Luke 9:57-62

Amigos, el Evangelio de hoy nos invita a seguir a Jesús por encima de todas las cosas. Lo central del mensaje es que Él es todo, es por quien una decisión total debe ser tomada.

Quiero considerar en particular cómo el hombre del relato evangélico responde al llamado del Señor sobre el discipulado. Jesús simplemente dice: “Sígueme”, y el hombre contesta: “Señor, déjame ir primero y enterrar a mi padre”. En ese momento, al igual que ahora, ¡nada parecería más razonable! Por supuesto, tienes que gestionar el funeral de tu propio padre. ¿Qué podría ser más importante, especialmente en una cultura centrada en la familia, como era la del antiguo Israel?

Jesús responde con un laconismo devastador: “Deja que los muertos entierren a sus muertos”. ¡Esta respuesta nos sorprende porque parece profundamente insensible! Viola todo sentido de la ética y el decoro que poseemos. Seamos honestos: si escucháramos esto de un maestro religioso, ¿no estaríamos tentados a dejarlo?

Pero aquí está el punto: Jesús no tiene nada en contra de las obligaciones familiares. Pero insiste en que nuestra relación con Él es más importante aún que las obligaciones más sagradas. Incluso lo más precioso debe desaparecer si queremos ponerlo en Él absolutamente primero.

La Iglesia para seguir a Jesús es itinerante, actúa con prontitud, deprisa y decidida. El valor de estas tres condiciones puestas por Jesús ―itinerancia, prontitud y decisión― no radica en una serie de “noes” a las cosas buenas e importantes de la vida. El acento, más bien, hay que ponerlo en el objetivo principal: ¡convertirse en discípulo de Cristo! Una elección libre y consciente, hecha por amor, para corresponder a la gracia inestimable de Dios, y no un modo de promoverse a sí mismo. (Ángelus, 30 junio 2019)

Venceslao (Wenceslao) de Bohemia, Santo

Patrono de la República Checa, 28 de septiembre

Mártir

Martirologio Romano: San Wenceslao, mártir, duque de Bohemia, que, educado por su abuela santa Ludmila en sabiduría divina y humana, fue severo consigo, pacífico en la administración del reino y misericordioso para con los pobres, redimiendo para ser bautizados a esclavos paganos que estaban en Praga para ser vendidos. Después de sufrir muchas dificultades en gobernar a sus súbditos y formarles en la fe, traicionado por su hermano Boleslao fue asesinado por sicarios en la iglesia de Stara Boleslav, en Bohemia (929/935).

Fecha de canonización: Información no disponible, la antigüedad de los documentos y de las técnicas usadas para archivarlos, la acción del clima, y en muchas ocasiones del mismo ser humano, han impedido que tengamos esta concreta información el día de hoy. Si sabemos que fue canonizado antes de la creación de la Congregación para la causa de los Santos, y que su culto fue aprobado por el Obispo de Roma, el Papa.

Breve Biografía

Hijo del rey de Bohemia, Ratislav, el joven príncipe nació en el 907 cerca de Praga. Su abuela, Santa Ludimila, se encargó de la educación de su nieto, inculcándole siempre el amor y servicio al Padre Celestial. Cuando era todavía muy joven, el santo perdió a su padre en una de las batallas contra los magiares; su madre asumió el poder e instauró -bajo la influencia de la nobleza pagana- una política anticristiana y secularista, que convirtió al pueblo en un caos total. Ante esta terrible situación, su abuela trató de persuadir al príncipe para que asumiese el trono para salvarguardia del cristianismo, lo que provocó que los nobles la asesinaran al considerarla una latente amenaza para sus intereses.

Sin embargo, por desconocidas circunstancias, la reina fue expulsada del trono, y Wenceslao fue proclamado rey por la voluntad del pueblo, y como primera medida, anunció que apoyaría decididamente a la Ley de la Iglesia de Dios. Instauró el orden social al imponer severos castigos a los culpables de asesinato o de ejercer esclavitud y además gobernó siempre con justicia y misericordia.

