John 14:6-14
Amigos, hoy leemos el maravilloso y misterioso pasaje del decimocuarto capítulo del Evangelio de Juan. Los discípulos están reunidos alrededor de Jesús en la Última Cena, permanecen en intimidad con Él, hacen preguntas y buscan obtener sabiduría.
Ahora escuchemos las palabras de Jesús: “Si ustedes me conocen, conocerán también a mi Padre. Ya desde ahora lo conocen y lo han visto”. San Pablo se refiere a Jesús como un ‘icono del Dios invisible’. Lo que tanto Jesús como San Pablo están diciendo es que las palabras de Jesús son las palabras del Padre y sus obras son las obras del Padre.
Felipe, uno de los primeros discípulos elegidos, todavía no lo entiende y dice: “Maestro, muéstranos al Padre”. Lo que no entendió fue la humildad del Logos: “Las palabras que digo no son mías: el Padre que habita en Mí es el que hace las obras”. Ni las palabras ni las obras de Jesús son “suyas”. Él las recibe del Padre.
En este pasaje del Evangelio (cf. Jn 14,1-14), el discurso de despedida de Jesús, Jesús dice que va al Padre. Y dice que estará con el Padre y también quien cree en él «hará las obras que yo hago, y hará mayores aún, porque yo voy al Padre. Y yo os concederé todo lo que pidáis en mi nombre, para que el Padre sea glorificado en el Hijo» (vv. 12-14). Podemos decir que este pasaje del Evangelio de Juan es la declaración de la subida al Padre. El Padre siempre ha estado presente en la vida de Jesús y Jesús hablaba de esto. Jesús rezaba al Padre. Y muchas veces, hablaba del Padre que cuida de nosotros, como cuida de los pájaros, de los lirios del campo… El Padre. Y cuando los discípulos le pidieron que les enseñara a orar, Jesús enseñó a orar al Padre: «Padre nuestro». La oración en primer lugar. Luego, lo demás. Pero cuando lo demás roba espacio a la oración, algo no funciona. Y la oración es fuerte por lo que hemos oído decir a Jesús en el Evangelio: «Yo voy al Padre. Y yo os concederé todo lo que pidáis al Padre en mi nombre, para que el Padre sea glorificado» (Jn 14,12-13) Así sigue adelante la Iglesia, con la oración, la valentía de la oración, porque la Iglesia sabe que sin esta subida al Padre no puede sobrevivir.
(Santa Marta, 10 mayo 2020)
La Santa Cruz
Una preciosa fiesta popular que arranca desde el día en que se encontró la Santa Cruz en el año 326.
Fiesta
Hoy se celebra en Granada y en el mundo el día de la Cruz. Una preciosa fiesta popular que arranca desde el día en que se encontró la Santa Cruz en el año 326.
Casi todas las fiestas tienen un origen religioso. Hay algunos que en la actualidad las quieren convertir simplemente en culturales, abandonado su trasfondo religioso.
Eusebio de Cesarea fue un gran historiador de aquellos tiempos. Cuenta en sus libros que el General Constantino no era creyente pero le tenía mucho respeto a los cristianos por su paz y el bien que hacían en todos sitios.
Antes de una dura batalla contra Majencio –jefe de Roma -, tuvo un sueño en el que pudo contemplar una cruz luminosa y una voz que le decía:»Con este signo vencerás»
Y sin tener la menor duda de su triunfo, puso en todos los estandartes y banderas la cruz. Y arengando a las tropas les decía:»Confío en Cristo en quien cree mi madre Elena».
Al ganar la batalla, llegó bien pronto a ser emperador. Decretó el cese de perseguir a los cristianos y la libertad religiosa.
Hay, además, otros escritores célebres como san Ambrosio y Juan Crisóstomo afirman que Elena se fue a Jerusalén en busca de la Cruz del Señor.
Los arqueólogos se emplearon a fondo en esta labor. Al cabo del tiempo, encontraron tres cruces. ¿Cuál era la de Jesús? La respuesta se la dio una mujer que estaba muy enferma. Al tocarla, quedó curada.
