Texto del Libro – El diario de Santa Faustina
Por la noche Jesús me dio el tema de la meditación, en el primer momento el temor y la alegría penetraron mi corazón entonces me estreché a su corazón y el temor desaparecía y se pudo y se quedó la alegría, me siento por completo como hijo de Dios y el señor me dijo: «No tengas miedo de nada, lo que está vedado a los demás te esta concedido a ti», la gracias que a otras almas no les está concedido ver ni siquiera desde lejos, te nutren a ti cada día como el pan cotidiano.
Reflexión: Ejercicios Espirituales: Primer día
Hermanos, Santa Faustina nos recuerda, si Dios te ha dado la gracia de descubrir tu vocación, también te dará la gracia de perseverar en ella, ahora los ejercicios purifican el alma del pecado y más que nada del hábito y afecto al pecado, los ejercicios nos van a de proveer de luces más vivas que nos descubra a nosotros mismos, nos pondrá de manifiesto lo que en nuestro propio fondo se esconde, revelando las causas y nos permitirá cortar el mal por su raíz y sanar, y la segunda gracia de los ejercicios consiste en renovar el espíritu de fervor, es cierto que el alma por sí misma va perdiendo de continuo en piedad, por eso que los ejercicios y combates de la vida espiritual gastan las fuerzas del alma, porque cuantas más cosas santas se haga, tanto mayor es la necesidad que uno tiene de recogerse con frecuencia y de escudriñar el corazón.
Los ejercicios preparan a una gracia mayor, la de gustar de Dios tanto en comunidad como en familia, junto con los hermanos. Reunidos todos alrededor del Padre, debemos ponernos bajo el amparo de María, si queremos hacer ejercicios, pues ella es madre de las almas interiores y administradora de los tesoros secretos de la bondad de Jesús.
Padre eterno yo te ofrezco el cuerpo, la sangre, el alma y la divinidad de tu amado hijo nuestro señor Jesucristo como propiciación de nuestros pecados y del mundo entero, y por su gloriosa pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero.
Oh sangre y agua que brotaste del corazón del Jesús como fuente de misericordia de nosotros, en ti confío.
Desearte un lindo día, que el señor de la misericordia te conceda las gracias de estos ejercicios a ti y a tu familia.
Dios te bendiga y te proteja.
Santa Faustina, ruega por nosotros.
Amén.
Dr. Victor Arce