Mark 3:1-6
Amigos, en el Evangelio de hoy, Jesús resiste la oposición de los fariseos al sanar a un hombre que tenía una mano paralizada.
Sus curaciones significan la llegada del Reino de Dios. Cuando Jesús comienza a predicar, el tema fue que el Reino de Dios está cerca. En su propia Persona se ofrecía una forma completamente nueva de ordenar las cosas. Luego, en su amor y no violencia, en su confrontación con los fariseos y los líderes religiosos, en sus sanaciones y enseñanzas, Jesús estaba demostrando precisamente cómo es el Reino del Dios de Israel.
Esta forma de vida despertó inevitablemente la oposición de los poderes fácticos. En el punto cúlmine de su ministerio, Jesús enfrentó la resistencia de “el mundo”, para usar un término típico del Nuevo Testamento, que significaba todo el cúmulo de crueldad, traición, negación, violencia, corrupción y odio por los cuales los asuntos humanos son típicamente ordenados.
Permitió que toda esa oscuridad lo envolviera, lo aplastara, lo apagara. Pero luego, al tercer día, resucitó de entre los muertos por el poder del Espíritu Santo, y por lo tanto superó, ganó la partida e hizo desaparecer la oscuridad.
Vicente, Santo
Memoria Litúrgica, 22 de enero
Por: P. Ángel Amo. | Fuente: Catholic.net
Diácono y Mártir
Martirologio Romano: San Vicente, diácono de Zaragoza y mártir, que durante la persecución bajo el emperador Diocleciano hubo de sufrir cárcel, hambre, potro, láminas candentes, hasta que, en Valencia, en la Hispania Cartaginense (hoy España), voló al cielo a recoger el premio del martirio (304).
Etimología: Vicente = Aquel que es un vencedor, es de origen latino.
Breve Biografía
El Diácono San Vicente es el mártir más famoso de España. Un siglo después de su martirio, que tuvo lugar probablemente en el año 304, San Agustín le dedicaba todos los años, en este día, una homilía.
Los Hechos de su martirio, apócrifos como muchas Pasiones de otros mártires, se inspiran en documentos y tradiciones basados en realidades históricas. Las noticias históricas, reducidas a lo esencial, dicen que Vicente, natural de Huesca, durante la persecución de Diocleciano fue llevado encadenado de Zaragoza a Valencia para ser procesado ante el gobernador Daciano, junto con su obispo, y que sufrió el martirio en Valencia.
A estas pocas noticias históricas se añaden las narraciones de los Hechos. EL obispo de Zaragoza era un poco tartamudo y, por tanto, le iba mal en la oratoria. Pero tuvo la fortuna de encontrar al joven Vicente, bien preparado culturalmente y hábil en el manejo de la palabra. Fue ordenado Diácono y se le confió el cargo de coadjutor del obispo para la predicación del Evangelio.
En el imperio romano campeaba una cruel persecución, y Daciano, gobernador de Valencia, hizo pronto encadenar a los hombres más importantes de la Iglesia española. Al Diácono Vicente le fueron puestos grilletes y así lo condujeron a pie de Zaragoza a Valencia, junto con su obispo; pero aún en esas circunstancias aprovechó la ocasión para predicar el Evangelio, y en nombre del obispo tomó la palabra para confutar las acusaciones del gobernador y para exponerle el mensaje evangélico sin las distorsiones de la propaganda anticristiana.
Daciano no se convenció, pero comprendió que el adversario que había que destruir era precisamente Vicente. Pero primero ordenó que lo torturaran. Después lo metieron en una celda oscura, en donde el pavimento estaba totalmente lleno de cascajos cortantes para prolongar los suplicios. Pero Vicente, con voz todavía fuerte, entonó himnos de agradecimiento a Dios. Entonces, el gobernador, para quitarle este motivo de gloria, ordenó que lo colocaran en una cama muy cómoda, pero en ese momento murió el Diácono.
Llevaron el cuerpo al campo para que lo devoraran las fieras, pero apareció un cuervo que defendió el cadáver de la voracidad de los otros animales. Entonces Daciano ordenó que lo metieran en un costal junto con una gran piedra y lo echaran al río; pero el cuerpo no se hundió y las aguas lo fueron llevando hasta dejarlo en una orilla. Los cristianos lo recogieron y erigieron una iglesia para su tumba.
El amor de Cristo también sana
Santo Evangelio según san Marcos 3, 1-6. Miércoles II del Tiempo Ordinario
Por: Redacción | Fuente: Catholic.net
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Cristo, Rey nuestro.
¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Señor enséñame a escucharte en mi corazón para que pueda responder a tu llamada y así comunique tus palabras a otros.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Marcos 3, 1-6
En aquel tiempo entró Jesús otra vez en la sinagoga y había allí un hombre con parálisis en un brazo.
Estaban al acecho, para ver si curaba en sábado y acusarlo. Jesús le dijo al que tenía la parálisis: «Levántate y ponte ahí en medio». Y a ellos les preguntó: «¿Qué está permitido en sábado?, ¿hacer lo bueno o lo malo?, ¿salvarle la vida a un hombre o dejarlo morir?» Se quedaron callados. Echando en torno una mirada de ira y dolido de su obstinación, le dijo al hombre: «Extiende el brazo». Lo extendió y quedó restablecido. En cuanto salieron de la sinagoga, los fariseos se pusieron a planear con los herodianos el modo de acabar con él.