Elena y el obispo de Jerusalén juntamente con muchos creyentes, la llevaron en procesión por las calles de la ciudad.
A raíz de estos acontecimientos se implantó esta fiesta por todo el orbe cristiano.
Ultimamente, al hacer la reforma del calendario litúrgico, ha desaparecido como fiesta. Pero el pueblo, siempre sencillo, la sigue celebrando.
Por ejemplo es Granada es fiesta. De esta forma, mantiene viva la tradición.
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¡Felicidades a quienes celebran hoy esta fiesta!
Camino, Verdad y Vida
Santo Evangelio según san Juan 14, 6-14. San Felipe y Santiago Apóstoles
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Cristo, Rey nuestro.
¡Venga tu Reino!
Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
María, ven y acompáñame en esta oración. Háblame de tu hijo Jesús, y ayúdame a crecer en la fe, en la esperanza y en la caridad. Enséñame a rezar y pide conmigo: «Señor, muéstranos al Padre y eso nos basta».
Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Juan 14, 6-14
En aquel tiempo, Jesús dijo a Tomás: “Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie va al Padre si no es por mí. Si ustedes me conocen a mí, conocen también a mi Padre. Ya desde ahora lo conocen y lo han visto”. Le dijo Felipe: “Señor, muéstranos al Padre y eso nos basta”. Jesús le replicó: “Felipe, tanto tiempo hace que estoy con ustedes, ¿y todavía no me conoces? Quien me ha visto a mí, ha visto al Padre. ¿Entonces por qué dices: ‘Muéstranos al Padre’? ¿O no crees que yo estoy en el Padre y que el Padre está en mí? Las palabras que yo les digo, no las digo por mi propia cuenta. Es el Padre, que permanece en mí, quien hace las obras. Créanme: yo estoy en el Padre y el Padre está en mí. Si no me dan fe a mí, créanlo por las obras. Yo les aseguro: el que crea en mí, hará las obras que hago yo y las hará aún mayores, porque yo me voy al Padre; y cualquier cosa que pidan en mi nombre, yo la haré para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Yo haré cualquier cosa que me pidan en mi nombre”.
Palabra del Señor.
Medita lo que Dios te dice en el Evangelio
¿Quién no desea una vida plena? En momentos de la vida como una boda, una graduación, un cumpleaños, quisiéramos congelar el tiempo. La fotografía queda para el recuerdo, sí, pero el evento pasa, regresamos a la vida ordinaria, hay que volver al trabajo, nos envuelven los problemas, enfrentamos la enfermedad, y la rutina nos va marcando el paso, y… ¡Cuánto deseamos en esos momentos algo más que una fotografía! ¡Quién pudiera darnos de nuevo un poco del gozo ya esfumado!
Para encontrar la vida –la vida en plenitud– Cristo nos muestra el camino. Él es el Camino. Él nos dio ejemplo de obediencia heroica: obediencia hasta la muerte, y muerte de cruz. Él confió hasta el extremo en Aquél que nos ha dado tantos beneficios. Quien sigue sus huellas se acerca a la fuente inagotable de vida: el Padre.
Y la vida plena, se encuentra ahí mismo donde encontramos la verdad. Cristo es la Verdad. El mundo vive confundido, busca por todas partes algo que sacie el corazón y, mientras más busca entre las cosas, se queda más vacío y más seco. En cambio, Cristo nos muestra al Padre, y nos dice que somos hijos. Algo muy sencillo para la mente, pero profundo para el corazón. Y, en realidad, sólo esto sacia. Pues, como decía santa Teresa: «Quien a Dios tiene, nada le falta. Sólo Dios basta».
«Jesús habla también del Padre. En ese lugar, en el discurso con los discípulos, habla del Padre, asegurando que el Padre los quiere y que cualquier cosa que ellos pidan al Padre, el Padre se la dará. Que confíen en el Padre. Y, así da un paso más: no dice solamente “no os dejaré solos”, sino también “no os dejaré huérfanos, os doy el Padre, con vosotros está el Padre, mi Padre es vuestro Padre».
