Texto del Libro – El diario de Santa Faustina
El creador y la criatura
Te adoro, Creador y Señor, oculto en el Santísimo Sacramento. Te adoro por todas las obras de Tus manos, en las cuales se me revela tanta sabiduría, bondad y misericordia. Oh Señor, has esparcido tanta belleza sobre la tierra y ella me habla de Tu belleza, aunque es sólo un pálido reflejo de Ti, belleza incomprensible. Y aunque Te has escondido y ocultado, y has ocultado (65) Tu belleza, mi ojo, iluminado por la fe, llega hasta Ti y mi alma reconoce a su Creador, a su Bien supremo y mi corazón se sumerge completamente en una plegaria de adoración.
Reflexión: Adoración I
El Creador y la Creatura Te adoro, Creador y Señor, oculto en el Santísimo Sacramento. Te adoro por todas las obras de tus manos en las cuales se me reveló tanta sabiduría, bondad y misericordia. Oh Señor, has esparcido tanta belleza sobre la tierra y ella me habla de tu belleza, aunque es sólo un pálido reflejo de ti, belleza incomprensible. Y aunque te has escondido y ocultado, y has ocultado tu belleza, mi ojo iluminado por la fe llega hasta ti y mi alma reconoce a su Creador, a su Bien Supremo y mi corazón se sumerge completamente en una plegaria de adoración. El Padre busca adoradores en espíritu y en verdad. Es preciso que el Santísimo Sacramento cubra el mundo. Solía decir San Pedro, Julián, Eumont. La adoración eucarística tiene por objeto la Divina Persona de Nuestro Señor Jesucristo presente en el Santísimo Sacramento. En este Divino Sacramento Jesús está vivo y quiere que le hablemos, venid a mí todos. Este coloquio espiritual que se establece entre el alma y Nuestro Señor es la verdadera meditación eucarística. Es lo que constituye en realidad la adoración. Directorio práctico para la adoración 1. La adoración, adorar a Jesús. Esta es la más perfecta adoración. Él es a la vez Dios y hombre, unidos a toda la iglesia. 2. La acción de gracias. La gratitud es el acto de amor más dulce al corazón y más agradable a Dios. 3. La propiciación, es decir, la reparación, propiciación a desagravio, llorar a los pies de Jesús, menospreciado, abandonado en tantos lugares, consolar su corazón. 4. La súplica o impetración, para que la luz de la verdad de Jesús solo alumbre a los hombres. No debemos retirarnos sin antes mostrarle nuestro agradecimiento.
Desearte un lindo día. El Señor de la misericordia te conceda la adoración, a tí y tu familia.
Dios te bendiga y te proteja.
Santa Faustina, ruega por nosotros.
Amén.
Dr. Victor Arce