Texto del Libro – El diario de Santa Faustina

Apenas había renovado la intención con más amor, entró una de las novicias y me dio una naranja grande mandada por la Madre Maestra.  He visto en ello el dedo de Dios.  Eso se ha repetido unas cuantas veces.  (35) En aquel tiempo, aunque se sabia de mis necesidades, sin embargo nunca recibí nada de comer que me fortificara, a pesar de haberlo pedido, pero yo sabía que Dios exigía sufrimientos y sacrificios.  No describo con detalles esas negativas, porque son muy delicadas y difíciles de creer, pero Dios puede pedir sacrificios también de esta clase.

Reflexión: Recta intención

Apenas había renovado la intención con más amor, entró una de las novicias y me dio una naranja grande mandada por la Madre Maestra. He visto en ello el dedo de Dios. Con dos alas se eleva uno, sabe las cosas de la tierra. Rectitud de intención y pureza. Es necesario tener rectitud en el entendimiento para obrar por fines elevados y pureza en los afectos. Con la rectitud de intención dirigimos hacia Dios todo lo que hacemos. Con la pureza en los afectos nos independizamos de lo terrenal para dedicarnos totalmente a amar a Dios. Nada de lo que es bueno te podrá estorbar para elevarte si te independizas de todo afecto desordenado. Gozarás de gran libertad del alma si no buscas más que hacer la voluntad de Dios y ser útil al prójimo haciéndole el mayor bien. Si tienes corazón puro e intención recta, todos los seres terrenales serán espejos de lo que debes hacer y libros para obtener santas enseñanzas. Porque no hay criatura tan insignificante que no refleje la bondad de Dios. Si en este mundo existe la verdadera alegría, la persona de corazón puro y de conciencia limpia lo posee. Pero si en algún lugar hay verdadera tristeza y angustia, la persona de mala conciencia lo sabe por experiencia. Cuando una persona comienza a entibiarse y a perder el fervor le tiene miedo a cualquier trabajo espiritual y le encanta buscarse consuelos humanos. Pero cuando Dios le concede fervor se vuelve fuerte para cualquier trabajo difícil, sea lo que fuere, hasta una recta intención para sobrenaturalizar nuestros actos.

Desearte un lindo día. El Señor de la misericordia te conceda la recta intención a tí y tu familia.

Dios te bendiga y te proteja.

Santa Faustina, ruega por nosotros.

Amén.

Dr. Victor Arce