Por oscuros intereses políticos, Boleslao -que ambicionaba el trono de su hermano-, invitó a Wenceslao a su reino para que participara de los festejos del santo patrono y al terminar las festividades, Boleslao asesinó de una puñalada al santo rey. El pueblo lo proclamó como mártir de la fe, y pronto la Iglesia de San Vito -donde se encuentran sus restos- se convirtió en centro de peregrinaciones. Ha sido proclamado como patrón del pueblo de Bohemia y hoy su devoción es tan grande que se le profesa también como Patrono de Checoslovaquia.

¡Felicidades a los Venceslaos!

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Archciócesis de Madrid

El joven príncipe, que nació en Bohemia hacia el año 907, personifica el ideaI del héroe nacional, valientemente comprometido en la promoción cultural y religiosa del pueblo eslavo.

Cuando se derrumbó el reino moravio, en el 895 los príncipes bohemios, entrando en el juego diplomático de las potencies de ese entonces, se aliaron con el fuerte reino franco, y adoptando los principios de las antiguas civilizaciones comenzaron el proceso de europeización de los Estados de Europa central.

Lider de esta política de visión hacia el futuro fue el joven duque de Bohemia, Wenceslao. El había sido educado cristianamente por la abuela Ludmila, venerada como santa. Tan pronto tuvo la edad requerida, sucedió al padre después de la breve regencia de la madre Draomira. Mujer intrigante, Draomira prefería al segundo hijo, Boleslao, y fomentó con todos los medios a su alcance la rivalidad entre los dos, hasta el punto de llevar al segundo a mancharse con el grave delito del fratricidio.

En la mañana del 28 de septiembre del 935, mientras Wenceslao salía de case para ir a Misa, Boleslao, que lo esperaba en un lugar solitario con un grupo de cómplices, le saltó encima para herirlo por la espalda. El joven rey, que todavía no tenía treinta años, detuvo el golpe y echó mano a su espada, pero cuando se dio cuenta que el asesino era su hermano bajó el arma, murmurando: “Podría matarte, pero la mano de un siervo de Dios no debe mancharse con el fratricidio”. Fue asesinado por los sicarios de Boleslao.

Este ejemplarísimo príncipe cristiano anteponía sus deberes religiosos a los de soberano, hasta el punto de llegar tarde a una importante asamblea de Worms, convocada por el emperador Otón, porque estaba en Misa. No era raro ver al joven rey mezclado con los otros fieles, con los pies descalzos, durante las procesiones penitenciales. Impuso a su cuerpo la dura disciplina del cilicio y las diarias mortificaciones.

Fue considerado como un rey renunciatario por haber buscado la alianza con los poderosos francos limítrofes, pero el mismo hermano Boleslao, que le sucedió, después de haberlo mandado asesinar, comprendió esa política realistica y la siguió. Boleslao comprendió el error de valoración respecto de su hermano, hacia quien la devoción popular creció de día en día, por los prodigios que se obraban sobre la tumba del mártir, venerado inmediatamente como santo, el primero de los pueblos eslavos.

Oración
Dios nuestro,
que impulsaste al santo mártir Wenceslao
a anteponer el reino de los cielos a un reino terrenal,
concédenos, por su intercesión
que tengamos valor para dejar lo que nos impida unirnos a ti de todo corazón.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Amén

Una decisión sin vuelta atrás

Santo Evangelio según san Lucas 9, 57-62. Miércoles XXVI del Tiempo Ordinario

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Cristo, Rey nuestro.
¡Venga tu Reino!

Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)
Este momento podría dedicarlo a mi persona, a descansar, a escuchar música, a ver la televisión o a cualquier cosa que me apartase un poco del trabajo del día. Sin embargo opto por dedicarlo a ti. Por otro lado, en realidad yo no soy el protagonista, la invitación ya estaba enviada. Yo vengo a responderla simplemente. Tú me has llamado y acepto venir. Pues Tú, Señor, eres descanso para mí.