(Homilía de S.S. Francisco, 15 de septiembre de 2016, en santa Marta).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Hoy renovaré mi unión a Cristo por medio de comuniones espirituales.
Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro!
¡Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Flor del 3 de mayo: Madre de Dios
Fiesta de nuestra Señora del Valle.
Meditación: “Por ser su Hijo Dios, María es Madre de Dios” (Lucas 1,3-5). Dios nos amó tanto que no sólo nos entregó a Su Hijo sino que nos dio a Su Madre.
“Cuando llegó la plenitud del tiempo, Dios envió a Su Hijo nacido de Mujer…para que recibiésemos la adopción de Hijos de Dios” (Gálatas 4,5). Este es el maravilloso final del Plan del Padre y el sublime oficio de María, hacernos hijos de Dios, uno en Dios.
Oración: ¡Oh María, te agradecemos el regalo que nos ha hecho nuestro Dios amado, ponernos en tus hermosas manos para hacernos santos. Amén.
Decena del Santo Rosario (Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria).
Florecilla para este día: Examinar mi devoción a la Virgen y cómo la practico.
La Fiesta de la Santa Cruz y sus manifestaciones en diferentes partes del mundo
En la actualidad es una fiesta popular con diferentes manifestaciones en varios países del mundo
Hoy la Iglesia católica celebra el día de la Santa Cruz -fiesta de la Cruz de Mayo, o de las cruces- como memoria de aquel madero donde murió Jesús, y que desde siempre ha sido considerado el signo más significativo del cristiano. No en vano el mismo San Mateo en su evangelio hizo referencia a ella: «Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viviendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria».
El origen de esta celebración, que en la actualidad es una fiesta popular con diferentes manifestaciones en varios países del mundo, data del siglo IV en tiempo de Constantino I el Grande, de quien se dice, antes de enfrentarse a los bárbaros a orillas del Danubio, tuvo una visión en el cielo de una cruz que encima decía «Con esta señal vencerás». La historia, que para algunos tiene un matiz legendario, dice que Constantino de inmediato mandó construir una cruz que fue puesta frente a su ejército, y que venció sin problema al ejército enemigo.
Más adelante, continúa la historia, fue el mismo Constantino quien encomendó la misión a su madre, hoy Santa Elena, de buscar la verdadera cruz donde murió Cristo. En efecto así hizo la mujer, quien se dirigió a Jerusalén y con la ayuda de unos sabios sacerdotes encontró en el Monte Calvario 3 maderos ensangrentados.
Narra la tradición que para determinar cuál era la cruz en la que había muerto Jesús, pidieron a personas enfermas que tocaran una por una las 3 cruces, notando que una en particular sanaba a los enfermos.
Desde ese entonces -con el hallazgo de la cruz de Cristo, y con el deseo de Elena de conmemorar la fecha en la que fue encontrado este madero- se celebra en el mundo la Fiesta de la Santa Cruz.
La Fiesta de las Cruces en el mundo
Esta conmemoración tiene manifestaciones diversas en varios países del mundo. En España, por ejemplo, en la Fiesta de las Cruces, como se conoce en el país europeo, se elaboran cruces con flores, las cuales sacan en procesiones por las calles, y son, en ocasiones, acompañadas por pasos que cargan niños. En ciudades como Granada, las calles, plazas, patios y colegios son adornados con cruces de flores, en su mayoría con claveles rojos y blancos.
En Colombia también se acostumbra a elaborar cruces de mediano tamaño con hojas secas o flores, y en departamentos como Risaralda, Quindío y Antioquia existe la tradición de conmemorar el «Día de los Mil Jesuses», que consiste en repetir mil veces el nombre de Jesús, esto con la creencia que Dios los protegerá durante todo el año.
Por su parte, en Venezuela realizan lo que se conoce como los «Velorios de la Cruz de Mayo», una festividad que combina las tradiciones españolas con elementos indígenas y afro descendientes. Para la ocasión las personas adornan cruces con cintas y papeles de colores, para expresar, de forma alegórica, el deseo de quitarle a Jesús el dolor de su crucifixión.
