Texto del Libro – El diario de Santa Faustina
Mi día ya está por terminar,
Ya siento Tus eternos reflejos, oh Dios,
Nadie sabrá lo que siente mi corazón,
Mi boca callará en gran humildad.
(40) Ya voy a las bodas eternas,
Al cielo eterno, al espacio inconcebible,
No suspiro por el descanso ni por el premio,
Me atrae al cielo el puro amor de Dios.
Reflexión: El cielo
J.M.J. Mi día ya está por terminar, ya siento tus eternos reflejos, Oh Dios. Madre, nadie sabrá lo que siente mi corazón, mi boca callará en gran humildad. Yo voy a las bodas eternas. Al cielo eterno, al espacio inconcebible. No suspiró por el descanso ni por el premio, me atrae al cielo el puro amor de Dios.
Ya voy al encuentro contigo, amor eterno con el corazón ansioso que te desea. Siento que tú amor oh Dios habita en mi corazón y siento que mi destino eterno está en el cielo. Ya voy a mi padre, al cielo eterno. Del destierro de este valle de lágrimas, la tierra no es capaz de retener más mi corazón puro, las alturas del cielo me han atraído así.
Yo voy, oh esposo mío, para ver tu gloria ya que ahora llena mi alma de alegría donde todo el cielo se sumerge en tu adoración. Siento que mi adoración te es agradable aunque soy nada. En la felicidad eterna no olvidaré a los hombres en la tierra, interpretaré la misericordia de Dios para todos y recordaré especialmente a quienes fueron queridos de mi corazón. Ni la más profunda sumersión en Dios me impedirá recordarles. En estos últimos momentos, no sé hablar con los hombres, en silencio, te espero solo a ti oh Señor, sé que llegará el momento cuando todos reconozcan la obra de Dios en mi alma, sé que esta es tu voluntad y así sucederá. Hermanos, solo a la pureza de corazón, se concede el cielo. Por su amor, Dios nos ha creado para el cielo, que debe ser el objeto de todos nuestros deseos y en realidad nuestro único fin. Debemos ser puros de todo pecado mortal y de todo pecado venial deliberado.
Desearte un lindo día. El Señor de la misericordia te conceda el cielo, a tí y tu familia.
Dios te bendiga y te proteja.
Santa Faustina, ruega por nosotros.
Amén.
Dr. Victor Arce