Texto del Libro – El diario de Santa Faustina:

Ahora ya empiezo a sentir la falta de las fuerzas físicas y ya no llego a cumplir las tareas.  Ya no puedo ocultar los sufrimientos: aunque no digo ni una palabra de lo que sufro, no obstante, el dolor que se refleja en mi rostro me delata, y la Superiora ha dicho que las hermanas vienen a ella y le dicen que cuando me ven en la capilla, sienten compasión por mí; tan espantoso es el aspecto que tengo.  Sin embargo, a pesar de los esfuerzos, el alma no es capaz de ocultar este sufrimiento.

Reflexión: No tengas miedo

Ahora ya empiezo a sentir la falta de las fuerzas físicas y ya no llegó a cumplir las tareas. Ya no puedo ocultar los sufrimientos. No obstante el dolor que se refleja en los sufrimientos. No obstante, el dolor que se refleja en mi rostro me delata. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos el alma no es capaz de ocultar este sufrimiento.

Cuando me ven en la capilla, sienten compasión por mí tan espantoso es el aspecto que tengo.

Sor Faustina: Oh Jesús, fuente de la vida santifícame. Fuerza mía fortaléceme. Oh mi Jefe Supremo, lucha por mí.

Única luz de mi alma, ilumíname. Maestro mío, guíame me confío a ti, como el recién nacido al amor de su madre. Aunque todo se confiere contra mí y aunque me falte tierra bajo los pies, estaré tranquila junto a tu corazón. Tu siempre eres para mí la más tierna de las madres y superas a todas las madres. Te cantaré mi dolor con el silencio y tú me comprenderás mejor que si me expresara de cualquier modo.

Hoy el Señor me visitó y me dijo:

Hija Mía no tengas miedo de lo que te sucederá, no te daré por encima de tres fuerzas; conoces el poder de mi gracia, que eso te baste.

Tras estas palabras el Señor me ha dado a comprender más profundamente la activación de su gracia. Así termina este hermoso diálogo o conversación entre Jesús Misericordioso y el alma pecadora, el alma desesperada, el alma que sufre, el alma que tiende a la perfección y el alma perfecta de Sor Faustina, que hemos meditado estos días: La infinita misericordia.

Desearte un lindo día. El Señor de la Misericordia te libre del miedo, a ti y a tu familia.

Dios te bendiga y te proteja.

Sta. Faustina. Ruega por nosotros.

Amén.

Dr. Víctor Arce.