Texto del Libro – El diario de Santa Faustina
Oh Dios de piedad, sólo Tú puedes justificarme y jamás me rechazaras, cuando yo, arrepentida, me acerque a Tu Corazón misericordioso, del cual nadie ha sido rechazado jamás, aunque haya sido el pecador más grande.
Reflexión: Corazón misericordioso
Oh Dios de piedad, solo tú puedes justificarme y jamás me rechazarás cuando yo arrepentida me acerque a tu corazón misericordioso del cual nadie ha sido rechazado jamás, aunque haya sido el pecado más grande. Los proyectos del corazón del Señor subsisten de edad en edad para librar las almas de sus fieles de la muerte y reanimarlos en tiempos de hambre. El corazón misericordioso de Jesús es fuente y expresión de su infinito amor por cada hombre, sean cuales sean las condiciones en las que se encuentra. Él los busca a cada uno. Yo mismo buscaré a mis ovejas siguiendo su rostro, como un pastor sigue el rastro de su rebaño cuando se encuentran las ovejas dispersas. Así seguiré yo el rastro de mis ovejas. Cada uno es una criatura que el Padre ha confiado al Hijo para que no perezca, aunque se haya marchado lejos. Jesús, Dios y Hombre verdadero ama al mundo con corazón de hombre. Un corazón que sirve de cauce al amor infinito de Dios. Su corazón está lleno de amor del Padre, lleno al modo divino y al mismo tiempo humano. El corazón de Jesús amó como ningún otro, experimentó alegría y tristeza, compasión y pena. Tampoco nos ocultó sus desilusiones. Jerusalén, que matas a los profetas. ¿Cuántas veces he querido reunir a tus hijos? ¿Cuántas veces? Jesús ve la historia del antiguo testamento y de la humanidad toda rechazar el amor y la misericordia divina. Su corazón misericordioso cuando ya había entregado su vida al Padre, uno de los soldados le abrió el costado con una lanza y al instante brotó sangre y agua. Esa herida abierta nos recuerda hoy el amor inmenso que nos tiene Jesús, pues nos amó voluntariamente hasta la última gota de su preciosa sangre, como si estuviéramos solos en el mundo.
Desearte un lindo día. El Señor de la misericordia te conceda conocer su corazón misericordioso, a tí y tu familia.
Dios te bendiga y te proteja.
Santa Faustina, ruega por nosotros.
Amén.
Dr. Victor Arce