Texto del Libro – El diario de Santa Faustina

Jueves Santo [406].  Hoy me he sentido bastante fuerte para poder participar en las ceremonias en la iglesia.  Durante la Santa Misa se presentó [Jesús] y me dijo:  Mira Mi Corazón lleno de amor y de misericordia que tengo por los hombres y especialmente por los pecadores.  Mira y medita sobre Mi Pasión. 

Reflexión: Mi pasión

Jueves santo. Jesús me dijo, mira mi corazón lleno de amor y de misericordia que tengo por los hombres y especialmente por los pecadores. Mira y medita sobre mi pasión. Después de la última cena, Jesús y los apóstoles se ponen en marcha en dirección al huerto de los olivos. Llegan a una finca llamada Getsemaní. Dice a sus discípulos: “Sentaos aquí mientras hago oración y llevándose con él a Pedro, a Santiago y a Juan. Comenzó a sentir pavor y a angustiarse. Y les dice, mi alma está triste hasta la muerte. Quedaos aquí y velad”. Y se apartó de ellos como a un tiro de piedra. Jesús siente una inmensa necesidad de orar. Cae abatido. Se postró en tierra. Padre mío, si es posible que pase de mí este cáliz, pero no sea como yo quiero, sino como quieras tú. Les dice a sus discípulos, estoy sufriendo una tristeza capaz de causar la muerte. Tomó como si fueran suyos los pecados de los hombres y se prestó a pagar personalmente todas nuestras deudas. Y entrando en agonía oraba con más intensidad. Jesús entra en agonía y llega a derramar sudor y sangre. Jesús solo y triste sufría y empapaba la tierra con su sangre. De rodillas sobre el duro suelo persevera en oración. Llora por ti y por mí. Le aplasta el peso de los pecados de los hombres. La imagen de Jesús en el huerto de los olivos nos señala cómo hemos de proceder en esos momentos. Abrazarnos a la voluntad de Dios. Le dice a sus discípulos, ¿por qué dormís? Levantaos, se ora para no caer en tentación. La contemplación de esta escena de la pasión puede ayudarnos mucho a ser fuertes para no dejar nunca nuestra oración diaria y para cumplir la voluntad de Dios. Señor, que no se hagan las cosas como yo quiero sino como quieres tú. “Jesús, lo que tú quieras”.

Desearte un lindo día. El Señor de la misericordia te haga partícipe de tu pasión, a tí y tu familia.

Dios te bendiga y te proteja.

Santa Faustina, ruega por nosotros.

Amén.

Dr. Victor Arce