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• Mark 9:30-37

Bishop Robert Barron

Amigos, en el Evangelio de hoy Jesús presenta a un niño como modelo para los discípulos que quieren ser importantes. Jesús dice a los discípulos lo que le sucederá en Jerusalén, cómo será rechazado, torturado y asesinado. Ajenos a esto, los discípulos estaban discutiendo quién de ellos era el más importante. Para Jesús, el camino a la grandeza se encuentra en el camino al Calvario, un amor que se olvida de sí mismo; para los discípulos, y para la mayoría de las personas de todas las edades, se encuentra en el camino a inflar el ego.

 

 

¿Cuál es el antídoto? Un niño se propone como una especie de ícono vivo para estos ambiciosos Apóstoles. Primero notamos cómo Jesús se identifica físicamente con el niño, sentándose a su nivel y colocando los brazos sobre él. Es como si dijera que Él mismo es un niño. ¿Por qué es esto? Porque los niños no saben cómo disimular, cómo ser de una manera y actuar de otra. Ellos son lo que son; actúan de acuerdo con su naturaleza más profunda. 

¿Por qué esta historia sobre la identificación de Jesús con los niños fue preservada en todos los Evangelios sinópticos? De alguna manera, se acerca al corazón de la vida y el mensaje de Jesús.

 

 

Cristóbal Magallanes y 24 compañeros, Santos

Memoria Litúrgica, 21 de mayo
Por: Catholic.net | Fuente: Catholic.net
25 Mártires Mexicanos

Martirologio Romano: Santos Cristóbal Magallanes, presbítero, y compañeros, mártires, que, perseguidos en diversas regiones de México en odio al nombre cristiano y a la Iglesia católica, por haber confesado fielmente a Cristo Rey alcanzaron la corona del martirio. († de 1915 a 1937).

Fecha de beatificación: 22 de noviembre de 1992 por S.S. Juan Pablo II


Fecha de canonización: 21 de mayo de 2000 por S.S. Juan Pablo II

Breve Reseña


La persecución religiosa de Méjico se extendió, en diferentes oleadas a lo largo de casi tres decenios del siglo XX. En 1911, apenas vencieron las fuerzas revolucionarias de Madero, sobre las de Porfirio Díaz, comenzó para los católicos un periodo de dos años en los que gozaron de igualdades jurídicas y políticas. En 1913, fue asesinado el presidente Madero, y fueron acusados los católicos y su jerarquía de ser causantes o apoyar el asesinato, con lo cual fueron víctimas de una cruel persecución por las fuerzas revolucionarias.

Venció el ejército de Carranza en 1914, que redactó la Constitucion anticlerical de 1917, donde se exiliaron a los obispos y la mayoría de los religiosos y el clero; se destruyeron iglesias y se prohibió el culto. En 1920, con la llegada del general Obregón se pusieron las bases para la paz religiosa, ablandando la censura, permitiendo el regreso de los obispos y el clero. En 1925, el presidente Calles, originó el cisma y volvió a la persecución religiosa, que originó un levantamiento del pueblo mejicano, llamados «cristeros» que reivindicaba la catolicidad del pueblo de Méjico, una parte del clero rural tuvo que ver en este levantamiento, y todo ello originó una fuerte persecución. Los obispos, la mayoría en el exilio, estuvieron divididos, y una parte no fue partidaria de la lucha armada. La Santa Sede a pesar de condenar la «Constitución de 1917», no apoyó a los «cristeros». El 1929, la Santa Sede consiguió y firmó con el gobierno mejicano «un modus vivendi» que comprometió al gobierno a firmar una amnistía a los clérigos y fieles y a deponer las armas a los cristeros. Hasta 1992, hubo en Méjico un estado laico, anticlerical, pero se «toleraba» a la Iglesia, hasta que se establecieron las relaciones diplomáticas con el Vaticano.

Fueron muchos los fieles que sufrieron el martirio por defender su fe, de entre ellos presentamos ahora a veinticinco que fueron proclamados santos de la Iglesia por Juan Pablo II.

El milagro de su canonización

 

Uno de los pasos formales en las causas de canonización en la iglesia católica es la verificación de un milagro obrado por Dios por intercesión del o de las personas para quienes se busca su inclusión en el canon de santos. En el caso de este grupo de 25 mártires cristeros, María del Carmen Pulido Cortes de Guadalajara, México, experimentó ese milagro.

Pulido, diagnosticada con una enfermedad incurable luego de que se descubrieran quistes (algunos extirpados quirúrgicamente) en el pecho, fue a Roma para el pedido de beatificación -de este grupo de mártires- acompañando a Fray José de Jesús Gálvez Amezcua, director en ese momento de un seminario de Guadalajara.

