Texto del Libro – El diario de Santa Faustina
Adorado seas, Único en la Santísima Trinidad,
Dios misericordioso,
Insondable, infinito, inconcebible.
Sumergiéndose en Ti, su mente no logra comprenderte,
Por lo tanto repiten sin cesar su eterno: Santo.
Glorificado seas, nuestro misericordioso Creador y Señor, Omnipotente, pero lleno de piedad inconcebible.
Amarte es una tarea de nuestra existencia,
Cantando nuestro himno eterno Santo…..
Reflexión: Santísima Trinidad I
Adorado seas único en la Santísima Trinidad, Dios misericordioso, insondable, infinito, inconcebible. Sumergiéndose en ti, mi mente no logra comprenderte. Por lo tanto, repiten sin cesar tu eterno santo. Glorificado seas nuestro misericordioso Creador y Señor omnipotente, pero lleno de piedad, inconcebible. Amarte es una tarea de nuestra existencia, cantando nuestro himno eterno santo. Si alguno me ama, guardará mi palabra y mi Padre la amará. Vendremos a él y haremos morada en él. El Señor se refiere a una presencia muy distinta. Es la presencia en cada persona que le ame, que esté en gracia. Es la presencia de la Trinidad en el alma que haya renacido por la gracia. Es una de las enseñanzas fundamentales para la vida cristiana. San Pablo nos dice, ¿Por qué vosotros sois templos de Dios vivo? Debemos aprender a tratar cada vez más y mejor a Dios que mora en nosotros. Nuestra alma por esa presencia divina se convierte en un pequeño cielo. En el momento de nuestro bautismo vinieron a nuestra alma las tres personas de la Beatísima Trinidad. Esta presencia se pierde por el pecado mortal. A veces pensamos que Dios está muy lejos y está más cerca de lo que imaginamos, pero para hablar con Dios presente realmente en el alma, en gracia es necesario el recogimiento de los sentidos, sabernos templos de Dios y actuar siempre en esa certeza, rodearse de amor, de un silencio sonoro, esa presencia íntima de la Trinidad en nuestra alma. La presencia de las tres personas divinas en el alma en gracia es una presencia, una abierta a nuestro trato, ordenada al conocimiento y al amor con que podemos corresponder. Enseña San Gregorio Magno el primer escalón para que el alma llegue a contemplar la naturaleza Invisible de Dios es recogerse en sí mismo.
Desearte un lindo día. El Señor de la misericordia te conceda conocer a la Santísima Trinidad, a ti y tu familia.
Dios te bendiga y te proteja.
Santa Faustina, ruega por nosotros.
Amén.
Dr. Victor Arce