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Referencias Bíblicas
• Mark 4:21-25
• Obispo Robert Barron

Amigos, el Evangelio de hoy nos muestra cómo la luz de Cristo afecta nuestras vidas.

La luz es maravillosa en la medida en que ilumina, brilla y deleita. Pero también puede ser desconcertante. ¡Piensa en lo mal que la mayoría de nosotros nos vemos con luz directa! Descubrí esto mientras filmaba la serie Catolicismo. Prefiero mucho más la luz indirecta que se produce en interiores. El resplandor total del sol revela cada defecto, imperfección y detalle del rostro.

Piensa en lo que sucede cuando de repente una luz ilumina un rincón oscuro del sótano o un callejón solitario. Los bichos y las alimañas se revelan. Las cosas desagradables se escabullen para esconderse, temerosas de la luz.

Cuando invitas a Jesús a tu vida, estás invitando la luz a tu vida. Esto es maravilloso, pero también aterrador. Jesús iluminará con su luz cada rincón de tu vida, cada habitación de tu casa. Las cosas que se ven bien en la oscuridad o en la luz indirecta se destacarán repentinamente con todo su desagrado.

 

 

Jacinta Mariscotti, Santa

Virgen, 30 de enero

Fuente: Archidiócesis de Madrid
Terciaria Franciscana

 

Martirologio Romano: En la ciudad de Viterbo, en el Lacio (hoy Italia), santa Jacinta Mariscotti, virgen, de la Tercera Orden Regular de San Francisco, la cual, después de perder quince años entregada a vanos deleites, abrazó con ardor la conversión y promovió confraternidades para consolar a los ancianos, fomentando el culto a la Eucaristía (1640).

Etimología: Jacinta = Aquella que es bella como la flor del jacinto, es de origen griego,

Fecha de canonización: 24 de mayo de 1807 por el Papa Pío VII.

Breve Biografía


Puede ser un ejemplo para las niñas-bien. Bueno, es un ejemplo para todos, pero dado que su vida pasó por unas situaciones peculiares de quienes proceden de buena cuna, tienen bienes materiales abundantes y hasta pueden predecir un futuro lleno de posibilidades que mucha gente llama ´idealesª…, pues por eso escribí lo que escribí. Sobre todo, cuando esas previsiones de futuro probables se convierten en sólo futuribles por las disposiciones de la Divina Providencia. Y si no, conozcamos algo de su vida.



Nació cerca de Viterbo, en Vignatello, en el año 1585 del matrimonio formado por Marcantonio Mariscotti y Octavia Orsini, condesa de Vignatallo. Top en la sociedad del tiempo. De sus hermanos hay algo que decir también. Ginebra, que se llamó luego Inocencia, vivió y murió santamente como Terciaria Franciscana de San Bernardino. Hortensia, joven virtuosa que casó con el marqués de Podio Catino, Paolo Capizucchi. Sforza se casó con Vittoria Ruspoli y heredó el título de la familia de los Mariscotti. Galeazo trabajó y murió en la Curia romana.



 

Se llamó Clarix como nombre bautismal. Sus padres quisieron darle la mejor educación y pensaron que el camino óptimo era ponerla junto a sor Inocencia, su hermana, para que creciera al calor de los buenos ejemplos y virtudes del monasterio. Su intención fue más buena que acertada. Todo lo de fuera le ilusiona, le atrae, le embelesa y encanta más que el aire religioso de dentro. Abandona el monasterio y como conoce su hermosura y la prosapia de su familia, se hace vanidosa, presumida y coqueta. Más, cuando su hermana encontró su buen partido y, enamorada, contrajo matrimonio; ahora se vuelve tan ligera, mundana y extraviada que está a las puertas de su definitiva ruina espiritual.



El único camino viable es entrar de la peor gana en el monasterio; y, más por despecho que por vocación, toma el hábito de Terciaria franciscana con el nombre de Jacinta. Tiene veinte años.



Por diez años, que son bastantes, lleva en el convento una vida mundana. Su celda parece un bazar por los lujosos adornos; la piedad en ella es tibieza; la mortificación prescrita, un tedio; hasta recibe las amonestaciones con desprecio.


