• John 16:5-11
Bishop Robert Barron
Amigos, una vez más en el Evangelio Jesús promete enviarnos el Espíritu Santo. El Espíritu es el combustible de la Iglesia, la energía y fuerza vital del Cuerpo de Cristo. Y no podemos alcanzarlo con ningún esfuerzo heroico. Solo podemos conseguirlo pidiendo por Él. Por eso, durante los últimos dos mil años la Iglesia ha pedido por este poder que viene de lo alto.
Jesús nos dijo que el Padre nunca rechazaría a quien pidiera el Espíritu Santo. ¡Así que pidamos! ¡Y volvamos a pedir! Y nos damos cuenta de que en cada liturgia pedimos por el Espíritu Santo. El Padre Hesburgh de Notre Dame alguna vez comentó que la única oración que siempre es apropiada, ya sea con éxito o fracaso, tengamos confianza o miedo, seamos jóvenes o viejos, es “¡Ven, Espíritu Santo!”.
Y tiene razón, porque esta es la oración fundamental de la Iglesia. Eso sí, hay que rezar como lo hicieron los primeros Apóstoles, en presencia de María y con su apoyo. En el Ave María decimos: “Ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte”. ¿Por qué le pedimos que ore sino por el Espíritu Santo?
Rosa Venerini, Santa
Virgen y Fundadora, 7 de mayo
Por: n/a | Fuente: Vatican.va
Fundadora de las Pías Maestras Venerini
Martirologio Romano: En Roma, santa Rosa Venerini, virgen, que nació en Viterbo y fundó las Maestras Pías, con las cuales abrió en Italia las primeras escuelas para la educación de las niñas († 1728).
Etimológicamente: Rosa = Aquella que es bella y dulce como una rosa, es de origen latino.
Fecha de beatificación: 4 de mayo de 1952, durante el pontificado de Pío XII
Fecha de canonización: 15 de octubre de 2006, durante el pontificado de S.S. Benedicto XVI
Breve Biografía
Rosa VENERINI nació en Viterbo en el día 9 de febrero de 1656. Su padre, Goffredo, originario de Castelleone di Suasa (Ancona), después de haber conseguido el título en medicina en Roma, se trasladó para Viterbo y ejerció brillantemente la profesión de médico en el Hospital Grande. De su matrimonio con Marzia Zampichetti, miembro de una antigua familia viterbense, nacieron cuatro hijos: Domingo, María Magdalena, Rosa y Horacio.
Rosa, por naturaleza, era dotada de inteligencia y de sensibilidad humana fuera del común. La educación recibida en la familia le permitió desarrollar los numerosos talentos de mente y de corazón y de formarse bajo principios cristianos sólidos.
A la edad de siete años, según su primer biógrafo, Padre Jerónimo Andreucci S.I., hizo voto de consagrar a Dios su vida. Durante la primera fase de su juventud, vivió el conflicto entre las seducciones del mundo y la promesa hecha a Dios. Superó tal conflicto con oraciones y muchos sacrificios.
A los 20 años, Rosa se interrogaba sobre su porvenir. En aquel tiempo la mujer podía escoger apenas entre las dos orientaciones de vida: el casamiento o el convento. Rosa estimaba las dos opciones, pero se sentía atraída para realizar otro proyecto para el bien de la Iglesia y de la sociedad de su tiempo. Tendrá que pasar mucho tiempo dedicado a los sacrificios y a la búsqueda, para ser impulsada interiormente por intuiciones proféticas, que le llevarán a una solución innovadora.
En otoño del 1676, de acuerdo con su padre, Rosa entró en el Monasterio Dominico de Santa Catalina en Viterbo con la perspectiva de realizar su voto. Junto a su tía Ana Cecilia aprendió a escuchar Dios en el silencio y en la meditación. Se quedó en el Monasterio pocos meses porque la muerte prematura de su padre la obligó a regresar para acompañar en el sufrimiento a su madre.
En los años siguientes Rosa vivió acontecimientos trágicos en su familia: el hermano Domingo falleció con apenas 27 años de edad, enseguida, muere también su madre quien no aguantó el dolor. Su hermana María Magdalena contrajo matrimonio.
Permanecían en casa solamente Horacio y Rosa que a esta altura tenía 24 años.
Impulsada por el deseo de hacer algo grande para Dios, en mayo de 1684 la Santa comenzó reunir en su casa a las niñas y mujeres de la vecindad para rezar el Rosario. El modo de orar de las jóvenes y de sus madres, y sobre todo las charlas que precedían y seguían a la oración, abrieron la mente y el corazón de Rosa frente a la triste realidad: la mujer pobre era esclava de la pobreza cultural, moral y espiritual. Entendió, entonces, que el Señor la llamaba a una misión más alta que, gradualmente, la llenaba de la urgencia de dedicarse a la instrucción y formación cristiana de las jóvenes, no con encuentros periódicos, sino con una Escuela entendida en el sentido total de la palabra.
En el día 30 de agosto del 1685, con la aprobación del Obispo de Viterbo, Cardenal Urbano Sacchetti y la colaboración de dos compañeras, Gerolama Coluzzelli y Porzia Bacci, Rosa dejó la casa paterna para dar inicio a su primera escuela, proyectada según un designio original que había madurado en la oración y en la búsqueda de la Voluntad de Dios. El primero objetivo de la Fundadora era lo de ofrecer a las niñas de la población pobre una formación cristiana completa y de prepararlas para la vida civil. Sin grandes pretensiones, Rosa había abierto la primera «Escuela Pública femenina en Italia». El origen era humilde, pero de grandeza profética: la promoción humana y la elevación espiritual de la mujer eran una realidad que no tardaría en recibir el reconocimiento de las autoridades religiosas y civiles.
El crecimiento de la Obra.
En el comienzo no fue fácil: Las tres primeras Maestras tuvieron que afrontar las resistencias del Clero que sentía como exclusividad suya enseñar el catecismo; pero la resistencia más fuerte venía de los intelectuales que se sentían escandalizados al ver la osadía de una mujer, de la alta burguesía viterbense, que tomaba con seriedad y amor la educación de las niñas de la baja clase social. Rosa enfrentó todo por amor a Dios, y con firmeza que era la caracterizaba, prosiguió el camino que había iniciado, teniendo ahora más que nunca, la certeza de estar dentro de un verdadero Proyecto de Dios.
