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• John 10:22-30
Bishop Robert Barron
Amigos, en el Evangelio de hoy, Jesús explica por qué sus ovejas lo escuchan y lo siguen. Lo hacen porque Él las está conduciendo a la vida eterna.
Él dice: “Yo les doy Vida eterna: ellas no perecerán jamás y nadie las arrebatará de mis manos”. La vida del Cielo, donde “no perecerán jamás”, es ese lugar donde la muerte y la enfermedad no tienen poder, donde veremos a Dios cara a cara.
El Cielo y la tierra siempre están conectados en la imaginación bíblica; es verdad. Pero el Cielo nunca debería reducirse a la tierra, como si la religión se tratara solo de la ética mundana, la justicia social o el bienestar psicológico. No, la fe cristiana es un viaje más allá de este mundo hacia la Jerusalén celestial.
Todo en la vida cristiana, desde nuestro comportamiento ético hasta la oración, la liturgia y las obras de justicia, todo está destinado a conducir a ese fin. Así que escucha la voz del pastor y síguelo a donde quiera que vayas.
Jorge, Santo
Memoria Litúrgica, 23 de abril
Por: Redacción | Fuente: ACI Prensa
Mártir
Martirologio Romano: San Jorge, mártir, cuyo glorioso certamen, que tuvo lugar en Dióspolis o Lidda, en Palestina, celebran desde muy antiguo todas las Iglesias, desde Oriente hasta Occidente († s. IV).
Etimológicamente: Jorge = Aquel que trabaja la tierra, es de origen griego.
Breve Biografía
La vida de San Jorge se popularizó en Europa durante la Edad Media, gracias a una versión bastante «sobria» de sus actas. Según cuenta la tradición, el santo era un caballero cristiano que hirió gravemente a un dragón de un pantano que aterrorizaba a los habitantes de una pequeña ciudad. El pueblo sobrecogido de temor se disponía a huir, cuando San Jorge dijo que bastaba con que creyesen en Jesucristo para que el dragón muriese. El rey y sus súbditos se convirtieron al punto y el monstruo murió. Por entonces estalló la cruel persecución de Diocleciano y Maximiano; el santo entonces comenzó a alentar a los que vacilaban en la fe, por lo que recibió crueles castigos y torturas, pero todo fue en vano.
El emperador mandó a decapitar al santo, sentencia que se llevó a cabo sin dificultad, pero cuando Diocleciano volvía del sitio de la ejecución fue consumido por un fuego bajado del cielo.
Esta versión popular de la vida del santo, induce a que en realidad San Jorge fue verdaderamente un mártir de Dióspolis (es decir Lida) de Palestina, probablemente anterior a la época de Constantino.
No se sabe exactamente como llegó a ser San Jorge patrón de Inglaterra. Ciertamente su nombre era ya conocido en las islas Británicas antes de la conquista de los normandos.
En todo caso, es muy probable que los cruzados especialmente Ricardo I hayan vuelto del oriente con una idea muy elevada sobre el poder de intercesión de San Jorge.
Consulta también San Jorge de Capadocia de Jesús Martí Ballester
Responder al Amor con mi amor
Santo Evangelio según San Juan 10, 22-30.
Martes IV de Pascua
Por: José Torres | Fuente: somosrc.mx
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Cristo, Rey nuestro.
¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Señor, Tú que eres el buen pastor, dame la gracia de poder seguirte en todo momento y en todo lugar. Te pido la gracia de escuchar tu voz en medio del desorden de este mundo; que en medio de tinieblas yo te siga para llegar a los verdes prados donde me haces reposar.
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Juan 10, 22-30
Por aquellos días, se celebraba en Jerusalén la fiesta de la dedicación del templo. Era invierno. Jesús se paseaba por el templo, bajo el pórtico de Salomón. Entonces lo rodearon los judíos y le preguntaron: «¿Hasta cuándo nos vas a tener en suspenso? Si tú eres el Mesías, dínoslo claramente». Jesús les respondió: «Ya se los he dicho y no me creen. Las obras que hago en nombre de mi Padre dan testimonio de mí, pero ustedes no creen, porque no son de mis ovejas. Mis ovejas escuchan mi voz; Yo las conozco y ellas me siguen. Yo les doy la vida eterna y no perecerán jamás; nadie las arrebatará de mi mano. Me las ha dado mi Padre, y él es superior a todos, y nadie puede arrebatarlas de la mano del Padre. El Padre y yo somos uno».