Pero con treinta años llega la hora de Dios y surge potente la casta noble y cristiana que lleva dentro. Una enfermedad grave la espabila del sueño. Una confesión general es el comienzo. Se suceden los actos de petición de perdón, de arrepentimiento, está horrorizada por el mal ejemplo… suenan las disciplinas en público, da besos en los pies de sus hermanas, obediencia rendida, aceptación de los sufrimientos. La conversa aparece en público alguna vez como animal, con la soga al cuello. Aunque claramente se tiene por la mujer más pecadora la nombran vicesuperiora y maestra de novicias pero ha de vencer su repugnancia a intentar educar a otras que son mejores. Ahora tiene su contento en la oración, es devota del Arcángel san Miguel, ama sin cansancio la contemplación de la Pasión de Jesucristo, la Misa le da lágrimas, las imágenes de la Virgen son su refugio. Le causan pena las almas que pasan por el extravío del pecado y por su recuperación para Dios funda dos cofradías: La Compagnia dei Sacconi para la atención material de los enfermos y ayudarlos a bien morir y La Congregación de los Oblatos de María para avivar la piedad, hacer obras de caridad y fomentar el apostolado de los seglares. Aquí ya quiso recompensar Dios a su sierva enamorada con dones extraordinarios como el de profecía, milagros, penetra los corazones, es instrumento de conversión y el éxtasis es frecuente en ella … Así hasta que murió el año 1640, cuando tenía cincuenta y cinco.

 

 

Con la misma medida

Santo Evangelio según san Marcos 4, 21-25.

 

 

Jueves III del Tiempo Ordinario
Por: Hiram Galán, LC
Fuente: somosrc.mx

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Cristo, Rey nuestro.
¡Venga tu Reino!



Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)



Jesús, sólo Tú conoces mi corazón. Tú conoces bien las heridas de mi alma, y sólo Tú las puedes sanar. Ayúdame a no buscar la cura en aquello que me hiere y vacía más.



Evangelio del día (para orientar tu meditación)


Del santo Evangelio según san Marcos 4, 21-25



En aquel tiempo, Jesús dijo a la multitud: “¿Acaso se enciende una vela para meterla debajo de una olla o debajo de la cama? ¿No es para ponerla en el candelero? Porque si algo está escondido, es para que se descubra; y si algo se ha ocultado, es para que salga a la luz. El que tenga oídos para oír, que oiga”. Siguió hablándoles y les dijo: “Pongan atención a lo que están oyendo. La misma medida que utilicen para tratar a los demás, esa misma se usará para tratarlos a ustedes, y con creces. Al que tiene, se le dará; pero al que tiene poco, aun eso poco se le quitará”.



Palabra del Señor



Medita lo que Dios te dice en el Evangelio



Las relaciones personales, son parte esencial de la vida del ser humano. Por ello, en gran medida, el éxito o el fracaso en las mismas, influye de manera directa en nuestra felicidad. La pregunta es, ¿por qué no tengo buenas relaciones personales? Creo que la respuesta está en que debo aprender a dialogar en lugar de tratar de huir del conflicto.

Pero el diálogo se da a través de la escucha y compresión sincera. No se puede pretender que exista el diálogo sin diferencias o discusiones.

Jesús, mi corazón experimenta continuamente el desprecio y las faltas de atención de las personas, sobre todo de aquellas que más quiero. Pero siempre me considero la víctima, ¿no será que recibo el trato que merezco? ¿No estaré recibiendo lo mismo que yo doy?

Jesús, qué exigente soy con los demás, y qué poco me exijo a mí mismo. Enséñame a tener un corazón misericordioso como el tuyo. Que desde la experiencia de mi propia miseria sepa amar y comprender las debilidades de los demás.