Los resultados le dieron razón: ¡los propios Párrocos constataron el bien qué estas Escuelas Pías surtieron entre las niñas y sus madres!. La valía de aquella iniciativa fue reconocida y la fama sobrepasó los confines de la Diócesis. El Cardenal Marcos Antonio Barbarigo, Obispo de Montefiascone, comprendió la genialidad del proyecto viterbense e invitó a la Santa a su diócesis. La Fundadora, siempre lista, contestó a la invitación: de 1692 a 1694 Rosa abrió una decena de escuelas en Montefiascone y en las Ciudades situadas alrededor del lago de Bolsena. El Cardenal suministraba los medios materiales y Rosa concienciaba las familias, preparaba las maestras y organizaba la Escuela. Cuando tuvo que tornar a Viterbo, para cuidar de la estabilidad de su primera obra, Rosa confió las Escuelas y las Maestras a la dirección de una joven, Lucia Filippini, cuyas calidades, de mente, de corazón y de espíritu, ya había percibido antes.
Después de las Escuelas de Viterbo y Montefiascone, fueron abiertas otras en la región de Lazio. Rosa llegó a Roma en el año 1706, pero la primera experiencia romana fue para ella un fracaso total. Esto le marcó hondamente y la forzó a esperar un período largo de seis años antes de reconquistar la confianza de las autoridades. En el día 8 de diciembre del 1713, con ayuda del Abad Degli Atti, gran amigo de la familia Venerini, Rosa pudo abrir su Escuela en el centro de Roma, a los pies del Capitolio. El 24 de octubre de 1716 recibió a visita del Papa Clemente XI, que acompañado por ocho Cardenales, quiso asistir a las clases. Maravillado y lleno de complacencia, al fin de la mañana, se dirigió a la fundadora con estas palabras: «¡Señora Rosa, usted hace lo que nosotros no podemos hacer!. Le agradecemos mucho porque, estas escuelas, ¡santificarán Roma!».
Desde aquel momento, Gobernadores y Cardenales pidieron las escuelas para sus territorios. El trabajo de la Fundadora se volvió intenso, lleno de peregrinaciones y de cansancio para la formación de nuevas comunidades. Fue, también, motivo de mucha alegría y de sacrificios. Donde surgía una escuela, luego se notaba un radical cambio positivo, de la juventud.
Rosa Venerini murió santamente en la casa de San Marcos en Roma, en la noche del 7 de mayo de 1728. Había abierto más de 40 Escuelas. Su cuerpo fue sepultado en la Iglesia de Jesús (Roma) que ella tanto amaba. En el año 1952, por ocasión de la Beatificación, sus restos mortales fueron trasladados en la Capilla de la Casa General, en Roma.
La Espiritualidad
Durante toda su vida, Rosa siempre se movió adentro del océano de la Voluntad de Dios. Decía: «me siento tan apegada a la Voluntad de Dios, que no me importa ni la muerte ni la vida, quiero lo que Él quiere, quiero servirle lo cuanto Él quiere ser servido por mí y nada más! ». Después de un primera contacto con los Padres Dominicos del Santuario «Madonna della Quercia» en los alrededores de Viterbo, siguió la dirección espiritual del P. Ignacio Martinelli, y acogió fielmente la espiritualidad austera y equilibrada de San Ignacio de Loyola creada para la dirección de los Jesuitas.
Las crisis de la adolescentes, las perplejidades de la juventud, la busca de nuevos caminos, la fundación de las Escuelas y de las Comunidades, las relaciones con la Iglesia y con el mundo, todo era orientado al Querer Divino. La oración era el aire que respiraba durante toda su jornada.
Rosa no imponía a sí misma ni a sus hijas largas oraciones pero recomendaba qué la vida de las Maestras, en el ejercicio del ministerio educativo, ¡fuese un continuado hablar con Dios, de Dios, para Dios!. La íntima comunión con el Señor era mantenida por la oración mental que la Santa consideraba «alimento esencial del alma». En la meditación, Rosa escuchaba al Maestro que enseñaba caminando por las carreteras de Palestina, pero, de manera particular, desde lo alto de la Cruz.
Con lo mirada fija en Jesús Crucificado, Rosa sentía cada vez más fuerte dentro de sí la pasión para la salvación de las criaturas humanas. Por eso, vivía cada día la Eucaristía de manera mística: en su imaginación, la Santa veía el mundo como un gran círculo; se colocaba en el centro y contemplaba Jesús, Víctima inmaculada, que en todo rincón de la tierra se ofrecía al Padre a través del Sacrificio Eucarístico. Llamaba a este modo de elevarse a Dios «el Círculo Máximo». Con oración incesante, participaba espiritualmente de todas las Santas Misas que eran celebradas en toda parte del mundo: unía los dolores, el cansancio, las alegrías de su vida a los sufrimientos de Jesucristo, preocupándose que la Preciosa Sangre de Jesús no fuese derramado en vano.
El Carisma
Podemos sintetizar el carisma de Rosa Venerini en pocas palabras. Vivió consumada por dos grandes pasiones: la pasión por Dios y la pasión por la salvación de las criaturas humanas. Cuando comprendió que las niñas y las mujeres de su tiempo tenían necesidad de ser educadas e instruidas sobre las verdades de la Fe y de la Moral, no escatimó tiempo, trabajo, luchas, dificultades de todo tipo al fin de contestar al llamado de Dios. Era consciente de que el anuncio de la Buena Nueva sólo podía ser acogido, si antes, las personas fuesen liberadas de las tiniebla de la ignorancia y del error. Además, había intuido que la formación profesional podía conseguir para la mujer una promoción humana y un reconocimiento en la sociedad. Este proyecto requería una Comunidad Educadora, sin pretensiones. Rosa, con gran anticipación histórica, ofreció a la Iglesia el estilo de la Comunidad Religiosa Apostólica.