Palabra del Señor
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
Se presenta delante de Jesús una persona que tiene una necesidad, este encuentro tiene lugar en una sinagoga o sea un contexto religioso.
Había gente en la sinagoga que sabiendo lo que Jesús hacía estaban al acecho de como actuaría en las circunstancias especiales que se le presentaban, como la ley sabática ordenada por Dios desde el principio del universo y este precepto del sábado se tenía que respetar no obrando milagros.
Jesús muestra la razón por la que hará el milagro que es hacer el bien, porque nada ni nadie nos puede detener de hacer el bien y más profundamente es el amor lo que mueve a Cristo a hacer está curación, más allá de lo que digan los demás y las dificultades que se puedan presentar, Él sabe lo que es más importante y actúa conforme a ese gran ideal.
Tengamos en cuenta que al final de nuestros días nos examinarán del amor como dice San Juan de la Cruz, por lo que nuestra vida debe ser un vivo ejemplo de amor y caridad con Dios y nuestro prójimo.
Hoy Dios nos invita a acercarnos a Él para que nos pueda curar porque de diferentes formas estamos necesitados de sus cuidados o que seamos sus instrumentos para que Él pueda curar a alguien a través de nosotros, solo necesitamos extender nuestra mano y tomarnos del Señor para que así seamos canales o medios de su gracia compartiendo su misión sanadora del mundo.
«El reposo es también un momento propicio para la reconciliación, para confrontarnos con las dificultades sin escapar de ellas, para encontrar la paz y la serenidad de quien sabe valorizar lo bueno que tiene, incluso en el lecho del dolor o en la pobreza».
(Papa Francisco, audiencia general, 5 de septiembre de 2018).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hacer una visita al Santísimo para pedir por alguien que esté enfermo.
Despedida
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén
Santa Inés, una jovencita que aún levanta pasiones en Roma
Maria Paola Daud – publicado el 21/01/19
La virgen mártir patrona de las jóvenes, novias y vírgenes
Santa Inés fue una virgen mártir romana de tan sólo 12 años de edad. Murió durante las persecuciones del emperador Diocleciano, entre los años 303 y 305 d.C.
Inés provenía de una de las familias más importantes de Roma, perteneciente a la Gens Clodia.
Pero a ella no le importaba la vida de nobleza. Era una jovencita que quería vivir enteramente para Jesús, sirviendo a los pobres.
La pequeña Inés extraía su fuerza y su coraje de la Eucaristía, que los cristianos celebraban al ponerse el sol reuniéndose secretamente en alguna casa, las llamadas “domus ecclesiae”, para la fracción del pan.
Por su notable belleza no le faltaban pretendientes que quisieran tomarla por esposa, pero ella había hecho voto de castidad, ofreciéndose de “esposa” a su amado Jesús.
Entre los que pidieron por esposa a la virgen se encontraba el hijo del prefecto de la ciudad de Roma.
Ante el rechazo a su hijo, el prefecto la hizo encerrar en un prostíbulo. Allí, ningún cliente se atrevió a tocarla, a excepción de un hombre que según la tradición religiosa al intentarlo quedó cegado por un ángel blanco, y que a través de la intercesión de la misma Inés recobró la vista.
Ante todo esto, la condenaron a morir desnuda en la hoguera. Pero las llamas se dividieron bajo su cuerpo sin siquiera tocarlo, y su cabello creció tanto como para cubrir su desnudez.
Fue entonces que después de este milagro la apuñalaron en la garganta como a un “cordero”.
Sus padres rescataron el cuerpo y le dieron sepultura en un pequeño espacio en la Vía Nomentana.
Patronazgo
Santa Inés es la patrona de las jovencitas, las vírgenes, las novias.
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Lugares de culto a santa Inés
En Roma hay dos lugares importantes dedicada a la santa.
Uno en la iglesia de santa Inés en Agone en la famosa plaza Navona. Allí antiguamente se encontraba el estadio del emperador Domiciano, lugar del martirio de la santa.
Y la basílica que lleva su nombre, en el Complejo Monumental de Santa Inés extramuros, que Constantina (Constanza), la hija del emperador Constantino, mandó construir en agradecimiento a los favores adquiridos por la santa.
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Curiosidades en torno a la joven santa
Todos los días 21 de enero en la basílica de santa Inés se bendicen dos corderitos que serán donados al Papa de los cuales se extraerá la lana para tejer los sacros palios.
Una labor que viene encargada a las madres benedictinas de Santa Cecilia en Trastevere.
Arte y cultura
En arte santa Inés viene generalmente representada con la palma del martirio y un cordero.
La asociación del cordero con santa Inés, en realidad no ha quedado bien clara.
Según la tradición, algunos dicen que esta asociación vendría de la confusión de la lectura de su nombre “Agnes” (Inés) y “Agnus” (cordero). Otros afirman, que es debido al modo en que fue martirizada, degollada como un cordero.
Oración
Dios todopoderoso y eterno,
que eliges a los débiles para confundir
a los fuertes de este mundo;
concédenos a cuantos celebramos
el triunfo de tu mártir santa Inés
imitar la firmeza de su fe.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo
y es Dios, por los siglos de los siglos.
Amén.