Texto del Libro – El diario de Santa Faustina

Hoy vi al Señor Jesús crucificado.  De la herida de su Corazón caían perlas preciosas y brillantes.  Veía que muchísimas almas recogían estos dones, pero había allí un alma que estaba más cerca de su Corazón y ella recogía con gran generosidad no solamente para si, sino también para otros conociendo la grandeza del don.  El Salvador me dijo:  He aquí los tesoros de las gracias que fluyen sobre las almas, pero no todas las almas saben aprovecharse de Mi generosidad.

Reflexión: La gracia

Hoy vi al Señor Jesús crucificado. De la herida de su corazón caían perlas preciosas. Veía que muchísimas almas recogían estos dones. El Salvador me dijo: He aquí los tesoros de las gracias que fluyen sobre las almas, pero no todas las almas saben aprovechar de mi generosidad. La gracia es aquella acción con la que el Espíritu Santo siembra y continúa en nosotros la vida de Jesucristo. La gracia es también calor vivificante, con el que Dios quiere nacer, quiere mover nuestra voluntad, inclinándola suavemente a lo que nos pide. La mayor y más excelente de todas las gracias es la de la afición predominante al Santísimo Sacramento. La gracia del Santísimo Sacramento es la suprema y da un carácter de vida más perfecto. En ella se contiene la glorificación de todas las virtudes y de todas las perfecciones. La semilla de la gracia que cae en las almas si no se le pone obstáculos, si se le permite crecer, da su fruto sin falla. La gracia de Dios, si nosotros no lo impedimos, realiza silenciosamente en el alma una onda de transformación. El Señor nos ofrece constantemente su gracia para ayudarnos a ser fieles. La docilidad a las inspiraciones del Espíritu Santo es necesaria para conservar la vida de la gracia y para tener frutos sobrenaturales. Por la bondad de Dios recibiremos emociones y ayudas para acercarnos a Él. Son las gracias actuales, dones gratuitos y transforman de Dios que en cada alma desarrollan sus efectos de una manera particular. ¿Cuántas hemos recibido nosotros en cada jornada? Sin mí nada podéis hacer. El Espíritu Santo nos ilumina para que conozcamos la verdad. Nos inspira, nos mueve. Dios trata a cada alma con infinito respeto porque Él nos fuerza nuestra voluntad. La respetuosa libre a la gracia de Dios debe hacerse en el pensamiento con las palabras y los hechos. Debemos ser fieles a las pequeñas insinuaciones en cada jornada.

Desearte un lindo día. El Señor de la misericordia te conceda la gracia, a tí y tu familia.

Dios te bendiga y te proteja.

Santa Faustina, ruega por nosotros.

Amén.

Dr. Victor Arce