Texto del Libro – El diario de Santa Faustina
Después del primer examen el medico [414] constató que el estado era grave. Sospecho, hermana, que se trate de aquello por lo cual usted pregunta, pero, bueno, Dios todopoderoso lo puede todo.
Al entrar en mi habitación aislada, me sumergí en una oración de agradecimiento por todo lo que el Señor me había enviado a lo largo de toda la vida, sometiéndome completamente a su santísima voluntad. Un abismo de alegría y de paz inundó mi alma.
Reflexión: Su santísima voluntad
Al entrar en mi habitación aislada, me sumergí en una oración de agradecimiento por todo lo que el Señor me había enviado a lo largo de toda la vida, sometiéndome completamente a su santísima voluntad. Un abismo de alegría y de paz inundó mi alma. No todo el que dice, Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos sino el que cumple la voluntad de mi padre que está en los cielos. El cumplimiento del querer divino nos da una gran fortaleza para superar los obstáculos, la voluntad de Dios se nos manifiesta de una forma expresa a través de aquellas personas a quienes debemos obediencia y a través de los consejos recibidos en la Dirección Espiritual. La imagen de Jesús en el huerto de Getsemaní nos señala como hemos de percibir, en estos momentos hemos de abrazar la voluntad de Dios sin poner límite alguno ni condiciones de ninguna clase y en una oración perseverante. San Juan Cristóstomo: en toda ocasión yo digo, Señor hágase tu voluntad no lo que quiere este o aquel sino lo que tú quieres que se haga. Este es mi alcázar y esta es mi roca inamovible. Este es mi lugar seguro. La ley de santidad, siempre verdadera y perfecta, siempre fecunda en obras es la ley de conformidad con la santa y siempre amante voluntad de Dios. No se haga señor como si yo quiero, si no como tú quieres. Jesús, una de las principales cosas que nos enseñó fue que tuviésemos entera conformidad con la voluntad de Dios en todas las cosas y en la principal petición, hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo. Descendí el cielo, no para hacer mi voluntad, sino la de mi padre que me envió.
Desearte un lindo día. El Señor de la misericordia te conceda cumplir su santísima voluntad, a tí y tu familia.
Dios te bendiga y te proteja.
Santa Faustina, ruega por nosotros.
Amén.
Dr. Victor Arce