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
Hoy el Señor nos invita a ponernos en un lugar que en ocasiones nos cuesta mucho, que es en el lugar de dependencia, de obediencia, pero no en un sentido negativo sino de crecimiento y de seguridad de que lo que hacemos es voluntad de Dios. En este Evangelio, Cristo nos propone estar atentos a su voz, y esto significa seguir las inspiraciones que nos envía el Espíritu Santo.
La imagen de pastor es la imagen del guía y del protector quien nos cuida. Es ésa la imagen que hoy nos muestra la liturgia de la Palabra;Él es el buen pastor que conoce sus ovejas, pero sus ovejas también lo conocen a él. Y yo, ¿se reconocer la voz del Pastor? En nuestra vida ordinaria se nos presentan un sinfín de oportunidades para escuchar la voz del Pastor que nos habla en nuestro corazón, por medio de la oración pero también a través del prójimo. Debemos descubrir y aprender a escuchar su voz.
Pongamos mucha atención a lo que Dios nos dice; pidámosle que nos enseñe cómo conocerlo más y mejor. Así como lo hacemos con nuestros amigos, de la misma forma lo debemos hacer con Cristo que ya no nos llama siervos sino amigos. Correspondamos a ese amor con la seguridad de que nadie ni nada nos podrá arrebatar de sus manos.
«Yo les doy la vida eterna y no perecerán jamás, y nadie las arrebatará de mi mano». ¿Quién puede hablar así? Solamente Jesús, porque la «mano» de Jesús es una sola cosa con la «mano» del Padre, y el Padre es «más grande que todos». Estas palabras nos comunican un sentido de absoluta seguridad y de inmensa ternura. Nuestra vida está totalmente segura en las manos de Jesús y del Padre, que son una sola cosa: un único amor, una única misericordia, reveladas de una vez y para siempre en el sacrificio de la cruz». (Homilía de S.S. Francisco, 17 de abril de 2016).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy, buscaré ser dócil a las inspiraciones del Espíritu Santo tratando de poner por obra lo que vivo en mi oración.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
San Jorge: Lo que se sabe del verdadero y las leyendas
Posiblemente un soldado mártir en Palestina
San Jorge es un hombre que murió por su fe cristiana como mártir en Dióspolis o Lidda, en Palestina, la actual ciudad de Lod, en Israel, a 16 kilómetros al sur de Tel Aviv, en la costa.
Poco más sabemos con rigor histórico de este mártir tan venerado por todas las Iglesias en Oriente y Occidente especialmente desde el siglo IV.
Fue entonces cuando parece que se originó su leyenda:
Jorge era hijo de Geroncio, un oficial del ejército romano, y Policromía, quien educó a su hijo en la fe cristiana.
Cuando murió su padre se trasladó a la ciudad natal de su madre, Lidda.
Un soldado con conciencia
Poco después de cumplir la mayoría de edad, Jorge entró en el ejército. Fue un brillante soldado y antes de los 30 años ya fue destinado a Nicomedia como guardia personal de Diocleciano.
En el año 303, este emperador emitió un edicto que autorizaba perseguir a los cristianos en todo el imperio. Jorge recibió órdenes de participar.
Entonces confesó que él también era cristiano y Diocleciano ordenó que le torturaran para que renunciara a su fe cristiana.
No lo logró, así que se ordenó su ejecución. Fue decapitado frente a las murallas de Nicomedia el 23 de abril de 303.
Princesas y dragones
En otra de las leyendas sobre su figura aparece el famoso dragón, un monstruo que se comía dos ovejas diarias. Cuando ya no quedaba ganado, se sacrificaban doncellas.
San Jorge logró matar a la bestia con su lanza y liberar a la princesa antes de ser devorada por ella.
Es patrón de Inglaterra, Portugal, Bulgaria, Etiopía y Georgia, y en España de las comunidades autónomas de Cataluña y Aragón, así como de varias poblaciones.
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