Evangelio del día (para orientar tu meditación)
Del santo Evangelio según san Lucas 9, 57-62

En aquel tiempo, mientras iban de camino Jesús y sus discípulos, alguien le dijo: “Te seguiré a donde quiera que vayas”. Jesús le respondió: “Las zorras tienen madrigueras y los pájaros, nidos; pero el Hijo del hombre no tiene en dónde reclinar la cabeza”.

A otro, Jesús le dijo: “Sígueme”. Pero él le respondió: “Señor, déjame ir primero a enterrar a mi padre”. Jesús le replicó: “Deja que los muertos entierren a sus muertos. Tú ve y anuncia el Reino de Dios”.

Otro le dijo: “Te seguiré, Señor; pero déjame primero despedirme de mi familia”. Jesús le contestó: “El que empuña el arado y mira hacia atrás, no sirve para el Reino de Dios”.
Palabra del Señor.

Medita lo que Dios te dice en el Evangelio.

«A donde quiera que vayas te seguiré»… ¿Qué pasaría en tu corazón, Señor, al escuchar estas palabras?, te detuviste en el camino. Los apóstoles contigo. ¿Qué sucedería en tu interior al mirar a aquella persona, a aquél hombre o a aquella mujer? Por cierto que Tú, Señor, le miraste a los ojos. Y entonces le dijiste a uno que «las zorras tienen madrigueras y los pájaros, nidos; mientras que el Hijo del hombre no tiene en dónde reclinar la cabeza». Y le indicaste al otro que dejase que «los muertos entierren a sus muertos».

Tantas veces quiero seguirte, Señor, sin intentar siquiera intuir las exigencias del Evangelio. Un hombre dijo una vez que tenía miedo de pedir la cruz para su vida. Se conocía y conocía su fragilidad. Muchos santos pedían dolor para sus vidas, con tal de vivir algo por Cristo. Pero apenas hemos probado un poco de la cruz, cambia toda la visión. Seguirte es exigente.

¿Cuál sería la mirada de aquellos que te interpelaron en el camino, después de escuchar tu respuesta? No eras duro, Señor, sino sensato. El amor conlleva donación, renuncia. El anuncio del Reino no necesita tanto de instrumentos, sino de las libertades de los hombres y mujeres.

Para ganar una libertad, se necesita otra. Para que uno te conozca, se necesita otro que quiera darte a conocer. Somos humanos y los unos nos damos testimonio a los otros. Nunca sin tu gracia, Señor, pero al mismo tiempo Tú quisiste que nunca sin nosotros.

Es necesario un seguimiento pleno. Es necesaria la entrega plena de la libertad. El cristianismo verdadero implica a todo el hombre. Implica una decisión sin vuelta atrás, pues «el que empuña el arado y mira hacia atrás, no sirve para el Reino de Dios».
Feliz la entrega de aquél que lo haga con todo su ser.

«No debemos mirar hacia atrás: es un camino para ir hacia adelante, hacia el horizonte, con esperanza, con valentía, abiertos a la gracia. Un día voy hacia adelante, otro día voy hacia atrás, hacia adelante y hacia atrás. Esto no ayuda, nos hace permanecer quietos en el mismo sitio. Todos los días necesitamos convertirnos. Padre, para convertirme tengo que hacer penitencias, darme golpes. No, se necesitan pequeñas conversiones. Si eres capaz de lograr no hablar mal de otro, estás en el buen camino para llegar a ser santo. Estamos llamados a hacer cosas sencillas: ¿Tengo ganas de criticar al vecino, al compañero de trabajo?, será útil morder un poco la lengua, tal vez se hinchará pero su espíritu será más santo, en este camino».