En Perú, esta fiesta se vive de manera particular en la región de Tacna, ubicada al sur del país suramericano, donde diferentes hermandades, antes del 3 de mayo, elaboran cruces que son situadas en lo alto de los cerros de la zona, las cuales, una semana antes de la festividad, son bajadas y reunidas en la Catedral de Tacna para ser veneradas durante el mes de mayo por los fieles de la región.
Felipe y Santiago, santos apóstoles mártires
Santiago también es llamado «el Menor» y de Felipe conocemos varios diálogos con Jesús
Santiago era de Caná de Galilea. Su padre se llamaba Alfeo y era familiar de Jesús. En el evangelio se le llama «hermano de Jesús» porque era la descripción hebrea de los nacidos del mismo abuelo.
En el Evangelio y en los Hechos de los Apóstoles se le nombra como «Santiago, hijo de Alfeo«. Así se le distingue del otro apóstol Santiago, el hijo de Zebedeo. También se les llama «el Menor» y «el Mayor», respectivamente.
«Obispo de Jerusalén»
Era muy querido entre los primeros cristianos y se le denomina «obispo de Jerusalén».
Pablo escribió en la Carta a los Gálatas: «Santiago es, junto con Juan y Pedro, una de las columnas principales de la Iglesia».
San Pedro, por su parte, mandó comunicar «a Santiago y los demás» que un ángel le había liberado de la cárcel.
Santiago es el autor de la carta que redactaron los Apóstoles a todo el pueblo cristiano después del primer Concilio de Jerusalén.
Murió mártir un día de gran fiesta entre los judíos: el Sumo Sacerdote Anás II y los jefes de los judíos no soportaban su predicación y que hubiera tantos conversos al escucharlo. Lo echaron desde un precipicio.
El historiador judío Flavio Josefo atribuye las desgracias de Jerusalén a haber matado a Santiago, que era considerado -dice- el hombre más santo de su época.
El apóstol dejó la Carta de Santiago, que pertenece a los textos canónicos de la Biblia.
San Felipe
San Felipe era de Betsaida. Jesucristo mismo lo eligió como apóstol. Y aparece citado específicamente en varios momentos del relato evangélico: la invitación a Natanael para que conozca al Señor, la multiplicación de los panes y los peces, la Última Cena…
No sabemos con certeza dónde murió san Felipe. La tradición considera que fue martirizado en una cruz en forma de X y cabeza abajo, y enterrado en Escitia (actual Turquía).
Las reliquias de san Felipe y Santiago fueron depositadas y se veneran juntas en la basílica de los Santos Apóstoles XII en Roma. Por esta razón la Iglesia de Occidente decidió celebrar su fiesta en el mismo día.

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Fragmento de la Carta de Santiago
«Sométanse a Dios; resistan al demonio, y él se alejará de ustedes.
Acérquense a Dios y él se acercará a ustedes. Que los pecadores purifiquen sus manos; que se santifiquen los que tienen el corazón dividido.
Reconozcan su miseria con dolor y con lágrimas. Que la alegría de ustedes se transforme en llanto, y el gozo, en tristeza.
Humíllense delante del Señor, y él los exaltará.
Hermanos, no hablen mal los unos de los otros. El que habla en contra de un hermano o lo condena, habla en contra de la Ley y la condena. Ahora bien, si tú condenas la Ley, no eres cumplidor de la Ley, sino juez de la misma.
Y no hay más que un solo legislador y juez, aquel que tiene el poder de salvar o de condenar. ¿Quién eres tú para condenar al prójimo?
Y ustedes, los que ahora dicen: «Hoy o mañana iremos a tal ciudad y nos quedaremos allí todo el año, haremos negocio y ganaremos dinero»,
¿saben acaso qué les pasará mañana? Por su vida es como el humo, que aparece un momento y luego se disipa.
Digan más bien: «Si Dios quiere, viviremos y haremos esto o aquello»».