Rosa no ejerció su misión educativa sólo en la escuela, sino usó todas las oportunidades que tuvo para anunciar el Amor de Dios: confortaba y curaba a los enfermos, reanimaba a los desesperanzados, consolaba a los afligidos, invitaba a los pecadores a la vida nueva, exhortaba a la fidelidad a las personas consagradas, auxiliaba a los pobres, combatía toda forma de esclavitud moral. Educar para salvar se volvió el lema que impulsa a las Pías Maestras Venerini a continuar la Obra del Señor de acuerdo a los deseos de su Fundadora y a irradiar por el mundo el Carisma de la Santa Madre: liberar a la criatura humana de la ignorancia y del mal para que el Proyecto de Dios, que cada persona posee, se vuelva visible.
Es ésta a magnifica herencia que Rosa Venerini dejó a sus hijas; doquiera que estén: en Italia, como en los otros Países, las Pías Maestras buscan vivir y transmitir el deseo apostólico de la Madre, privilegiando a los más pobres. La Congregación, después de haber dado su contribución en favor de los italianos emigrados a los E.U.A., desde 1909, y en Suiza de 1971 al año 1985, expandió su actividad apostólica en otros Países: en India, en Brasil, en los Camerún, en Rumania, en Chile, en Venezuela, en la Albania y en Nigeria.
Mi abogado
Santo Evangelio según San Juan 16, 5-11.
Martes VI de Pascua.
Por: José Romero, LC
Fuente: somosrc.mx
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Cristo, Rey nuestro.
¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Ven Espíritu Santo, llena con tu luz y amor el corazón de tu siervo.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Juan 16, 5-11
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Me voy ya al que me envió y ninguno de ustedes me pregunta: ‘¿A dónde vas?’ Es que su corazón se ha llenado de tristeza porque les he dicho estas cosas. Sin embargo, es cierto lo que les digo: les conviene que me vaya; porque si no me voy, no vendrá a ustedes el Paráclito; en cambio, si me voy, yo se lo enviaré. Y cuando él venga, establecerá la culpabilidad del mundo en materia de pecado, de justicia y de juicio; de pecado, porque ellos no han creído en mí; de justicia, porque me voy al Padre y ya no me verán ustedes; de juicio, porque el príncipe de este mundo ya está condenado».
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
Anteriormente era muy común, por mi apariencia física y mis gustos de caminar por la noche, que la policía me detuviera. Nunca tuve miedo que algo me pasara porque en mi familia hay muchos abogados, incluyendo a dos de mis hermanos. Aunque nunca cometí algún delito, siempre tenía la certeza que, si algo me pasaba, mis hermanos me ayudarían, creía en ellos. Mis hermanos son para mí algo similar como es el Espíritu Santo para el cristiano.
Mis hermanos siempre me iban ayudar por ser abogados y el Espíritu Santo siempre va ayudar a un cristiano por ser el Defensor, el abogado del hombre.
Pero así como hubiera necesitado llamar a mis hermanos por teléfono para que me ayudarán si algo me hubiera pasado, así necesito llamar al Espíritu Santo para que me ayude cuando tengo problemas. El teléfono para llamar al Espíritu Santo es mi fe, una fe sustentada en una confianza en Él; así como yo confiaba en que mis hermanos me ayudarían, así debo confiar en que Dios me ayudará.
Pero la razón por la cual mis hermanos me ayudaban no era el dinero, era el amor que ellos me tienen y yo sólo les podía pagar con lo mismo, con amor. Al igual que mis hermanos, el Espíritu Santo sólo obra por amor, Él me defiende de todo, no porque me pedirá algo, me defiende porque me ama y yo sólo puedo darle amor. El que cada cristiano conozca que el obrar del Espíritu Santo es por el amor que me tiene debe ser la razón por la cual mi confianza esté en Él, para que mi fe sea verdadera.
Porque Dios me ama está siempre presente; porque Dios me ama siempre me ayudará; porque Dios me ama yo puedo amarle. Así como lo importante de mis hermanos no es que sean abogados sino que son mis hermanos, que los amo y ellos me aman, lo importante de la presencia del Espíritu Santo no es que me ayuda en todo sino que soy testigo del amor de Dios y por ese amor puedo amarle.
«Jesús promete a sus amigos, en ese momento triste, oscuro, que, después de Él, recibirán «otro Paráclito». Esta palabra significa otro «Abogado», otro Defensor, otro Consolador: «el Espíritu de la verdad»; y añade: «no os dejaré huérfanos: volveré a vosotros». Estas palabras transmiten la alegría de una nueva venida de Cristo: Él, resucitado y glorificado, vive en el Padre y, al mismo tiempo, viene a nosotros en el Espíritu Santo. Y en esta su nueva venida se revela nuestra unión con Él y con el Padre: «comprenderéis que yo estoy en mi Padre y vosotros en mí y yo en vosotros»». (Homilía de S.S. Francisco, 21 de mayo de 2017).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Agradecer, hoy, la infinita gracia de tener el auxilio del Espíritu Santo.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Mayo: Celebra a María y grandes misterios católicos
Un mes lleno de celebraciones y efemérides
El mes de mayo en el hemisferio norte es el mes central de la primavera y por ello se dedica a la Virgen María. La piedad popular se vuelca en actos de piedad, veneración y culto hacia Nuestra Señora la Virgen María. Todo el mes está dedicado a María y cada día hay una invocación a Ella, Madre de Nuestro Señor Jesucristo.
La tradición más popular es tal vez las romerías, aud consisten en venerar a la Virgen María visitando un santuario o ermita –hay tantas— dedicadas a María con distintas advocaciones.
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Además, en el aspecto litúrgico se contemplan grandes misterios centrales de la fe católica: la Ascensión del Señor y Pentecostés o venida del Espíritu Santo.
El mes mayo presenta numerosas efemérides religiosas y civiles.
Día 1.- Día Internacional del Trabajo, recordando la huelga general de los trabajadores de Chicago (Estados Unidos). Días 14 y 15.- Se celebra la independencia de Paraguay. Día 15.- La ONU celebra el Día Internacional de la Familia. Día 24.- El 24 de mayo de 1822 tuvo lugar la batalla de Pichincha en Quito, y se proclamó la independencia de Ecuador. 25- Argentina celebra el aniversario de la Revolución de Mayo que fundó el país y se creó el primer gobierno patrio.
