Texto del Libro – El diario de Santa Faustina
Escribe: Soy santo, tres veces santo y siento aversión por el menor pecado. No puedo amar al alma manchada por un pecado, pero cuando se arrepiente, entonces Mi generosidad para ella no conoce límites. Mi misericordia la abraza y justifica.
Reflexión: Misericordia de Dios
Escribe: Soy santo, tres veces santo y siento aversión por el menor pecado. No puedo amar al alma manchada por un pecado. Pero cuando se arrepiente entonces mi generosidad para ella no conoce límites. Mi misericordia la abraza y justifica. Dios me ha perdonado pero con tanto amor que debería llorar siempre de puro agradecimiento. Dios me ha perdonado tan pronto como me ha visto a sus pies y sin condición alguna apenas como al hijo prodigo, mayor era el placer de nuestro padre en perdonarme que su paciencia en dejarme que le pidiera perdón. Oh que bueno ha sido Dios para conmigo. No me ha hecho esperar el perdón. Para darme la gracia no ha puesto más condiciones que la de amarle y no pecar más. Y sin embargo, ¡Cuán enorme era mi deuda para con su justicia! Con cuánta bondad me ha perdonado Dios y con cuánto honor me ha tratado. Debemos ver la bondad de Dios al esperar que haga más penitencia cuando le ofendo estaría en el infierno si la misericordia no me hubiera ocultado a los ojos de la Divina Justicia. Bondad de Dios, su misericordia para prodigarme, gracias de retorno, gracias exteriores sabios consejos, útiles y enérgicas lecciones.
Gracias interiores. ¡Cuántas buenas mociones y santas inspiraciones del Divino Espíritu! ¿Cuántos reproches interiores no me ha dirigido el amor de Dios?, abandonado por mí eran tantos lamentos del Espíritu Santo que volvió a llamarme a su amor con gemidos del corazón de Jesús a causa de mis infidelidades. Era Dios lleno de bondad que bajo apariencias de severidad quería reducirme a sus pies. Perdonarme y apretarme contra su paternal corazón.
Desearte un lindo día. El Señor de la misericordia te conceda su misericordia, a tí y tu familia.
Dios te bendiga y te proteja.
Santa Faustina, ruega por nosotros.
Amén.
Dr. Victor Arce