Luke 12:54-59
Amigos, la famosa llamada a “leer los signos de los tiempos” realizada por los padres del Concilio Vaticano II está basada en la exhortación de Jesús en el Evangelio de hoy. Los seguidores de Jesús deben mirar al mundo con claridad, para ver lo que está pasando, para estar atentos. Pero esta atención es de un tipo particular. No es la atención de un científico o un filósofo o un político —aun cuando ellas pueden estar incluidas. Es más bien la atención a las cosas de Dios.
A menudo he argumentado que muchos de nosotros todavía estamos cautivados por una visión deísta de Dios, donde Dios es la primera causa del universo, distante y apartado, no involucrado con el mundo que Él ha creado. Pero Tomás de Aquino nos enseña que Dios está en todas las cosas “en esencia, presencia y poder”, y que Dios providencialmente cuida cada aspecto de Su creación. Por lo tanto, deberíamos esperar ver signos de Su presencia y actividad en la naturaleza, en la historia y en los asuntos humanos.
Y una vez que lo vemos, ¡estamos llamados a hablar! De algún modo, los discípulos de Jesús no están buscando los signos de los tiempos para su propio beneficio, sino para compartir la perspectiva profética con los demás. Entonces, mira alrededor con atención, ¡mira con los ojos de la fe!
Crispin y Crispiniano, Santos
Mártires, 25 de octubre
Por: P. Felipe Santos | Fuente: Catholic.net
Patronos de los zapateros
Martirologio Romano: En Soissons, de la Galia Bélgica, santos Crispín y Crispiniano, mártires.
Breve Semblanza
El alma que quiere darse por entero a Dios, no ha de buscar nada para sí mismo sino que pensar, hablar y actuar tienen como meta Dios. Y esto no es ninguna beatería, sino un impulso fuerte e intenso a desvivirse por los demás.
Los jóvenes de hoy, que murieron en el año 285, quedan lejos de nuestra historia del tercer milenio.
Sin embargo, sus obras y sus nombres han quedado grabados en las páginas de la historia de la Iglesia para siempre.
¿Quiénes eran?, ¿qué hicieron?
Se establecieron en Roma y aprendieron el oficio de zapateros. Y desde cualquier trabajo se puede hacer un anuncio u proclamación del Evangelio y de las riquezas que aporta al alma humana.
Este servicio lo concretó en hacer zapatos para los pobres. A estos, por supuesto, no les cobraban absolutamente nada.
A los ricos, que conocían el buen trabajo que hacían y la calidad del calzado, sí que les cobraban.
Lo bonito de estos dos creyentes es que aprovechaban los momentos de venta o de dar gratis para hablar con entusiasmo de Jesucristo.
Y con la mayor naturalidad del mundo.
Debían vivir lo que decían porque la gente los escuchaba con agrado.
Los franceses dicen que vivieron en la región de Soissons. Los ingleses, a su vez, afirman que vivieron en el condado de Kent, al sur de Inglaterra.
Shakespeare los elogia en su obra “Enrique V” y en “Julio César”.
En lo que todos están de acuerdo es en que murieron mártires.
¡Felicidades a quienes lleven estos nombres!
Interpretando el corazón
Santo Evangelio según San Lucas 12, 54-59. Viernes XXIX de Tiempo, Ordinario.
Por: Alexis Montiel, LC | Fuente: somosrc.mx
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Cristo, Rey nuestro.
¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Señor, el mundo necesita de ti, manda más obreros a tu mies, y si me pides algo, dame la generosidad para decirte que sí.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Lucas 12, 54-59
En aquel tiempo, Jesús dijo a la multitud: «Cuando ustedes ven que una nube se va levantando por el poniente, enseguida dicen que va a llover, y en efecto, llueve. Cuando el viento sopla del sur, dicen que hará calor, y así sucede. ¡Hipócritas! Si saben interpretar el aspecto que tienen el cielo y la tierra, ¿Por qué no interpretan entonces los signos del tiempo presente? ¿Por qué, pues, no juzgan por ustedes mismos lo que les conviene hacer ahora? Cuando vayas con tu adversario a presentarte ante la autoridad, haz todo lo posible por llegar a un acuerdo con él en el camino, para que no te lleve ante el juez, el juez te entregue a la policía, y la policía te meta en la cárcel. Yo te aseguro que no saldrás de allí hasta que pagues el último centavo».