Este es el santoral litúrgico de mayo:
Día 1.- San José Obrero
El Evangelio nos cuenta que el oficio de José de Nazaret, el que enseñó a Jesús, era el de faber, artesano, carpintero. San José era pues un trabajador manual como tantos otros.
Adoptando Jesús este trabajo, enseñó que el trabajo manual y el trabajo en general puede y debe llevarnos a la santidad, lo mismo que la vida de familia y las relaciones sociales, según el documento del papa Francisco Gaudete et exultate sobre la llamada universal a la santidad.
La fiesta en su origen es de tipo civil, y recuerda una huelga general en Chicago. El papa Pío XII instituyó esta fiesta de san José Obrero en coincidencia el Día Mundial del Trabajo, el año 1955.
¿Qué se contempla este día? Vivir las virtudes cristianas en el trabajo de cada día (ser leales, buenos compañeros, magnánimos, respetuosos con la libertad de los demás, alegres, reconocer los propios derechos y obligaciones, reconocer los propios errores, ser justos con todos, vivir la presencia de Dios…).
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Día 2.- San Atanasio, obispo y doctor de la Iglesia (296-373)
Nació en Alejandría y a los 24 años fue ordenado diácono. Acompañó al obispo Alejandro de Alejandría al Concilio de Nicea I (325) y desde entonces se convirtió en un ferviente defensor de las conclusiones del Concilio contra los arrianos que no creían en la naturaleza divina de Jesucristo y que este Concilio lo condenó.
Sufrió el acoso de los arrianos y fue desterrado hasta en cinco ocasiones. En estos destierros contactó con monasterios e influyó para que los monjes recibieran la ordenación sacerdotal.
Día 3.- San Felipe y Santiago el Menor Apóstoles y mártires (Siglo I)
Fueron dos entre los Doce Apóstoles, elegidos por Jesús. Felipe era hijo de Alfeo, de Caná de Galilea, y nació en Betsaida. Estuvo presente en las Bodas de Caná y era un familiar de Jesús (por eso es llamado “hermano de Jesús”, es decir familiar o primo según el lenguaje de aquel tiempo).
Fue Felipe quien llamó a su hermano Natanael, llamado también Bartolomé, para presentarle a Jesús.
Hegesipo, historiador del siglo II, dice: “Santiago era llamado ‘El Santo’. La gente estaba segura de que nunca había cometido un pecado grave. Jamás comía carne, ni tomaba licores. Fue llamado “obispo de Jerusalén”.
Las autoridades religiosas –que eran también las civiles—del pueblo judío, tomaron la decisión de darle muerte: le llevaron a la parte más alta del Templo y lo echaron abajo.
El historiador judío, Flavio Josefo, dice que a Jerusalén le llegaron grandes castigos de Dios, por haber asesinado a Santiago que era considerado el hombre más santo de su tiempo.
Es autor de una Carta donde manifiesta su gran amor a Dios y a los hombres, especialmente a los pobres, y dijo: “la fe sin obras, está muerta” (1, 20).
San Pablo dice que san Pedro, junto con san Juan y Santiago, fueron las columnas de la Iglesia primitiva.
Los restos de los dos apóstoles (Juan y Santiago) fueron llevados a Roma en el siglo VI. Luego, en medio de guerras, tempestades y muchas vicisitudes, la tumba de Santiago fue a parar donde hoy está Santiago de Compostela, al noroeste de España.
Día 4.- San Florián Mártir (¿?-304)
Patrono de Polonia y patrono contra la guerra y los ahogamientos. Murió mártir durante la persecución del emperador Diocleciano.
Fue arrojado desde el puente hasta el río Enns, afluente del Danubio, con una piedra atada al cuello.
Era un oficial romano que voluntariamente confesó que era cristiano y se entregó en la localidad de Lorch, actualmente Alemania.
Su cuerpo fue trasladado a Roma.
Día 5.- San Ángel, mártir (1185-1226)
Fue un santo converso del judaísmo y uno de los primeros miembros de la Orden del Carmelo.
Nació en Jerusalén y vivió como ermitaño en el Monte Carmelo. Junto con otros carmelitas viajó a Roma para que el papa Honorio III aprobara la Regla del Carmen, que data del 1226.
Ese año, y mientras predicaba en Licata (Sicilia) fue acuchillado por un grupo de malhechores.
Convirtió a muchos judíos al cristianismo, y solo en Palermo se cuentan unos 200.
Día 6.- Santo Domingo Savio, Niño (1842-1857)
Nació en una familia muy humilde. Era un buen estudiante y muy piadoso. Recibió la Primera Comunión a los 7 años, cuando en la época se recibía a los 12.
Fue monaguillo y muy devoto de la Eucaristía. Vivió episodios de éxtasis después de la misa y la comunión.
A los 12 años se encontró por vez primera con san Juan Bosco y le pidió ser admitido en el colegio que tenía para niños pobres.
Destacó en el colegio por su alegría, y repetía: “Nosotros demostramos la santidad estando siempre alegres”.
Fundó una asociación llamada “Compañía de la Inmaculada” para mejorar la piedad y dedicarse al apostolado.
San Juan Bosco, cuando fundó la Comunidad Salesiana, de sus 18 primeros jóvenes, 11 eran de la asociación de Domingo Savio.
Cuando murió, de enfermedad natural, a los 15 años, san Juan Bosco, su maestro, lloró: “Este jovencito -dijo— muere de amor, de amor a Dios”.
Día 7.- Beata Madre María de San José, fundadora. (1875-1967)
Fundadora de las madres Agustinas Recoletas. Es la primera beata de Venezuela. Nació en Choroní, en el Estado de Aragua.
Hija de un coronel, Clemente Alvarado, pronto fue a vivir a Maracay con su familia. Desde muy joven manifestó su temple espiritual, pues su padre no era creyente y antes de morir recibió los sacramentos.
