Texto del Libro – El diario de Santa Faustina
Por la noche, durante la Hora Santa oí estas palabras: Ves Mi misericordia por los pecadores que ahora se manifiesta en todo su poder. Mira lo poco que has escrito de ella, es apenas una gota. Haz lo que esté en tu poder para que los pecadores conozcan Mi bondad.
Reflexión: Los pecadores
Por la noche durante la hora santa oí estas palabras. Ves mi misericordia por los pecadores, que ahora se manifiesta en todo su poder. Mira lo poco que has escrito de ella, es apenas una gota. Haz lo que esté en tu poder para que los pecadores conozcan mi bondad. Dios nos amó y nos envió a su hijo como propiciación por nuestros pecados. Los pecados de los hombres han sido la causa de la muerte de Jesucristo. Todo pecado está relacionado íntima y misteriosamente con la pasión de Jesús. Sólo reconoceremos la maldad del pecado si con la ayuda de la gracia sabemos relacionarlo con el misterio de la redención. Sólo así podremos purificar de verdad el alma y crecer en la constricción de nuestras faltas y pecados. En la tierra sólo hay un mal que hemos de evitar y con la gracia divina, el pecado, que es una forma o un fruto de la negación de Dios. Es vivir como si él no existiera, es borrarlo de la propia existencia. El esfuerzo de conversión personal que nos pide el Señor debemos ejercitarlo todos los días de nuestra vida. Instintivamente el hombre pecador teme a Dios. No concede al demonio cuando va a ocultarse huyendo de la mirada del Creador. Y cuanto más culpable sea, tanto mayor es su espanto. El pecador tiene miedo de sí mismo, no puede vivir con su corazón y su conciencia, por eso se aturde y huye de sí. Cuando el hombre peca gravemente se pierde para Dios y también para sí mismo. El don de temor nos lleva a evitar el pecado. Cuando se pierde este don, el temor santo de Dios se pierde, el sentido del pecado y entra con facilidad la tibieza de las en las almas. Santa María, refugio de los pecadores, nos ayudará a tener una conciencia delicada para evitar el pecado.
Desearte un lindo día. El Señor de la misericordia te conceda su misericordia, a tí y tu familia.
Dios te bendiga y te proteja.
Santa Faustina, ruega por nosotros.
Amén.
Dr. Victor Arce