Texto del Libro – El diario de Santa Faustina

Escribe para las almas de los religiosos que es Mi deleite venir a sus corazones en la Santa Comunión, pero si en sus corazones está alguien.  Yo no puedo soportarlo y salgo de ellos cuanto antes llevándome todos los dones y las gracias que les he preparado y tal alma ni siquiera se da cuenta de Mi salida.  Después de algún tiempo, el vacío interior y el descontento le llamarán la atención.  Oh, si entonces se dirigiera a Mí, (60) la ayudaría a limpiar el corazón, realizaría todo en su alma, pero sin su conocimiento y consentimiento no puedo administrar en su corazón.

Reflexión: Corazón

Escribe para las almas de las de los religiosos, que es mi deleite venir a sus corazones en la Santa Comunión pero si en sus corazones está alguien, yo no puedo soportarlo y salgo de ellos antes llevándome todos los dones y las gracias que les he preparado, este pueblo me honra con los labios pero su corazón está lejos de mí. La impureza de corazón es la que provoca la insensibilidad para las cosas de Dios. De un corazón puro nace la alegría, una mirada penetrante para lo divino y la confianza en Dios. Nace un gran amor a Dios y a los demás. Los limpios de corazón verán a Dios. El amor a la confesión frecuente y el examen diario de conciencia nos ayudan a mantener el alma más limpia ¿Por qué? Abocarte a beber en los charcos de los consuelos mundanos si puedes saciar tu sed en aguas que saltan hasta la vida eterna. Jesús no se satisface compartiendo, lo quiere todo, ¿cómo va ese corazón?. No te inquietes. Los santos que eran seres bien conformados y normales como tú y como yo sentían también naturales e inclinaciones. Creo que la flaqueza del corazón no debe ser obstáculo para un alma decidida y bien enamorada. Dios solo merece nuestro corazón. Dichosos nosotros los que hemos comprendido que Dios es el todo y las criaturas, la nada y que solo Dios merece el homenaje soberano de nuestro corazón. Vanidad de vanidades y todo es vanidad. Menos el amor y servir a Dios. Debemos tomar en las manos ese corazón cerrado y que nadie lo ocupe, ni nuestro propio pensamiento, debemos dar a Dios por entero y que solo para él sea.

Desearte un lindo día. El Señor de la misericordia te conceda conocer su corazón, a tí y tu familia.

Dios te bendiga y te proteja.

Santa Faustina, ruega por nosotros.

Amén.

Dr. Victor Arce