Por esta gracia de Dios, Beata Madre María prometió guardar ayuno perpetuo, pero solo duró 10 años porque se lo dispensó el padre Vicente López, a causa de su salud.
Trabajó en el Hospital de San José de Maracay, donde se consagró como hermana hospitalaria agustina. Fundó la Congregación Hermanas Agustinas Recoletas del Sagrado Corazón de Jesús, siendo ella su primera Superiora General.
Dicha congregación tiene el objetivo de ayudar a las niñas abandonadas, y ancianos pobres. Rigió la congregación como superiora general hasta el año 1960.
Día 8.- Beata Miriam Teresa Demjanovich (1901-1927)
Nació en Nueva Jersey (USA). Era la más joven de una familia de siete hijos inmigrantes, procedentes de la región de Rutenia (el este de Eslovaquia, Centroeuropa).
Vivió junto a las refinerías de petróleo. Ingresó como religiosa en la Congregación de las Hermanas de la Caridad de Santa Isabel.
Fue profesora en la Academy of Saint Aloysius en Jersey City. Destacó entre todos por su caridad y su humildad, así como su genuina piedad.
A los 26 años enfermó de agotamiento físico y nervioso, con miocarditis y apendicitis aguda.
Hizo la profesión de votos permanente in artículo mortis. Fue beatificada por el papa Francisco en territorio estadounidense.
Día 9.- Santa Luisa de Marillac (1591-1660)
Religiosa francesa fue cofundadora de las Hijas de la Caridad, junto con San Vicente Paúl, una congregación de religiosa de un marcado acento asistencial en favor de los pobres, con atención especial a los hospitales, orfanatos, psiquiátricos, ente otros.
Era sobrina del que fue canciller de Francia, Michel de Marillac, quien a su vez fue tutor de la santa.
Como no tenía buena salud, Luisa de Marillac no fue aceptada por las madres capuchinas. Por tal motivo contrajo matrimonio y tuvo un hijo. Su marido, Antoine Le Gras, murió poco después.
Luisa vio que consagrándose completamente a Dios tenía por delante una misión clara: poner orden al desconcierto de la asistencia social en Francia.
Reunió en torno a ella a un grupo de jóvenes dispuesta a amar a Cristo a través de los pobres, y comenzó su labor fundacional, junto con san Vicente Paúl.
Su lema era: “amar a los pobres y honrarlos, como honrarían al propio Cristo”.
Su capacidad organizativa hizo que las religiosas participaran en hospitales, orfanatorios, asilos para ancanos y psiquiátricos para enfermos mentales y ayudando a las víctimas de la Guerra de los Treinta Años.
Fundó comunidades en treinta ciudades. Es patrona de los trabajadores sociales y cuidadores.
Día 10.- San Damián de Molokai (1840-1889)
Fue un misionero de origen belga de la congregación de los Sagrados Corazones que dedicó su vida a cuidar a los leprosos de la isla de Molokai, en Hawai.
Día 11.- San Ignacio de Laconi, (1701-1781)
Hermano profeso capuchino, natural de Cerdeña (Italia), vivió una vida sencilla, humilde. No se movió de Cerdeña.
Su fama de santidad recorrió dos siglos, pero solo hasta Pío XII no fue canonizado.
No protagonizó leyendas, ni cosas demasiado extraordinarias, y sin embargo sus virtudes vividas hasta el heroísmo, en un convento de Cagliari, capital de Cerdeña, hizo que le proclamaran santo.
Fray Ignacio fue hijo de un pastor sardo, y crecía débil y con escasa salud. No le querían en el convento y fue a buscar la intercesión de un marqués benefactor de los Franciscanos Capuchinos.
Entró en el convento y muchos frailes se maravillaron por las virtudes y piedad del joven Ignacio.
Día 12.- San Leopoldo Myic (1866-1942)
Religioso franciscano capuchino y presbítero, de joven tenía una salud débil, pero ingresó a los 16 años a la Orden de los Franciscanos Capuchinos.
Nacido en Croacia, quiso dedicarse a la unidad entre los católicos y los ortodoxos. Se trasladó a Venecia a tal fin. Murió de un ataque cerebral a los 76 años.
Fue admirable su sacerdocio siempre dispuesto a entrar al confesionario para escuchar, aconsejar y comprender a un sinfín de fieles, en el convento de los capuchinos de Padua.
-Beato Álvaro del Portillo (1914-1994)
Fue el sucesor de san Josemaría Escrivá, fundador de la Prelatura Personal del Opus Dei. Salvo el paréntesis de la Guerra Civil española (1936-39) vivió siempre junto a san Josemaría.
Participó en los trabajos del Concilio Vaticano II. Fue ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, doctor en Filosofía y Letras, y doctor en Derecho Canónico.
Tenía in trato muy afable y fue un fiel servidor y difusor de la doctrina del fundador del Opus Dei, basada en la santificación del trabajo ordinario de los laicos, viviendo una entrega a los demás en una espiritualidad basada en la filiación divina, la oración, la Santa Misa y una profunda devoción a la Virgen María.
Murió al volver a Roma de un viaje a Tierra Santa. San Juan Pablo II fue a rezar ante sus restos mortales.
Día 13.- Nuestra Señora de Fátima
Conmemora las apariciones de la Virgen en Fátima, una aldea de Portugal. Se apareció a tres niños, tres pastorcillos, a quienes confió el mensaje de que el mundo rezara el Rosario y también les confió tres secretos, uno de ellos sobre el fin del comunismo en Rusia.
La devoción a la Virgen de Fátima ha sido muy popular en todo el mundo. La imagen de esta Virgen lleva incrustada en su corona la bala con la que fue herido gravemente en un atentado el papa san Juan Pablo II en la plaza de San Pedro. El Papa consideró que no murió por una gracia especial de la Virgen de Fátima.
Ha obrado numerosos milagros a quienes la han invocado con fe, en especial en la curación de los enfermos. Invocan a la Virgen de Fátima especialmente los devotos al Inmaculado Corazón María.
