura” del pontificado.

Se trata de un rito simbólico importante en la apertura del pontificado, pero no es una ordenación. León XIV ya era obispo desde 2014, y plenamente Papa desde que, el 8 de mayo, aceptó formalmente su elección como 266º sucesor de San Pedro.

El anillo del pescador

Inmediatamente después de la imposición del palio, un cardenal del orden sacerdotal recitará una nueva oración por el nuevo Papa, pidiendo a Dios, en nombre de la Iglesia, que venga a sostener al pontífice en su misión.

Luego, un cardenal de la orden de los obispos se acercará al Papa León XIV y le entregará el Anillo del Pescador, una insignia oficial que recuerda su conexión con san Pedro y evoca el llamado de Cristo a convertirse en un «pescador de hombres».

Este anillo de plata, que antiguamente se utilizaba para sellar documentos papales oficiales con cera o plomo, puede variar pero generalmente representa a san Pedro.

Finalmente, los «representantes del pueblo de Dios» rendirán obediencia al nuevo pontífice. Esta es una nueva característica en esta liturgia. Previamente, seis cardenales, dos de cada orden – obispos, sacerdotes, diáconos – vinieron a saludar solemnemente al pontífice para profesar su obediencia, en nombre del colegio cardenalicio.

La Misa continuará con la homilía del Papa, ahora plenamente investido de su cargo. Lo más probable es que lo pronuncie en italiano. Las intenciones de oración se leerán en portugués, francés, árabe, polaco y chino.

Saludos a las delegaciones

Al final de la ceremonia, el Papa pudo regresar a la Basílica de San Pedro y sentarse frente al altar de la confesión. Allí está previsto que salude uno por uno a los jefes de Estado y a las delegaciones de países de todo el mundo que habrán asistido a la Misa.

En 2013, la secuencia duró más de una hora. El Papa Francisco permaneció de pie, asistido en particular por su entonces Secretario de Estado, el cardenal Tarcisio Bertone, el entonces Vicesecretario de Estado, Mons. Angelo Becciu, y el entonces Secretario para las Relaciones con los Estados, Mons. Dominique Mamberti.

Conoce más sobre esta celebración:

 

 

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