Texto del Libro – El diario de Santa Faustina
Adorado seas, oh Dios misericordioso,
Por haberte dignado descender de los cielos a esta tierra.
Te adoramos en gran humildad,
Por haberte dignado elevar todo el género humano.
(106) Insondable en Tu misericordia, inconcebible,
Por amor a nosotros has tomado el cuerpo
De la Virgen Inmaculada, jamás rozada por el pecado,
Porque así lo has establecido desde la eternidad.
Reflexión: Virgen Inmaculada I
Adorado seas, Oh Dios misericordioso, por haberte dignado, descender de los cielos a esta tierra. Te adoramos en gran humildad por haberte dignado elevar todo el género humano.
Insondable en tu misericordia, inconcebible, por amor a nosotros has tomado el cuerpo de la virgen inmaculada, jamás rozada por el Pecado porque así lo has establecido desde la eternidad. “Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo, bendita tú entre todas las mujeres”. La Trinidad Santa, queriendo salvar a la humanidad determinó la elección de María para madre del hijo de Dios hecho hombre más aún. Quiso Dios que María fuera unida con un solo vínculo indisoluble, no solo al nacimiento humano y terrenal del verbo sino también a toda la obra de la redención que él llevaría a cabo. En el plan salvífico de Dios, María está siempre unida a Jesús, perfecto Dios y hombre perfecto. Mediador, único y redentor del género humano.
“Fue predestinada desde toda la eternidad como madre de Dios”, juntamente con la encarnación del verbo por disposición de la Divina Providencia. María desde el primer instante de su ser natural, quedó asociada a su hijo en la redención de la humanidad. Ella es la mujer de la que más habla el Génesis. Dijo a Dios a la serpiente: Pongo enemistad entre ti y la mujer, entre tu descendencia y la suya. María es la nueva Eva, de la que nacerá un nuevo linaje, que es la iglesia. En razón de esta elección, la virgen santísima recibió una plenitud de gracia mayor que la comedida a todos los ángeles y santos juntos como correspondía a la madre del Salvador.
Desearte un lindo día. El Señor de la misericordia te permita conocer a la Virgen Inmaculada, a ti y tu familia.
Dios te bendiga y te proteja.
Santa Faustina, ruega por nosotros.
Amén.
Dr. Victor Arce