 

«El hecho comienza con una palabra clara de Jesús: No juzguéis, para que no seáis juzgados. Por lo tanto, si no quieres ser juzgado no juzgues a los demás, claro. Y el Señor va un paso por delante, indicando precisamente el criterio de la medida: porque con el juicio con el que juzguéis seréis juzgados, y con la medida con la que midáis se os medirá. Todos queremos, el día del juicio, que el Señor nos mire con benevolencia, que el Señor se olvide de tantas cosas feas que hemos hecho en la vida, y esto es justo, porque somos hijos, y esto es lo que un hijo se espera del padre, siempre. Pero si tú juzgas continuamente a los demás, con la misma medida serás juzgado: esto está claro».
(Homilía de S.S. Francisco, 24 de junio de 2016).



Diálogo con Cristo



Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.



Propósito



Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.



Concédeme, Señor, que este día no sospeche o juzgue según las apariencias, sino que busque lo que hay de bello en el alma de mi prójimo.



Despedida



¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

 

 

¿Sabías que Jesús evangelizaba de cuatro maneras?

Jesús, el Señor, vino al mundo para salvar a la humanidad de sus pecados y a instituir su Iglesia, anunciando la llegada del Reino de Dios de cuatro maneras

 

 

Cuando pensamos en que Jesús comenzó su vida pública para formar a sus discípulos, poner los cimientos de su Iglesia y anunciar la llegada del Reino de Dios, tendríamos que considerar las maneras que utilizó para evangelizar.

Estas las encontramos en los Evangelios de Mateo, Marcos, Lucas y Juan, y son las siguientes:

1 Con la Palabra

Por supuesto, esta fue la manera más destacada, es la que está consignada en los escritos de los evangelistas y que se recabó con los testimonios de aquellos que convivieron con el Señor y que está integrada en la Biblia:

Jesús recorría las poblaciones de los alrededores, enseñando a la gente.
(Mc 6,6)

Él mismo es la Palabra, como lo acota san Juan:

Y la Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros.
(Jn 1, 14).

En los cuatro evangelios encontramos, pues, parábolas, diálogos, encuentros, mandatos y más, donde el Señor expresó de manera verbal el deseo de Dios Padre y el envío de a los discípulos:
Vayan, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a cumplir todo lo que yo les he mandado.
(Mt 28, 19-20). 

2 Con signos y milagros

 

 

Muchos fueron los milagros que hizo el Señor Jesús. Pasó haciendo el bien a los enfermos y endemoniados, resucitando muertos, haciendo oír a los sordos y hablar a los mudos.

Esos mismos signos acompañaron a sus enviados cuando comenzaron con su misión:

Entonces llamó a los Doce y los envió de dos en dos, dándoles poder sobre los espíritus impuros. […]

Entonces fueron a predicar, exhortando a la conversión; expulsaron a muchos demonios y curaron a numerosos enfermos, ungiéndolos con óleo.
(Mc 6, 7; 12-13)

3 Con su testimonio de vida

Por supuesto, el Señor enseñó con su propia vivencia cómo era que debían comportarse los demás. Nadie podía reprocharle alguna incoherencia entre lo que hacía y lo que predicaba.

Además, siempre demostró misericordia y compasión con los más desvalidos. Y con ello, los demás comprobaban que venía de Padre:

Si no hago las obras de mi Padre, no me crean; pero si las hago, crean en las obras, aunque no me crean a mí. Así reconocerán y sabrán que el Padre está en mí y yo en el Padre.
(Jn 10, 37-38)

4 Con la formación de discípulos

Por último, todo esto lo transmitió a sus Apóstoles y a los demás discípulos que creyeron en Él. Porque claramente los dijo que tendría que irse, por eso era necesario dejar a quienes continuaran con su obra.

Después subió a la montaña y llamó a su lado a los que quiso. Ellos fueron hacia él, y Jesús instituyó a doce para que estuvieran con él, y para enviarlos a predicar con el poder de expulsar a los demonios.
Mc 3, 13-15

Tres años bastaron para que estuvieran dispuestos a ir por el mundo a predicar y a dar la vida por Jesús y la naciente Iglesia. Y a ellos, se unieron miles y luego millones, hasta llegar a nuestros días.
Ya sabemos, entonces, qué nos toca hacer. Que Dios nos ayude para cumplir con su voluntad.

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