«Fui a Roma y rogué por mi curación, pero no sucedió», relató ella en una entrevista.

En 1993, Fray Gálvez le dio a Pulido un crucifijo de plata que contenía pequeños trozos de ropa, sangre y huesos de los 25 mártires cristeros.

Ella colocó el crucifijo sobre su pecho. “Estaba muy enferma”, le dijo al periodista, “pero apenas mi madre me dio la cruz con las reliquias sentí alivio. La cura fue instantánea”. Los médicos confirmaron que Pulido estaba completamente curada pero no pudieron explicar lo que había sucedido.

Luego de seis años de extensas investigaciones la Congregación para la Causa de los Santos presentó al Papa Juan Pablo II el caso y él firmó el decreto reconociendo el mismo como un milagro.


Los 25 santos canonizados el 21 de mayo del 2000 fueron:

Cristobal Magallanes Jara, Sacerdote
Roman Adame Rosales, Sacerdote
Rodrigo Aguilar Aleman, Sacerdote
Julio Alvarez Mendoza, Sacerdote
Luis Batis Sainz, Sacerdote
Agustin Caloca Cortés, Sacerdote
Mateo Correa Magallanes, Sacerdote
Atilano Cruz Alvarado, Sacerdote
Miguel De La Mora De La Mora, Sacerdote
Pedro Esqueda Ramirez, Sacerdote
Margarito Flores Garcia, Sacerdote
Jose Isabel Flores Varela, Sacerdote
David Galván Bermúdez, Sacerdote
Salvador Lara Puente, Laico
Pedro de Jesús Maldonado Lucero, Sacerdote
Jesus Mendez Montoya, Sacerdote
Manuel Morales, Laico
Justino Orona Madrigal, Sacerdote
Sabas Reyes Salazar, Sacerdote
Jose Maria Robles Hurtado, Sacerdote
David Roldan Lara, Laico
Toribio Romo Gonzalez, Sacerdote
Jenaro Sanchez Delgadillo
David Uribe Velasco, Sacerdote
Tranquilino Ubiarco Robles, Sacerdote

 

 

¿Y ahora qué?

Santo Evangelio según San Marcos 9,30-37.

 

 

Martes VII de Tiempo Ordinario.
Por: Jesús Salazar Brenes, LC
Fuente: somosrc.mx

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Cristo, Rey nuestro.
¡Venga tu Reino!



Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)



Señor, forma mi corazón manso y humilde como el tuyo.

Evangelio del día (para orientar tu meditación)


Del santo Evangelio según san Marcos 9,30-37



 

En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos atravesaban Galilea, pero él no quería que nadie lo supiera, porque iba enseñando a sus discípulos. Les decía: «El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres; le darán muerte, y tres días después de muerto, resucitará». Pero ellos no entendían aquellas palabras y tenían miedo de pedir explicaciones. Llegaron a Cafarnaúm, y una vez en casa, les preguntó: «De qué discutían por el camino?»

Pero ellos se quedaron callados, porque en el camino habían discutido sobre quién de ellos era el más importante. Entonces Jesús se sentó, llamó a los Doce y les dijo: «Si alguno quiere ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos».

Después, tomando a un niño, lo puso en medio de ellos, lo abrazó y les dijo: «El que reciba en mi nombre a uno de estos niños, a mí me recibe. Y el que me reciba a mí, no me recibe a mí, sino a aquel que me ha enviado».



Palabra del Señor


Medita lo que Dios te dice en el Evangelio

Ya hemos caminado con Jesús un buen trecho. Hace un par de días celebramos Pentecostés, pero ahora nos encontramos en la vida ordinaria y, precisamente por eso, debemos renovar el fuego y frescor de nuestra experiencia de Cristo en este tiempo de gracia. Recordemos en esta oración los momentos que hemos vivido quizás en misiones, en nuestro servicio parroquial, con nuestros amigos o familiares en el tiempo de Pascua.

Hoy Jesús nos lleva a nosotros, sus discípulos y amigos más íntimos, a la montaña porque nos quiere enseñar en un trinomio muy sencillo la clave para ser misioneros en la vida ordinaria. «Intimidad, humildad y acogida».

La intimidad es esa relación profunda en la cual el Señor nos está invitando a subir al monte para estar a solas con Él en oración, unos instantes. La montaña, espiritualmente hablando, es el lugar por excelencia donde se da la conversación de corazón a corazón. Ahí, sin que nosotros nos percatemos, el Señor nos va transformando a la vez que abre nuestro entendimiento para que su Buena Noticia sea la brújula que marque nuestro norte. En este pasaje del Evangelio, Jesús les advertía a sus discípulos en la montaña sobre la cruz que vendría, por eso cuando nos pese, no olvidemos nuestro encuentro con el Maestro.

