Texto del Libro – El diario de Santa Faustina

+ Hoy he pasado toda la noche con Jesús en el calabozo.  Es una noche de adoración.  Las hermanas rezan en la capilla.  Yo me uno a ellas espiritualmente, porque la falta de salud no me permite ir a la capilla.  Pero como no he podido dormir en toda la noche, la he pasado junto con Jesús en el calabozo.  Jesús me hizo conocer los sufrimientos que allí había padecido.  El mundo los conocerá el día del juicio.

Reflexión: Jesús en la prisión

Hoy he pasado toda la noche con Jesús en el calabozo. Es una noche de adoración. Jesús me hizo conocer los sufrimientos que allí había padecido. El mundo los conocerá el día del juicio.

De las 5 a las 6 de la mañana: Jesús en la prisión. Te veo con las manos atadas por atrás en una columna; los pies inmovilizados y atados, tu santísimo rostro todo golpeado, hinchado y ensangrentado por las terribles bofetadas que has recibido; tus ojos santísimos amoratados con la mirada cansada y apagada por la vela, tus cabellos todos desordenados; tu santísima persona toda golpeada.

No puedes hacer nada para ayudarte y limpiarte porque estás atado. Y yo, oh Jesús mío llorando y abrazándome a tus pies, ¡a qué estado te han reducido, Oh Jesús mío!

Caifás ordena a la chusma de alguaciles y porteros y servidores que se encarguen del preso. Ellos entendieron que les da permiso para entretenerse con él. ¡Les da permiso para divertirse con su Rey, para jugar con su Dios!

Le daban bofetadas en el rostro y le vendaban los ojos y le herían en la cara mientras le preguntaban: a ver, Cristo profetiza. ¿Quién es el que te ha pegado? Y así decían otras cosas blasfemando contra él. Noche triste para Jesús. Los ojos divinos del Nazareno los están viendo con la misma claridad. Ve también a cada uno de los hombres a mí, a ti, al otro, a todos y acepta los dolores, los palabrotas, los salivazos, por mí, por ti, por todos. Los acepta para redimirnos, los acepta porque nos ama.

Jesús en la prisión hace oración y nuestra oración junto a él, ¿es constante? Tú te hiciste prisionero por amor a mí.

Desearte un lindo día. El Señor de la misericordia te conceda la paciencia, a ti y a tu familia.

Dios te bendiga y te proteja.

Santa Faustina, ruega por nosotros.

Amén.

Dr. Victor Arce