Día 14.- San Matías, Apóstol y mártir. (¿?-63)
Pocos días después de la Ascensión del Señor a los cielos, san Pedro y los apóstoles se reunieron, con María Santísima, y decidieron sustituir al que fue apóstol, Judas Iscariote, que traicionó a Jesús y luego se suicidó.
Echaron suertes, después de mucha oración, y recayó el nombramiento sobre Matías y el colegio apostólico volvió a estar formado por doce apóstoles, como estaba escrito.
Matías fue miembro del grupo de los “setenta y dos” que los envió Jesús a predicar y era testigo presencial de michas enseñanzas y milagros de Jesús.
Predicó en Judea, Etiopía, Macedonia y Georgia. Por su predicación fue perseguido, torturado y murió crucificado.
Día 15.- San Isidro Labrador (1082-1172)
Patrono de los agricultores y trabajadores del campo, y también de la ciudad de Madrid, donde nació.
Isidro procedía de una familia campesina mozárabe. En su familia le enseñaron a ser constante en la oración, en la Santa Misa y en la Comunión.
Se casó con una sencilla campesina, la cual alcanzó la santidad con el nombre de santa María de la Cabeza, intercesora contra la sequía.
Isidro era muy madrugador y antes de ir al trabajo asistía a la Santa Misa. Por esta razón algunos compañeros lo denunciaron por llegar tarde al trabajo, pero el amo vio que el trabajo de Isidro se hacía igualmente bien.
Murió santamente. Su cadáver quedó incorrupto.
San Isidro curó al rey Felipe III de una grave dolencia y este pidió al Papa que lo canonizara. Fue canonizado junto con santa Teresa, san Ignacio, san Francisco Javier y san Felipe Neri, en 1622.
Día 16.- Santa Margarita de Cortona (1247-1297)
Huérfana de madre a los 7 años, Margarita pasa de una vida de infancia plácida y devota, a una vida difícil a causa de su madrastra al volverse a casar su padre.
Se alejó de Dios en Montepulciano y se unió sentimentalmente con un caballero italiano, Guillermo de Pécora, del que tuvo un hijo.
Margarita quería casarse pero su compañero no quería y ella quería compensar su vida fácil de mujer rica y no casada dando limosna a los pobres.
Un día Guillermo con su perro fue a visitar sus posesiones. Fue atacado por hombres armados que lo matan a puñaladas.
Al cabo de un día aparece en casa de Margarita el perro que aullaba y quería que ella lo siguiera. Descubre el cadáver de Guillermo sepultado entre las ramas.
Margarita vuelve la mirada a Dios y cede todo lo que tiene a la familia de Guillermo, y vuelve a la casa de su padre. Su madrastra la rechaza al considerarla “hija del escándalo”.
Una voz interior le dice que vaya a Cortona y se ponga al cuidado de los padres franciscanos.
Va con su hijo de siete años e ingresa de la Tercera Orden después que los padres vieran en ella una conversión firme.
El resto de sus días las pasa viviendo con mucha austeridad, ayudando a los pobres y sobre todo a las mujeres que estaban a punto de ser madres.
Día 17.- San Pascual Bailón (1540-1592)
Religioso capuchino, nació en un pueblo de la provincia de Zaragoza. Al principio era un niño tímido e introvertido, pero no triste, y aprendió el oficio de pastor.
Pasó por diversos amos, pero su idea era hacerse fraile. Rechazó ser ahijado de un propietario y su heredero.
Se dio a la oración, a la pobreza, y se ocupaba de la vida de los demás. Todos se dieron cuenta de su santidad.
Aprendió a leer con dificultades. Hizo de la Eucaristía el centro de su fe. Profesó como franciscano capuchino.
Salía contento a pedir limosna y a compartir con los pobres lo que tenía.
San Pascual tuvo una visión de Jesucristo en la Eucaristía. El sobrenombre de Bailón se debe a que a veces cuando oraba bailaba, y cogía una imagen del Niño Jesús y bailaba con él. Es famosa su cocina y por eso es santo protector de los fogones.
Día 18.- San Félix Porri de Cantalice (1515-1587)
Religioso Capuchino lego italiano. De niño trabajó como pastor en Cittaducale. Tenía una innata inclinación a la austeridad.
Una vez fue atropellado por novillos no domados, y salió ileso. Decidió hacerse fraile capuchino.
De Viterbo se trasladó a Roma, en el convento de san Buenaventura, dedicándose a la limosna para su orden religiosa.
Fue un fraile muy místico. Se pasaba muchas horas rezando en la iglesia y dormía solo dos o tres horas al día.
Fue amigo de san Felipe Neri y del papa Sixto V, el cual pidió que se canonizara a Félix Porri después de morir. Fue canonizado 38 años después de su muerte.
Día 19.- San Crispín de Viterbo. (1668-1750)
Pietro Fioretti (Crispín), religioso capuchino lego, nació en Viterbo y en sus primeros 25 años trabajó de zapatero.
Siendo fraile fue el limosnero de varios conventos. Su fama de santidad se extendió entre cuantos le trataron, especialmente los años en que vivió en Roma, hasta que murió.
Día 20. San Bernardino de Siena (1380-1444)
Insigne predicador franciscano italiano, difundió la devoción al Santísimo Nombre de Jesús, e hizo grabar el monograma (JHS) en una tableta que daba a los fieles después de sus sermones.
Son famosos sus sermones populares que versaban cobre la caridad, la justicia y la armonía.
Atacaba la avaricia de los nuevos ricos (banqueros, comerciantes) a quienes acusaba de su avaricia y su usura.
También tuvo palabras duras para quienes “renegaban a Dios por una cabeza de ajo”.
Es patrono de los adictos a los juegos de azar, de los publicitarios y de los que roncan y tienen problemas respiratorios.
– Día 21.- San Cristóbal de Magallanes, mártir (1869-1927)
Fue un sacerdote de fe ardiente, que se entregó completamente a la promoción humana y cristiana de sus feligreses en la archidiócesis de Guadalajara (Méjico).
Fue también misionero entre los indígenas huicholes y propagador de la devoción al Santo Rosario y a la Santísima Virgen.
