Texto del Libro – El diario de Santa Faustina

La vida comunitaria es difícil de por si, pero es dos veces más difícil familiarizarse con almas soberbias.  Oh Dios, concédeme una fe más profunda para que en cada hermana siempre pueda ver Tu santa imagen que tiene grabada en su alma….

Reflexión: Almas soberbias

La vida comunitaria es difícil de por sí pero es dos veces más difícil familiarizarse con almas soberbias.

“Mi sacrificio es un espíritu quebrantado; un corazón quebrantado y humillado, tú no lo desprecias”.

La soberbia es el mayor obstáculo que el hombre pone a la gracia divina, y es el vicio capital más peligroso: se insinúa y tiende a infiltrarse hasta en las buenas obras, haciéndolas perder su condición y su mérito sobrenatural; su raíz está en lo más profundo: en el amor propio desordenado y nada hay tan difícil de eliminar e incluso llegar a reconocer con claridad.

“Todas sus obras las hacen para ser vistos por los hombres”. La soberbia los aparta de Dios. “A mí mismo, con la admiración que me debo”. ¡Qué pena, si tu y yo vivimos o terminamos así! Vamos a hacer un examen serio. Los soberbios son duros de corazón, inflexibles y exigentes con sus semejantes y débiles y comprensivos consigo mismos. La soberbia hace perder la luz sobrenatural para uno mismo y para los demás.

La soberbia tiene manifestaciones en todos los aspectos de la vida. “En las relaciones con el prójimo, el amor propio nos hace susceptibles, inflexibles, soberbios, impacientes, exagerados en la afirmación del propio yo, fríos, indiferentes, injustos en nuestros juicios y en nuestras palabras”. Se deleita en hablar de las propias acciones de las luces y experiencias interiores de las dificultades, de los sufrimientos. En las prácticas de piedad se complace en mirar a los demás, observarlos y juzgarlos, se inclina a compararse y a creerse mejor que ellos. El amor propio hace que nos sintamos ofendidos cuando somos humillados. “Señor quita la soberbia de mi vida, quebranta mi amor propio. Haz que el fundamento de mi personalidad sea la identificación contigo”.

Desearte un lindo día. El Señor de la misericordia te libre de la soberbia a ti, y a tu familia.

Dios te bendiga y te proteja.

Santa Faustina, ruega por nosotros.

Amén.

Dr. Victor Arce