Texto del Libro – El diario de Santa Faustina

Cuando me quedé a solas con la Santísima Virgen, me instruyó sobre la vida interior.  Me dijo:  La verdadera grandeza del alma consiste en amar a Dios y humillarse en su presencia, olvidarse por completo a sí mismo y tenerse por nada, porque el Señor es grande, pero se complace sólo en los humildes mientras rechaza siempre a los soberbios.

Reflexión: Humildad II

Cuando me quedé a solas con la Santísima Virgen, me instruyó sobre la vida interior. Me dijo la verdadera grandeza del alma consiste en amar a Dios y humillarse en su presencia. Olvidarse por completo a sí mismo y tenerse por nada, porque el Señor es grande, pero se complace solo en los humildes, mientras rechaza siempre a los soberbios ¿Cómo me haré humilde? 2. La verdadera humildad transfiere a Dios toda la gloria de los de las buenas obras no se vanagloria por los felices resultados como tampoco desespera por los reveses. No se engríe por sus cualidades, talentos y posición. Todo es propiedad de Dios. Nunca habla de sí misma. 3. La humildad perfecta corre tras las humillaciones y menosprecios porque la humillación es superior al sufrimiento corporal y al sacrificio de los bienes. 4. La humildad es el mayor triunfo del alma contra el demonio. Este no tiene fuerza alguna contra nosotros. El principio de todo pecado es la soberbia. 5. La humildad triunfa sobre el mismo Dios quien no puede resistir a un alma que se humilla a sus pies porque la humildad le arrebata sus gracias. ¿Que no puedes hacer oración? Humíllate que la humildad es la mejor de las oraciones.

Jesús manso de corazón: La mansedumbre es fruto bendito de la humildad y caridad, el alma humilde es paciente dulce. Jesús es la misma bondad y con su mansedumbre arrastra y trae consigo todos los corazones. 1. Debemos imitar la humildad y la mansedumbre de Jesús en el hablar. No le gustan las disputas ni contiendas su palabra es dulce como su corazón. Continuará.

Desearte un lindo día. El Señor de la misericordia te conceda la humildad, a tí y tu familia.

Dios te bendiga y te proteja.

Santa Faustina, ruega por nosotros.

Amén.

Dr. Victor Arce