(Homilía de S.S. Francisco, 24 de mayo de 2016, en Santa Marta).

Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con Aquel que te ama.

Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
¿Hay algo de mis actividades, de mis costumbres, de mis gustos, que no sea acorde a tu amor, Señor? Hoy quiero comenzar el camino, o reemprenderlo, para ofrecerte esta renuncia por tu Reino. Y la ganancia será mayor.

DespedidaTe damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Amén.
¡Cristo, Rey nuestro¡ Venga tu Reino!
Virgen prudentísima, María, Madre de la Iglesia.
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.

Carta de Amor

Poema del autor español Guillermo Urbizu

Te quiero con locura. Vivir es seguirte viendo.
Cada palabra que escribo, cada libro que leo,
me hablan sólo de ti. Y de Dios por ti.
Cada vez que te miro -tan mujer, tan femenina- admiro más todo
lo que es tuyo y que, por amor, es para siempre mío.
Y admiro todavía más aquello que mirar no puedo,
pero que sí siento: tu gran corazón. Suya es la melodía
que conmueve por entero mi existencia. Amor:
no tengo otra razón para vivir, no vivo por otra razón.
Estamos hechos de amor, estoy hecho de ti y para ti.

Amar y ser amado. ¿Qué más desnuda verdad
puede anhelar mi alma? Cualquier otra sabiduría es vana.
Ni la mismísima poesía acierta a expresar del todo
un poco de su inefable don. Amar y ser amado,
en esto se conoce que el hombre es inmortal. Cada gesto
se prolonga en su virtud, atesora una luz que transforma
en infinito su valor. Amar y ser amado es dar cumplida respuesta
al anhelo de nuestras vidas. Nada es igual para el que ama.
¿No ves el resplandor que nos rodea y es, a la vez, interior?
Quisiera ser -sólo para ti- pintor. Y poder así dibujarte
hasta la saciedad. Mejor dicho: hasta la santidad.

En ocasiones enmudezco porque Dios me devora por dentro.
No hablo porque busco escuchar en lo secreto.
Y a veces me enfado por nada y, soberbio, te hago rabiar
con mi silencio. Te pido perdón. No tengo derecho
a hacerte sufrir. Además no puedo verte sufrir.
Se me descoyunta el alma, pierdo el norte…
Te quiero mucho. Y seguiría escribiendo en letanía de amor,
hasta desnudar cada palabra de todo lo que no fueras tú.
Eres en mi vida la más acabada imagen de Dios.
Y Dios, que es Uno, nos hace también uno a los dos.

Te escribo porque necesito dejar constancia.
Te contemplo en silencio y pienso que el recuerdo
de todos los días que llevo junto a ti suma infinito.
Conocerte fue uno de los mayores dones que he recibido.
Y mi vida sigue dependiendo de aquella primera mirada.
Todo cambió, todo adquirió un sentido nuevo, pleno, lúcido.
Todo era igual y todo era distinto. Ayer, hoy y siempre.
Los días van pasando, pero ni el tiempo es el mismo. Contigo
cada instante es una dimensión distinta. Y quisiera
que esta carta tuviera la delicadeza de una caricia
y la donación de un beso. Es lo único que sé con certeza:
que te quiero. Y que eres mi alma. Y que veo
la luz a través de tus ojos, y que abrazo
la misericordia de Dios en tu cuerpo.

El uso bélico de la energía atómica es un crimen

Papa Francisco en la novena Jornada Mundial por la Eliminación de las Armas Nucleares.