Palabra del Señor
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
Desde la antigüedad el hombre ha buscado tener el control de las cosas que le rodean, a base de observación ya sabían cuando iba a llover, cuáles eran los periodos de siembra, de cosecha… El hombre de hoy tiene otras necesidades y parece que no sabe leer los signos de esas necesidades, porque siendo necesidades tan internas y tan íntimas, no puede buscarlas si no es dentro de sí. Y, sin embargo, el hombre busca vehementemente aquellas cosas que no lo van a saciar, que le dejarán un vacío interior y al final se dará cuenta de lo mucho que se ha alejado de la felicidad.
Hoy hemos de cambiar el corazón, hemos de saber leer cuáles son sus movimientos, no para controlar, sino para amar, de modo que en todo momento sepamos qué es lo que tenemos que hacer, sin ningún complejo, sin ninguna dificultad, pero siempre sabiendo que el Señor nos pide hacer algo en cada momento. Él, siendo Padre, sabe qué necesitamos en cada momento y nos lo sabe dar a su debido tiempo, pero hemos de saber leerlo.
Ahora hay tiempo, al final de la vida se nos juzgará del amor, se nos pesará el corazón, y es en ese momento en el que sabremos que nuestro corazón necesitaba amor; ahora es el momento oportuno para reparar tanto mi corazón como el de quien me rodea.
«He recurrido a la expresión «primado diaconal», a la imagen del cuerpo, de los sentidos y de la antena para explicar la necesidad más bien indispensable, de practicar el discernimiento de los signos de los tiempos. «El Pueblo de Dios, movido por la fe, por la cual cree que es guiado por el Espíritu del Señor, que llena el orbe de la tierra, procura discernir en los acontecimientos, exigencias y deseos que comparte con sus contemporáneos, cuáles son los signos verdaderos de la presencia o del designio de Dios. Pues la fe ilumina todo con una luz nueva y manifiesta el plan divino sobre la vocación integral del hombre, y por ello dirige la mente hacia soluciones plenamente humanas»».
(Homilía de S.S. Francisco, 21 de diciembre de 2017).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Leer mi corazón desde lo más profundo y ver, con el Señor, qué es lo que me va pidiendo.
Despedida
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
San Antonio María Claret: arzobispo en Cuba y confesor de Isabel II
Dolors Massot – publicado el 24/10/14
Fundador de los claretianos, apóstol de la prensa… No le faltaron enemigos que incluso intentaron asesinarle
Antonio Claret Clará nació en Sallent (Barcelona, España) el 23 de diciembre de 1807. Era el quinto de once hijo. Lo bautizaron el día de Navidad.
El enfrentamiento contra la invasión napoleónica de España empapaba el ambiente del momento. Los soldados franceses pasaban frecuentemente por la villa entre los años 1808 y 1814. En 1812 se promulgaba la nueva Constitución, “la Pepa” porque se publicó el día de san José.
Antoni Claret, ya de niño, era muy buen estudiante (leía con gusto) y muy piadoso. Amaba la Eucaristía y a la Virgen.
Atiende en misa, va a ver a Jesús en la iglesia aprovechando momentos de juegos infantiles, reza el rosario cada día, visita con frecuencia la ermita de Fusimaña… Pronto descubrirá que quiere ser sacerdote y apóstol.
Solo para Dios
Sin embargo, no pudo ir inmediatamente al seminario. Su padre tenía en casa un taller textil, y él aprendió el oficio. Fue a Barcelona y allí se matriculó en la Escuela de Artes y Oficios.
Un día experimentó el auxilio de la Virgen. Estaba en la playa y de pronto una ola lo engulló y se lo llevó mar adentro. Antoni gritó “Virgen santa, salvadme”, e inmediatamente se encontró en tierra firme.
Definitivamente, después de otras experiencias fuertes Antoni entiende que la vida mundana no es para él.
