Texto del Libro – El diario de Santa Faustina

Súbitamente sentí en el alma tanta fuerza que no alcanzo a expresarla y como estaba a unos pasos de ellos, dije en voz alta y sin miedo:  Alabado sea Jesucristo.  Y ellos, cediendo el paso contestaron:  Ahora y siempre.  Amen.  Como si los partiera un rayo, bajaron las cabezas sin atreverse ni siquiera a mirarme.  Soltaron algunas palabras maliciosas cuando pasé.  A partir de aquel momento, cuando me veía esa persona, huía para no encontrarse conmigo y yo, gracias al Señor, quedaba tranquila……

Reflexión: Tentación II

La lucha contra cierta tentación. Tercera parte. Jesús se puso a mi lado y dijo: No tengas miedo. Súbitamente, sentí en el alma tanta fuerza que no alcanzo a expresarla. Y como estaba a unos pasos de ellos, dije en voz alta, y sin miedo, alabado sea Jesucristo, y ellos cediendo el paso contestaron, ahora y siempre, amén. Como si los partiera un rayo, bajaron las cabezas sin atreverse ni siquiera a mirarme, saltaron algunas maliciosas palabras cuando pasé. A partir de aquel momento cuando me veía, esa persona huía para no encontrarse conmigo y yo.

Gracias al Señor, quedaba tranquila, Deuteronomio, nos tienta el Señor Dios nuestro para que se vean si lo amamos de veras con todo nuestro corazón o no. La más peligrosa tentación es lo que buscamos al meternos en ocasiones peligrosas, por eso hay que usar siempre las armas que usó Jesús, oración, sacrificio y palabra de Dios. Dice el Papa Francisco, nunca converses con Satanás, porque es el enemigo del alma, adversario de la salvación. Quiera Dios que a ejemplo de Jesús, jamás nos dejemos vencer por el tentador. Por eso Jesús insiste, la oración hará que Dios nos conceda la fuerza suficiente para resistir a la tentación y nos ha dado un ángel custodio para ayudarnos a servirnos, defendernos y consolarnos. La tentación es más frecuente cuando nos acercamos más a Dios, porque Satanás presiente que nos pierde. El Señor está siempre a nuestro lado en cada tentación. Podemos prevenir la tentación con la mortificación en la guarda de los sentidos interiores y externos. ¿Cómo podremos vencer la tentación? Con la oración frecuente, la confesión frecuente y la santa comunión. Tened espíritu de mortificación, la humildad del corazón y una devoción a la Santísima Virgen. Recuerda siempre las palabras de Jesús, no tengas miedo, yo voy contigo.

Desearte un lindo día. El Señor de la misericordia te conceda superar la tentación, a tí y tu familia.

Dios te bendiga y te proteja.

Santa Faustina, ruega por nosotros.

Amén.

Dr. Victor Arce