Un uso criminal. El Papa es claro al condenar el uso de la energía nuclear para fines no pacíficos. Desde su cuenta @Pontifex un tweet a última hora de la mañana resumía su pensamiento: Deseo reiterar que el uso de la energía atómica con fines de guerra es hoy más que nunca un crimen, no sólo contra el hombre y su dignidad, sino también contra toda posibilidad de futuro en nuestra casa común. #Paz #DesarmeNuclear #TiempoDeLaCreación

El mensaje de Francisco llega con motivo del Día Internacional para la Eliminación Total de las Armas Nucleares y subraya una vez más la urgencia de una solución alternativa e inmediata a la disuasión producida por este tipo de armamento que la comunidad internacional está llamada a encontrar. La guerra en Ucrania ha exacerbado un sistema en el que las armas nucleares han jugado, y siguen jugando, un papel importante en el tablero geopolítico mundial. Un camino que puede llevar a toda la humanidad al abismo de la autodestrucción. Y la jornada de hoy, que se celebra a instancias de las Naciones Unidas cada 26 de septiembre desde 2013, es un estímulo más para acelerar la reflexión.

Una actualidad desarmante

Nunca antes el desarme nuclear había estado tan de actualidad como en 2022. Hace dos días se conmemoró el séptimo mes desde el inicio de la guerra en Ucrania, país que, además, renunció a su tercer arsenal nuclear en el 94. Un conflicto en el que, tras el referéndum deseado por el Kremlin en las regiones ucranianas ocupadas y no reconocido por la mayoría de la comunidad internacional, el uso de las armas nucleares ha vuelto a ser amenazado por Moscú.

En un mundo en el que los hombres y las mujeres viven «bajo presión», en la proyección de un futuro hecho de máquinas y robots que dan la ilusión de la «eterna juventud», gana terreno la idea de «una catástrofe final que nos extinguirá», y esto es «lo que ocurre con una eventual guerra atómica», dijo el Papa durante su catequesis en la audiencia general del pasado 16 de marzo, en referencia a las reiteradas amenazas nucleares surgidas en las primeras semanas del conflicto en Ucrania. «El ‘día siguiente’ -si es que todavía hay días y seres humanos- habrá que empezar de cero. Destruir todo para empezar de nuevo desde cero», añadió Francisco

El desarme no es una debilidad

Tres meses después, el 21 de junio de 2022, el Papa reiteró su llamamiento en un mensaje dirigido al embajador Alexander Kmentt, presidente de la primera reunión de los Estados miembros del Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares, que se celebraba en ese momento en Viena. En esa ocasión, Francisco volvió a pedir que «se silencien todas las armas y se eliminen las causas de los conflictos recurriendo incansablemente a las negociaciones». «Los que hacen la guerra se olvidan de la humanidad», reiteró, y subrayó que «la paz es indivisible y, para ser verdaderamente justa y duradera, debe ser universal». Es un razonamiento engañoso y contraproducente pensar que la seguridad y la paz de unos está desconectada de la seguridad y la paz colectivas de otros».

Para el Papa, pues, la energía nuclear bien puede definirse como un «multiplicador de riesgos» que «sólo proporciona la ilusión de una paz de cualquier tipo: tratar de defender y garantizar la estabilidad y la paz a través de una falsa sensación de seguridad y un equilibrio de terror, sostenido por una mentalidad de miedo y desconfianza, termina inevitablemente por envenenar las relaciones entre los pueblos y obstaculiza cualquier forma posible de diálogo real». La posesión de armas atómicas, además, conduce fácilmente a la amenaza de su uso: se convierte entonces en «una especie de chantaje», dijo Francisco, «que debería repugnar a las conciencias de la humanidad».

Oración a María

Más recientemente, en su discurso a los participantes en la sesión plenaria de la Pontificia Academia de las Ciencias, el Papa recordó la invocación que San Juan Pablo II dirigió a la Virgen María para que el planeta no conociera el horror del conflicto nuclear: Los numerosos conflictos armados en curso son muy preocupantes. Dije que era una tercera guerra mundial «en pedazos». Hoy quizá podamos decir «total», y los riesgos para las personas y el planeta son cada vez mayores. San Juan Pablo II dio gracias a Dios porque, por la intercesión de María, el mundo se había salvado de la guerra atómica. Por desgracia, debemos seguir rezando por este peligro, que debería haberse evitado hace tiempo.