Acude al oratorio de san Felipe Neri, junto a la catedral, y decide hacerse cartujo. Emprende viaje de regreso a Sallent, su pueblo, en septiembre de 1829 y se matricula como seminarista externo de Vic.
Al cabo de un año debía partir hacia la cartuja de Montalegre, pero una tormenta de verano a medio camino desbarató este proyecto. Claret regresó a Vic.
A los 27 años, el 13 de junio de 1835, el obispo de Solsona, fray Juan José de Tejada, que había sido general de los Mercedarios, lo ordenó sacerdote.
Su primera misa la celebró en la parroquia de Sallent el día 21 de junio, y allí se quedó como párroco.
Tiempos difíciles
Al morir Fernando VII, los constitucionales tomaron el poder al estilo revolucionario francés.
Entre otras medidas, las Cortes de 1835 aprobaron la supresión de todos los Institutos Religiosos.
En 1836 se produce la desamortización de Mendizábal. Se expropian los bienes de la Iglesia, pasan a subasta pública y se genera un ambiente de crispación que invita a quemar conventos y a matar a los religiosos.
En Navarra, Cataluña y el País Vasco, esto produce un levantamiento que desemboca en guerra entre carlistas e isabelinos.
En septiembre de 1839, a los 31 años, Claret decide ir a Roma -primero a pie y luego en barco desde Marsella- e inscribirse en «Propaganda Fide», para ser misionero.
Allí hace unos ejercicios espirituales, piensa que tal vez deba ser jesuita, pero entretanto sufre un fuerte dolor de pierna y ve que no tiene salud para evangelizar en el extranjero. De modo que decide regresar a España.
Será regente en el pueblo de Viladrau, donde el párroco está muy anciano.
En julio de 1841 es nombrado Misionero Apostólico en Cataluña. Comienza así a viajar desde Vic, donde residirá, y predica con éxito en las catedrales de Solsona, Girona, Tarragona, Lleida, Barcelona…
Predica ejercicios a las Carmelitas de la Caridad de Vic, entre las que se encuentra santa Joaquina Vedruna.
Algunas personas se dan cuenta de que tiene el don de penetrar las conciencias. Sabe qué le ocurre a una persona sin necesidad de que se lo explique.
Comienza a sufrir calumnias y llegará a ser el arzobispo de Tarragona quien salga al paso de la situación.
Publica El camino recto, que será el libro de espiritualidad más vendido del siglo XIX.
Se le llamará «el apóstol de la prensa». Funda la «Librería Religiosa” y la Archicofradía del Corazón de María.
Redacta los estatutos de La Hermandad del Santísimo e Inmaculado Corazón de María y Amantes de la Humanidad, compuesta por sacerdotes y seglares, hombres y mujeres.
Gran predicador
En 1847 en Cataluña se produce una nueva rebelión armada. Ya no es posible hacer misiones. Al año siguiente va a Canarias y allí predica, de nuevo con gran éxito.
Telde, Agüimes, Arucas, Gáldar, Guía, Firgas, Teror… En Lanzarote, evangeliza en Teguise y Arrecife. Lo llamaban “padrito” y estuvo 15 meses.
Deja escrito esto en una carta al obispo de Vic:
«Estos canarios me tienen robado el corazón… será para mí muy sensible el día en que los tendré que dejar para ir a misionar a otros lugares, según mi ministerio».
27 de septiembre de 1847
El 16 de julio de 1849 en una celda del seminario de Vic san Antonio María Claret fundó la Congregación de los Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de María. Tenía 41 años.
Los cofundadores son los padres Esteban Sala, José Xifré, Manuel Vilaró, Domingo Fábregas y Jaime Clotet. Además intervino en el nacimiento de otras fundaciones.
Arzobispo en Cuba
Fue nombrado arzobispo de Santiago de Cuba. El día 6 de octubre de 1850, con 42 años, fue consagrado obispo en la catedral de Vic.
Antes de marchar a Cuba, se puso en manos de la Santísima Virgen. Visitó el Pilar, Montserrat y Fusimaña. En el puerto de Barcelona mucha gente fue a despedirle.
