Texto del Libro – El diario de Santa Faustina
El Señor me dijo: Me deleito con tu amor; tu amor sincero es tan grato a Mi Corazón como la fragancia de un capullo de rosa a primera hora de la mañana cuando el sol no le ha secado todavía el rocío. El frescor de tu corazón Me encanta, por eso Me uno a ti tan estrechamente como a ninguna otra criatura….
Reflexión: Amor sincero
El Señor me dijo: Me deleito con tu amor; tu amor sincero es tan grato a mi corazón. “El amor que espera obtener alguna otra cosa que no sea el amor mismo se me hace sospechoso”.
Hay un premio para el amor pero es el objeto del amor. El amor no necesita ninguna otra causa ni fruto: amo porque amo: amo para amar (San Bernardo).
La perfección del amor se logra cuando el alma amante llega a cifrar los actos de amor solo en lo que cuesta. El alma aunque sin buscarse se encontraba en sí misma. Así trabajar para la gloria de Dios es alentador y consolador. Poner la voluntad propia en la de Dios es beatificante, uno siente que va a pie firme y suceda lo que suceda no se inquieta por nada. Se goza de una paz divina. La voluntad de Dios bien seguida calma las curiosidades del espíritu, calma los afectos del corazón y hasta los sentidos, puede ocurrir algún problema, pero en el fondo hay paz soberana, pues no hay guerra, sino donde Dios no reina como soberano Señor.
Más la inmolación del amor encuentra su ejercicio en el principio de un amor verdadero que nace del sacrificio de sí en todo; sacrificios escogidos, he aquí la esencia del amor puro. Es lo que nuestro Señor esperaba. ”No hay amor más grande que el que da la vida por sus amigos”.
Debemos recordar que mientras el alma no renuncie, el entendimiento a sus propias luces, el Señor sumerge al alma en tentaciones contra la fe, la esperanza y la confianza en Dios, en el desaliento.
Debemos decir con san buenaventura: “Bien sí que me amas más de lo que puedo amarme a mí mismo: yo no tengo porque ocuparme de mí”. Para este cuidado; solo me ocuparé de ti.
Desearte un lindo día. El Señor de la Misericordia te conceda el amor sincero, a ti y tu familia.
Dios te bendiga y te proteja.
Santa Faustina, ruega por nosotros.
Amén.
Dr. Victor Arce