Texto del Libro – El diario de Santa Faustina:

Oh Jesús mío, cuando no soy comprendida y mi alma está atormentada, deseo quedarme un momento a solas Contigo.  Las palabras de los mortales no me consolarán; no me envíes, oh Señor, los mensajeros que me digan sólo lo que proviene de ellos, lo que les dicte su propia naturaleza.  Tales consoladores me cansan mucho.

Reflexión: La comprensión

Oh Jesús mío cuando no soy comprendida y mi alma está atormentada, deseo quedarme un momento a solas contigo. Las palabras de los mortales no me consolarán.

  • Hermanos, en el trato con los demás, en el trabajo, en las relaciones sociales, en la convivencia de todos los días es prácticamente inevitable que se produzcan roces. Es también posible que alguien nos ofenda, que se porte con nosotros de manera poco noble que nos perjudiquen.

Pide al Señor a quienes le siguen, a ti, y a mí una postura de perdón y de disculpas ilimitadas: “¿Hasta siete veces, he de perdonar?” “No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete”.

Hemos de comprender a todos, hemos de convivir con todos, hemos de disculpar a todos, hemos de perdonar a todos. La caridad ensancha el corazón para que quepan en él, todos los hombres, incluso aquellos que no nos comprenden o no corresponden a nuestro amor. Junto al Señor aprenderemos a no juzgar las intenciones interiores de las personas. La comprensión nos inclina a vivir amablemente abiertos hacia los demás a mirarlos con simpatía y saber encontrar la parte de bondad que hay siempre en todas las personas. Solo es capaz de comprender quien es humilde, sino las faltas más pequeñas de los demás se ven aumentadas. Quien es humilde es objetivo y entonces puede usar el respeto y la comprensión con los demás: surge fácil la disculpa para los defectos ajenos.

La comprensión y la fortaleza nos ayudaron a tener calma sin deber corregir cuando sea oportuno y en el momento más indicado. Del libro el camino: más que “dar”, la caridad está en el “comprender”. Por eso busca una excusa para tu prójimo: Las hay siempre si tienes el deber de juzgar.

Desearte un lindo día. El Señor de la Misericordia te conceda la comprensión, a ti y a tu familia.

Dios te bendiga y te proteja.

Sta. Faustina. Ruega por nosotros.

Amén.

Dr. Víctor Arce.