La humildad es la segunda actitud del discípulo, porque sólo haciéndonos «humus» (tierra blanda y fértil) logramos el doble propósito de ser suelo donde pueda crecer la semilla de la Palabra, a la vez que nos hacemos camino suave para que otros pisen y lleguen a Cristo con menos obstáculos. No hay nada más contradictorio en un discípulo que llenar ese camino de piedras para cargarlas después sobre los hombros de los demás y así alcanzar él el primer puesto. «Quien quiera ser el primero que se haga servidor de todos». Si más de nosotros quisiéramos ser servidores, el mundo se llenaría de santos rápidamente.

El tercer elemento es fruto de los dos anteriores, la acogida. ¿Cuántas veces llegamos a la Iglesia como extraños y salimos como desconocidos? Al acoger a nuestros hermanos con bondad y alegría en nuestros grupos eclesiales, en las eucaristías de Domingo e inclusive en la calle, manifestamos un corazón que tiene intimidad con el Señor, busca vivir en humildad y vive en el fuego de quien hace presente el Reino de Cristo en el mundo.

«La tentación del «fariseísmo», es decir, de endurecer el corazón y cerrarlo al Señor y a los demás. Es la tentación de sentirse por encima de los demás y de someterlos por vanagloria, de tener la presunción de dejarse servir en lugar de servir. Es una tentación común que aparece desde el comienzo entre los discípulos, los cuales -dice el Evangelio- «por el camino habían discutido quién era el más importante». El antídoto a este veneno es: «Quien quiera ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos»». (Homilía de S.S. Francisco, 29 de abril de 2017).

Diálogo con Cristo

Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.

Propósito

Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.

Hoy procuraré vivir la humildad hablando bien de los demás y contagiando mi alegría cristiana.

Despedida

Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!

¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.

Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

Amén.

 

 

San Cristóbal Magallanes, el cura que se ofreció por la paz

 

 

Conoce la historia de un sacerdote mexicano y otros mártires en la Guerra de los Cristeros

Cristóbal Magallanes nació en el rancho de San Rafael, en Totatiche (Jalisco, México) el 30 de julio de 1869.

Desde pequeño ya era muy devoto de la Virgen del Rosario y del Sagrado Corazón de Jesús.

Ingresó en el seminario de Guadalajara a los 19 años. Una vez ordenado, se le destinó a la parroquia de su pueblo.

Se distinguió por su honradez y su piedad. Se preocupó de mejorar las condiciones de vida de sus paisanos.

Hizo mejoras como la introducción del riego en la agricultura gracias a la construcción de la presa de la Candelaria.

Fundó varios colegios y escuelas de primeras letras, abrió el hospicio de Azqueltán, creó un asilo para ancianos y predicó entre los indígenas huicholes.

Puso capillas en los ranchos de su área. Además, elevó el nivel cultural con la creación de una banda de música.

Hombres de paz acusados de rebeldes

Sin embargo, el 1 de agosto de 1926 se decretó la suspensión del culto público y los católicos quisieron luchar por recuperar el derecho a la libertad religiosa y al culto. Magallanes se negaba a que se emplearan las armas para conseguir justicia.

El sacerdote fue perseguido durante cuatro meses por cerros y barrancos y finalmente el 21 de mayo de 1927 fue detenido por soldados del ejército.

También detuvieron al padre Caloca. Les acusaron de fomentar la rebeldía y declararon:

“No habrán tenido parte alguna en el movimiento cristero, pero basta que sean sacerdotes para hacerlos responsables de la rebelión”.

“Solo un momento y estaremos en el cielo”

La mañana del 25 de mayo fueron ejecutados. Antes de morir, Magallanes dijo:

“Soy y muero inocente; perdono de corazón a los autores de mi muerte y pido a Dios que mi sangre sirva para la paz de los mexicanos desunidos”.

Y dijo a su compañero:

“Padre, solo un momento y estaremos en el Cielo”.

Sus compañeros mártires son 21 sacerdotes (entre ellos san Sabas Reyes) y 3 laicos.

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Oración

Oh Dios, que concediste al santo mártir Cristóbal Magallanes
una vida apostólica y una gloriosa muerte
y permitiste que ofreciera el sacrificio de su vida
por la unión de los mexicanos,
concédenos Señor ese espíritu de unión y paz
que él tanto anhelaba
y la gracia que te estamos pidiendo por su intercesión.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.

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