Texto del Libro – El diario de Santa Faustina
Del diario de Santa Faustina la misericordia de mi alma, ella está en ejercicios espirituales, y está en su segunda meditación, el señor le dice: «Hija mía medita sobre la regla y los votos que me has hecho a mí, tú sabes cuanto los aprecio y todas las gracias que tengo para las almas de los religiosos, se relaciona con la regla y los votos.
Reflexión: La regla y los votos
Oh Jesús mío, advierto aquí muchas faltas, pero por mérito de tu gracia no recuerdo una infracción consciente involuntario de la regla o de los votos religiosos, sigue guardándome oh mi buen Jesús que por mí misma soy débil.
Hermanos entre otras gracias que nos ha hecho el señor en la religión es acercarnos con tantas reglas y avisos santos para que así estuviésemos más guardados y defendidos de nuestros enemigos, y nos dice un santo: «Guarda los mandamientos y los consejos dice el sabio y será vida para tu alma y gracia». Eso es sobre la regla, ahora ¿Qué es un voto? El voto es una promesa hecha a Dios, voluntariamente de realizar actos cada vez más perfectos, ¿Por qué los votos religiosos tienen tan alto valor? Porque constituyen el fundamento de la vida religiosa aprobada por la iglesia para su perfección por medio de los tres votos religiosos, el voto de pobreza, el voto de castidad y el voto de obediencia, según la regla de la congregación y renunciando a todos los derechos sobre ella, y sobre sus actividades que dedica al servicio de Dios.
El voto de pobreza es una renuncia voluntaria al derecho de propiedad o de su uso para agradar a Dios, el voto de castidad obliga a renunciar al matrimonio y a evitar todo lo que está prohibido por el sexto y el noveno mandamiento, el voto de la obediencia, el religioso promete a Dios obedecer a sus legítimos superiores en el orden de virtud de la regla, el religioso comete un pecado grave contra este voto cada vez que no obedece una orden recibida en virtud de la obediencia o de la regla.
Hermanos esto es para la vida religiosa porque estamos comentando reflexiones sobre el diario de Santa Faustina, y ella de alguna manera en su vida religiosa tuvo estos tres votos, de pobreza, de castidad y de obediencia y que cada vez le servía para su perfeccionamiento en su vida de religiosa.
Padre eterno yo te ofrezco el cuerpo, la sangre, el alma y la divinidad de tu amado hijo nuestro señor Jesucristo como propiciación de nuestros pecados y del mundo entero, y por su gloriosa pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero.
Oh sangre y agua que brotaste del corazón del Jesús como fuente de misericordia de nosotros, en ti confío.
Desearte un lindo día, que el señor de la misericordia te conceda esa gracia y evitar caer en las tentaciones a ti y a tu familia.
Dios te bendiga y te proteja.
Santa Faustina, ruega por nosotros.
Amén.
Dr. Victor Arce