Texto del Libro – El diario de Santa Faustina

Mientras rezaba por Polonia, oí estas palabras:  He amado a Polonia de modo especial y si obedece Mi voluntad, la enalteceré en poder y en santidad.  De ella saldrá una chispa que preparará el mundo para Mi última venida. 

Reflexión: Mi voluntad

Mientras rezaba por Polonia, oí estas palabras He amado a Polonia de modo especial Y si obedece mi voluntad, la enalteceré en poder y en santidad. De ella saldrá una chispa que preparará el mundo para mi última venida. Cuando hayas introducido a Jesús en nuestro pecho y colocándole sobre el trono de nuestro corazón, quédate quieto un rato sin oración vocal alguna. Adora en silencio o póstrate en espíritu a los pies de Jesús. Junto con la Virgen Santísima, venéralo, sobrecogido de admiración por su amor. Proclámalo, Rey de nuestro corazón, dile, habla Señor que tu siervo escucha. Pon tu corazón a los pies del Divino Rey. Ofrece tu voluntad para ejecutar sus órdenes y consagrar todos nuestros sentidos a su divino servicio. La única dicha de un alma es cumplir la voluntad de Dios. El que cumple la voluntad de Dios en todo momento se encuentra en paz y con fervor. Debemos permanecer en este centro divino. Debemos vivir de la voluntad de Dios, caminar iluminados por esta luz esplendorosa. Nuestro Padre que está en los cielos tiene fija su amorosa mirada en nosotros. Y su providencia divina lo prevé y lo ordena todo para nuestro mayor bien. La perfección del amor está en hacer cada cosa como Dios lo quiera y según el Espíritu de Dios. Qué feliz se siente uno cuando no piensa ni desea ni quiere más que una cosa, la voluntad de Dios. El amor a la voluntad Santísima de Jesús vale más que todos los dones y todos los bienes de nuestra voluntad. Dejad que nuestro Señor nos lleve como a un niño, sin otro deseo que su Santo Beneplácito y persuadidos de que no tendremos más que seguir a nuestro Señor, que nos precede y convencidos que nos basta, seguir sus huellas divinas.

Desearte un lindo día. El Señor de la misericordia te conceda seguir su voluntad, a tí y tu familia.

Dios te bendiga y te proteja.

Santa Faustina, ruega por nosotros.

Amén.

Dr. Victor Arce