Cuidaba mucho las vocaciones sacerdotales y cuando los perseguidores de la Iglesia clausuraron el Seminario de Guadalajara, él se ofreció para fundar en su parroquia otro seminario.
Fue fusilado en Colotlán, junto a su compañero padre Agustín Caloca, y dijo a sus verdugos:
“Yo muero inocente, y pido a Dios que mi sangre sirva para la unión de mis hermanos mexicanos”.
Día 22.- Santa Rita de Casia, Patrona de los Imposibles (1381-1457)
Es una santa italiana, que fue una hija obediente, una esposa fiel aunque maltratada, y después ingresó en las hermanas agustinas.
Tuvo que luchar para entrar en el convento porque estas hermanas no querían a una mujer viuda.
Pero he aquí que una noche oyó entre sueños que la llamaban: “¡Rita, Rita, Rita!”. Se despertó, abrió la puerta, y allí estaban san Agustín, san Nicolás de Tolentino y san Juan Bautista al que ella tenía gran devoción.
La llevaron hasta el monasterio de las hermanas agustinas de Casia. Estas al ver este milagro fue admitida.
En su vida religiosa le salieron los estigmas del Señor Jesús, siendo el crucifijo el mejor guía y maestro. A su muerte, la herida del estigma desapareció y en su lugar apareció una mancha roja.
Día 23.- San Juan Bautista Rossi (1698-1764)
Sacerdote italiano que desarrolló su ministerio en Roma. Enfermó a causa de excesivas mortificaciones.
Y cuando curó vio que la santidad y la mejor mortificación es aceptar los sufrimientos y trabajos de cada día, y hacer bien en cada momento lo que tenemos que hacer y tener paciencia con las personas y las molestias de la vida, en vez de andar dañándose la salud con mortificaciones exageradas.
En Roma se dedicó a la catequesis a los pobres, a los presos y a los campesinos que iban a Roma a vender sus productos. Y sobre todo descubrió el valor de la confesión, por eso escribió:
“Antes yo me preguntaba cuál sería el camino para lograr llegar al cielo y salvar muchas almas. Y he descubierto que la ayuda que yo puedo dar a los que se quieren salvar es: confesarlos. Es increíble el gran bien que se puede hacer en la confesión”.
-Día 24.- Santa María Auxiliadora
Se celebra la fiesta de la Virgen María “Auxilio de los Cristianos”, como dice la letanía lauretana.
El primero que habló de María Auxiliadora fue san Juan Crisóstomo, en el año 345: suya es la frase “Tú, María, eres auxilio potentísimo de Dios”. Después, san Sabas la llamó “Auxilio de los enfermos” (a. 532), pero fue san Juan Damasceno (a. 749) quien propagó la invocación a María Auxiliadora para todos los cristianos frente a los peligros.
El papa san Pío V pidió a todos los cristianos (a. 1752) que invocaran a “María Auxiliadora, rogad por nosotros”, en recuerdo de la victoria de los cristianos sobre los turcos otomanos mahometanos.
Esta invocación se utilizó para librar de la invasión de los infieles y también por su intercesión terminó la guerra de los 30 años en Europa.
El papa Pío VII, prisionero de Napoleón, pidió a la Virgen María auxiliadora que declararía su fiesta el día que fuera liberado: fue el 24 de mayo.
San Juan Bosco popularizó la devoción a María Auxiliadora, construyendo una basílica en Turín.
-Día 25.- San Beda, el Venerable y doctor de la Iglesia (672 -735)
Nació en Newcastle (Gran Bretaña) y recibió su formación en dos monasterios benedictinos de Wearmouth y Jarrow, en donde fue ordenado a los 22 años.
Fue un sabio de su tiempo, pues escribió sobre filosofía, aritmética, gramática, astronomía, música, siguiendo el ejemplo de san Isidoro de Sevilla.
Dijo que lo más importante para él en la vida fue aprender, enseñar y escribir. Se definía a sí mismo como “historicus verax”, historiador veraz, y mostró su satisfacción por haber prestado un servicio a la verdad.
Fundó la escuela de York y su sabiduría influyó por todo el continente europeo.
– Día 26.- La Ascensión
Si bien en casi todos los países se celebra esta fiesta en domingo, el lugar en el calendario es 40 días después de la Resurrección del Señor.
Tras haberse aparecido muchas veces a sus discípulos, Jesús se va al cielo, como había prometido.
Culmina así su “éxodo” a la Tierra, dice el papa Francisco, y vuelve a la gloria del Padre y “está sentado a la derecha de Dios Padre”.
Después de bendecir a su madre la Virgen María, a los Apóstoles y a los discípulos, “Jesús asciende a los cielos bendiciendo, con gesto sacerdotal para mostrar que, desde el seno del Padre, intercede siempre por nosotros”, dice Francisco.
Después de la ascensión, sus discípulos “partieron y predicaron por todas partes”, dice el Evangelio de san Marcos (16, 20).
– San Felipe Neri, sacerdote y fundador (1515-1595)
Fue llamado el “Apóstol de Roma”. Recibió de Dios el don de la alegría y la amistad. Florentino de nacimiento, vivió en casa de su tío que era riquísimo y que lo hizo heredero.
Felipe –que era un niño alegre— se dio cuenta de que la felicidad no está en las riquezas, sino que estas alejan de Dios. Se fue con lo puesto a Roma, viviendo en condiciones pobres.
Por inspiración divina se dedicó a enseñar el catecismo, con su alegría y sentido de la amistad, en medio de una Roma corrupta en costumbres e ignorante de las cosas de religión.
Consiguió, en 40 años, transformar la vida de la ciudad con sus enseñanzas, especialmente entre los pobres, enfermos y necesitados. Les enseñaba a rezar también.
En 1548 fundó la hermandad o cofradía del Oratorio. Con sus seguidores, propagó las “40 horas“, que consistían en exponer en el templo la Santa Hostia y rezar ante ella durante este tiempo.
Fue ordenado sacerdote ya mayor y dedicó mucho tiempo a la confesión. Un gran imitador suyo fue san Juan Bosco. Nunca perdió el don de la alegría. Es patrón o de Roma y de Italia.