En la diócesis de Santiago de Cuba estuvo seis años. Luchó contra la esclavitud, llevó la justicia social de la Iglesia.
Fundó instituciones religiosas y sociales para niños y mayores; creó escuelas técnicas y agrícolas, cajas de ahorros, asilos.
Un día en Holguín sufrió un atentado y casi muere al salir de la iglesia. Él mismo lo relató y vio en él tres prodigios, dos relacionados con su salud y el tercero, la creación de la Academia de san Miguel, que aprobaría el papa Pío IX.
Confesor de la reina
En marzo de 1857, la reina Isabel II lo nombró su confesor, así que tuvo que regresar a Madrid.
Pero al saber cuál era su oficio, exigió no vivir en palacio, que no se le implicara en política y no guardar antesalas teniendo libertad de acción apostólica.
En Madrid estuvo 11 años, metido en una intensa vida en la corte y fuera de ella, predicando a menudo en iglesias y conventos.
Hizo restaurar El Escorial, que había sido exclaustrado en 1835 y se encontraba en un estado lamentable.
Acompañó a la reina en sus viajes por España. Pero siempre destacó por su vida de oración, por su amor a la Eucaristía y a la Virgen, y por su austeridad.
A su trabajo externo se unía la escritura. Publicó 96 obras propias. “Son los libros la comida del alma», decía.
Entre otras, son famosas El camino recto, El catecismo explicado y El colegial instruido. Se le llamará «el apóstol de la prensa».
En 1865, la Reina firmó la probación del Reino de Italia. Esto implicaba el expolio de los estados Pontificios.
Claret decidió dejar la Corte y marcharse a Roma. Pero el Papa Pío IX le consoló y le ordenó que volviera otra vez a la corte. La reina y su familia se alegraron de que regresara.
Desterrado
El 18 de septiembre de 1868, la Reina Isabel II fue destronada. Claret tuvo que marchar a exilio con la familia real. Fueron a París. Al año siguiente, dejó se ser confesor de la reina y se fue a Roma.
El 30 de marzo de 1869 Claret se separaba definitivamente de la Reina y se iba a Roma. Ese año participará en el concilio Vaticano I.
En 1870 vuelve a España y para en Prada de Conflent (Francia). El 5 de agosto recibe un aviso de que quieren detenerlo. Huye y se refugia en el monasterio cisterciense de Fontfroide, cerca de Narbona.
El 24 de octubre, después de sufrir un ataque de apoplejía unos días antes, Claret falleció rodeado de todos los religiosos de la comunidad. Tenía 62 años.
Los restos del padre Claret fueron trasladados más tarde a Vic, en 1897, donde se veneran. El 7 de mayo de 1950 el Papa Pío XII lo proclamó santo.
Patronazgo
San Antonio María Claret es Copatrono de la Diócesis de Canarias junto con la Virgen del Pino.
Predicación de Claret sobre la Virgen
«Ya veis cuanto importa ser devoto de María Santísima. Ella os librará de males y desgracias de cuerpo y alma. Ella os alcanzará los bienes terrenales y eternos. …Rezadle el Santo Rosario todos los días con devoción y fervor y veréis como María Santísima será vuestra Madre, vuestra abogada, vuestra medianera, vuestra maestra, vuestro todo después de Jesús».
«Ni en mi vida personal, ni en mis andanzas misioneras podía olvidarme de la figura maternal de María. Ella es todo corazón y toda amor. Siempre la he visto como Madre del Hijo amado y esto la hace Madre mía, Madre de la Iglesia, Madre de todos. Mi relación con María siempre ha sido muy íntima y a la vez cercana y familiar, de gran confianza. Yo me siento formado y modelado en la fragua de su amor de Madre, de su Corazón lleno de ternura y amor. Por eso me siento un instrumento de su maternidad divina. Ella está siempre presente en mi vida y en mi predicación misionera. Para mí, María, su Corazón Inmaculado, ha sido siempre y es mi fuerza, mi guía, mi consuelo, mi modelo, mi Maestra, mi todo después de Jesús».