Texto del Libro – El diario de Santa Faustina
Cristo y Señor, me conduces sobre tales precipicios que cuando los miro, me infunden miedo, pero en el mismo instante me lleno de paz, abrazándome a Tu Corazón. Junto a Tu Corazón no tengo miedo de nada. En los momentos de peligro me comporto como una niña que está en los brazos de la madre: al ver alguna amenaza, abraza con más fuerza el cuello de la madre y se siente segura.
Reflexión: Confianza en Dios II
Junto a tu corazón, no tengo miedo de nada. En los momentos de peligro, me comporto como una niña que está brazos de su madre y al ver alguna amenaza abraza con más fuerza el cuello de la madre y se siente segura. Por mí mismo nada puedo en orden de la salvación, sin Jesús no puedo hacer cosa alguna que sea grata a Dios. Pero con su gracia lo puedo. Luego, la confianza en Dios da la medida de mis fuerzas y de mi santidad. ¿En qué debe fundarse mi confianza en Dios? 1. En la bondad de la divina providencia para conmigo. Dios me ama, dispone todos mis caminos según su voluntad. Todo lo regula en mi vida, para mi mayor bien. Estar seguro que todo lo que me acontezca procederá de la mano de Dios. 2. Confianza en la misericordia de Dios. A pesar de mis miserias, pecados, temores. 3. Confianza en la gracia de Dios. En las tentaciones, recuerda que es Dios quien permite y quiere esa tentación que te aflige. El demonio no tiene ningún poder sobre ti. Luego, la tentación antes es gracia, que castigo, es una ocasión para obtener más méritos. Recordar del humilde sentimiento de nuestra flaqueza, nace la confianza y si nos desanimamos es porque no tenemos confianza en nuestro Señor. No reconocemos que sin Él no podemos nada y olvidamos que todo lo podemos en Aquel que nos fortifica. Debemos confiar en Dios y entregarnos totalmente a Él sin contar con nosotros en cosa alguna. Debemos colocar nuestra confianza en la santa voluntad de Dios. Las gracias de mi misericordia se toman en un solo recipiente y este es la confianza. Cuanto más confíe un alma, tanto más recibirá.
Desearte un lindo día. El Señor de la misericordia te conceda la confianza en Dios, a tí y tu familia.
Dios te bendiga y te proteja.
Santa Faustina, ruega por nosotros.
Amén.
Dr. Victor Arce