Texto del Libro – El diario de Santa Faustina

Creador y Señor mío, Tu bondad me animó a conversar Contigo.  Tu misericordia hace que desaparezco el abismo que separa al creador de la criatura.  Hablar Contigo, oh Señor, es el deleite de mi corazón.  En Ti encuentro todo lo que mi corazón puede desear.  Aquí Tu luz ilumina mi mente permitiéndole conocerte a Ti cada vez más profundamente.  Aquí torrentes de gracias fluyen sobre mi corazón, aquí mi alma obtiene la vida eterna. 

Reflexión: Adoración II

El creador y la criatura. Creador y señor mío. Tu bondad me animó a conversar contigo. Tu misericordia hace que desaparezca el abismo que separa al creador de la criatura. Hablar contigo, Oh señor es el deleite que mi corazón puede desear. Aquí tu luz ilumina mi mente, permítele conocerte a ti cada vez más profundamente. Aquí torrentes de gracias fluyen sobre mi corazón. Aquí vi algo, tiene la vida al ser eterna. oh creador y señor mío. Además de ofrecerme estos dones tú mismo te entregas a mí y te unes íntimamente a tu criatura miserable. El ejercicio de la adoración debe hacerse como una verdadera meditación que consiste en tres cosas: 1. Preparación: preparar la propia persona de manera digna y cual conviene, decencia en el vestir y en la en la compostura, como un día de fiesta ha de ser, 1. puntual a la hora de la oración, 2. en recogerse antes de comparecer ante Rey de Reyes, 3. en particular, los cinco actos siguientes: a. respeto, postrándose ante su presencia, b. gratitud, dando gracias al Señor por sus recibirnos como uno de sus ángeles, c. humildad y de constricción por nuestros pecados, d. la ofrenda de todo su ser de su entendimiento de su corazón y voluntad, e. unión con la santa iglesia y con nuestro ángel, 2. tema de la adoración tiene cinco cualidades: 1. Natural, 2. Sencillo busca la verdad, 3. Particular, 4. personal en oración, 5. Práctico. Debemos recordar estas cuatro cosas en la adoración: 1. la adoración del amor es alabar y ensalzarla, 2. acción de gracias, el alma debe agradecer al Señor, 3. corazón arrepentido, lleva sus pecados, ¿quién soy yo para qué Jesús me ame y me distinga?, 4. Abnegación de amor, el adorador se consagra al servicio del Señor, le hace entrega total de todo su ser

Desearte un lindo día. El Señor de la misericordia te conceda la adoración, a tí y tu familia.

Dios te bendiga y te proteja.

Santa Faustina, ruega por nosotros.

Amén.

Dr. Victor Arce