Día 27.- San Agustín de Canterbury (534-604)
Es un santo venerado tanto por los católicos como por los anglicanos y los ortodoxos.
Considerado como el Apóstol de Inglaterra fue un monje benedictino que pasó a ocupar la sede de Canterbury.
Romano de nacimiento, ingresó en un convento benedictino y el papa Gregorio I lo envió, junto con otros monjes, a evangelizar Inglaterra.
Los anglos y los sajones habían impuesto el paganismo. El rey Ethelberto de Kent apoyó a los monjes; era propenso al cristianismo influido por su mujer y se convirtió. Luego fue canonizado con el nombre de san Adalberto.
Con él empezaron a construirse iglesias porque había muchas conversiones.
Agustín fue consagrado arzobispo de la nación británica en Arlés (Francia). Reunió a fieles, sacerdotes y obispos (siete) británicos escondidos en las montañas por temor a los reyes paganos. Nombró a Melitón obispo de Londres.
Día 28.- San Germán de París
Nació en el año 496. Su madre había intentado abortar y su infancia no fue fácil. Una tía suya lo intentó envenenar dos veces para favorecer a un primo.
Destacó por su amor por los pobres y su piedad. Fue ordenado sacerdote y luego abad. Más tarde fue consagrado obispo de París. Trabajó en favor de la paz y se hizo famoso por los muchos milagros que obraba.
Día 29.- San Maximino, obispo (S. IV)
Fue un prelado francés de grandes virtudes y no menor doctrina. Discípulo del obispo de Tréveris (Alemania), san Agricio.
Elegido sucesor de este por aclamación, luchó contra el arrianismo y defendió a san Anastasio. Los obispos arrianos lo desterraron.
El año 343, al dejar la sede episcopal, se dedicó a la vida eremítica, pero dos años después volvió a su sede de Tréveris, desde donde defendió la fe católica en el Sínodo de Colonia y allí fue un “martillo de herejes”.
San Jerónimo le llama “uno de los obispos más valientes de su tiempo”.
Día 30.- Día de los Caídos Americanos
Se celebra el último lunes de mayo de cada año en los Estados Unidos, conocido como el Memorial Day.
Es una conmemoración del valor humano y un recuerdo de todos aquellos soldados estadounidenses que murieron en la guerra defendiendo a su patria.
¿Por qué se celebra el Día de los Caídos en Estados Unidos? Aunque no está claro desde qué fecha exactamente se empezó a celebrar esta tradición, el Gobierno de Estados Unidos declaró el espacio de Waterloo, en Nueva York, el lugar oficial del Día de los Caídos, donde fue celebrado por primera vez el 5 de mayo de 1866.
El lugar elegido para la celebración es Waterloo, en Nueva York, donde cada año tiene lugar esta celebración.
La profesora Moina Michael escribió un poema inspirado en el poema del coronel John McCrae “Campos de amapolas” de la primera Guerra mundial. El poema de Michael dice:
“Celebramos también las amapolas rojas que crecen en los campos donde el valor fue bandera, que parece recordar a los cielos que la sangre de los héroes nunca muere”.
Fue la propia Michael quien llevó amapolas rojas en el Día de los Caídos, para honrar a los héroes de guerra. Esta tradición se extendió también a otros países.
– Santa Juana de Arco, mártir (1414-1431)
Llamada también “La Doncella de Orleans”, era una joven campesina francesa, que dijo recibir voces de Dios para guiar al ejército francés, en la Guerra de los Cien Años contra Inglaterra, que causó millones de muertos y la casi destrucción de Francia.
El Rey la puso al frente de un ejército francés. Logró que Carlos VII de Valois fuera coronado Rey de Francia y que este expulsara a los ingleses del país, cerrando así una disputa sucesoria.
Juana de Arco fue capturada por los borgoñones (enemigos de los de la casa de Orleans, donde saldría Carlos VII de Valois) y entregada a los ingleses. Estos la condenaron a la hoguera por hereje en Ruan cuando solo tenía 19 años.
-San Fernando III Rey de León y Castilla (1199-1252)
Hijo de la reina de Castilla, Berenguela, y el rey de León, Alfonso IX, unificó las dos coronas de León y de Castilla que estaban divididas desde Alfonso VII.
Durante el reinado de Fernando III, con el sur de España (Al-Andalus) en manos de los musulmanes, reconquistó Jaén, Córdoba, Sevilla y Badajoz, Murcia y Cartagena, reduciendo la presencia de los musulmanes prácticamente al reino de Granada.
El rey Fernando se casó dos veces, con Beatriz de Suabia -de la que nació el futuro Rey de Castilla, Alfonso X el Sabio, y nueve hijos más- y con Juana de Dammartin, condesa de Ponthieu, de la que tuvo otros cinco hijos.
Antes de contraer su primer matrimonio pasó una noche entera rezando para que Dios bendijera su hogar. Sobre su tumba escribieron este epitafio:
“Aquí yace el muy honrado rey Fernando que conquistó y libertó a toda España. Fue el más leal, el más franco, el más humilde, el más respetuoso hacia Dios, el más servicial con los demás, y el que siempre supo honrar y pagar muy bien a sus amigos”.
-Día 31. Fiesta de la Visitación de la Virgen María a su prima santa Isabel
Dice el Evangelio de san Lucas (1, 39-45):
“Por aquellos días, María se levantó y marchó deprisa a la montaña, a una ciudad de Judá; y entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel su prima. Cuando oyó Isabel el saludo de María, el niño saltó en su seno, e Isabel quedó llena del Espíritu Santo; y exclamando en voz alta, dijo:
-Bendita tú entre las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre. ¿De dónde a mí tanto bien, que venga la madre de mi Señor a visitarme? Pues en cuanto llegó tu saludo a mis oídos, el niño saltó de gozo en mi seno; y bienaventurada tú, que has creído, porque se cumplirán las cosas que se te han dicho de parte del Señor”.
La fiesta es un motivo más para contemplar las bellezas de María, que con júbilo recitó el Magnificat al tiempo que recordamos las alabanzas de Isabel a su prima María y la humildad de la Madre de Dios.