Texto del Libro – El diario de Santa Faustina
Hoy el amor de Dios me traslada al otro mundo. Estoy sumergida en el amor, amo y siento que soy amada y lo estoy viviendo con plena conciencia. Mi alma se anega en el Señor conociendo la gran Majestad de Dios y su propia pequeñez, pero gracias a este conocimiento aumenta mi felicidad… Este conocimiento es muy vivo en el alma, muy fuerte y al mismo tiempo tan dulce.
Reflexión: Adoración II
Por las noches visito todas las Iglesias y capillas y adoro aunque sea por poco tiempo al Santísimo Sacramento, rezo por el Santo Padre, por los sacerdotes. Continuando con el ejercicio de adoración: el cuarto acto del adorado será la ofrenda de todo su ser, de su entendimiento de su corazón, de su voluntad, de su libertad, de su vida al Señor. El quinto de acto será la unión con las adoraciones de la Santa Iglesia y de cada uno de sus miembros y en unión con nuestro ángel custodio.
Tema de adoración: Es importante ponderar bien el tema escogido, posee cinco cualidades. Tiene que ser: 1. Natural: Conforme a la naturaleza y carácter del tema. 2. Sencillo: Buscando la verdad, la gracia y la santidad con espíritu sosegado y recogido. 3. Particular, bajando de lo general a lo particular. 4. Personal: en la oración uno tiene que apropiarse y personificarse todo, 5. Práctico: es esencial ya que meditamos para hacernos mejores y ofrecer a Dios un sacrificio de alabanza y de amor, es el fin con el que se adora. La elección de la materia depende de la disposición del alma y de la gracia del momento.
El espíritu de adoración comprende cuatro fines. 1. Adora a nuestro Señor en la verdad conocida, alaba su bondad, bendice su amor en sí mismo. 2. Invítale vivas y tiernas acciones de gracias por esta visita, este don, este beneficio. 3. Haz un acto de desagravio por tus infidelidades y pecados en orden a lo meditado y por los de todos los pecadores. 4. Ofrécete a ti mismo para adorarle mejor en el futuro, ofrécele algún sacrificio, pide que seas, fiel, generoso y constante. Recuerda, el amor adora, da gracias, llora sus pecados y se da de todo entero a la mayor gloria de Jesús.
Desearte un lindo día. El Señor de la misericordia te conceda la adoración, a ti y a tu familia.
Dios te bendiga y te proteja.
Santa Faustina, ruega por nosotros.
Amén.
Dr. Victor Arce