A continuación, el Pontífice subrayó que «los logros científicos de este siglo deben estar siempre guiados por las exigencias de la fraternidad, la justicia y la paz, contribuyendo a resolver los grandes desafíos que se plantean a la humanidad y a su hábitat».

Un uso pacífico de la energía nuclear

Han sido innumerables las ocasiones en las que la Santa Sede ha expresado su firme no al uso y posesión de armas nucleares. Hace poco menos de un año, por ejemplo, el cardenal secretario de Estado Pietro Parolin recordaba cómo la pandemia «nos está enseñando una valiosa lección», a saber, que «es necesario reconsiderar nuestro concepto de seguridad», que «no puede basarse en la amenaza de la destrucción mutua y el miedo, sino que debe encontrar su fundamento en la justicia, el desarrollo humano integral, el respeto de los derechos humanos, el cuidado de la Creación, la promoción de las instalaciones educativas y sanitarias, el diálogo y la solidaridad». Lo hizo inaugurando con un videomensaje la conferencia «¿La conversión de las armas nucleares? Conviene!», organizado por el «Comité para una Civilización del Amor», celebrado en la sala de prensa del Sacro Convento de Asís.

La Academia Pontificia de las Ciencias publicó en abril de 2022 una larga declaración sobre la prevención de la guerra nuclear, en la que se enumeran los riesgos que ésta conllevaría para toda la humanidad. Nueve puntos de acción y cuatro llamamientos a los dirigentes nacionales y religiosos, a los científicos y a los hombres y mujeres de todo el mundo para que la ciencia ayude a vivir en paz, para frenar la perversión de sus logros.

Recientemente, el Vaticano ha hecho un llamamiento a los Estados para que cooperen en la búsqueda de usos pacíficos de la energía nuclear. En su intervención del 8 de agosto en Nueva York en la conferencia de la ONU para la revisión del Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares, el arzobispo Gabriele Caccia, jefe de la delegación de la Santa Sede, reiteró su convicción de que la energía atómica sólo debe utilizarse con fines pacíficos.

Los constantes llamamientos de Francisco

«El uso de la energía atómica con fines bélicos es inmoral, del mismo modo que lo es la posesión de armas atómicas, como ya dije hace dos años. Seremos juzgados por ello». Este es sin duda uno de los pasajes más fuertes del discurso del Papa en el Memorial de la Paz de Hiroshima. Ya en la audiencia de 2017 a los participantes en la conferencia «Perspectivas para un mundo libre de armas nucleares y para el desarme integral», el Papa subrayó cómo el uso de las armas nucleares, así como su «misma posesión», deben ser «firmemente condenados», y palabras similares pronunció ese mismo año en la rueda de prensa del vuelo de regreso del viaje apostólico a Myanmar y Bangladesh.

También, con motivo de la 53ª Jornada Mundial de la Paz, que se celebra el 1 de enero de 2020, Francisco volvió a referirse al peligro de las armas nucleares. «No podemos pretender mantener la estabilidad del mundo por miedo a la aniquilación, es un equilibrio muy inestable, suspendido al borde del abismo nuclear y – escribió –  encerrado entre los muros de la indiferencia, donde se toman decisiones socioeconómicas que abren el camino a los dramas del despilfarro humano y creativo, en lugar de protegerse».

San Wenceslao, rey mártir: firmó la paz con enemigos pero lo mató su hermano

Educado en la fe cristiana por su abuela santa Ludmila, es modelo de «rey justo» y es patrono de la República Checa y Eslovenia Venceslao I de Bohemia o San Wenceslao I de Bohemia (Václav en checo) nació en torno al año 907 en Stochov (cerca de Libusin, Bohemia). En su familia, su padre era profundamente cristiano mientras que su madre era pagana. A él le crió su abuela Ludmila, que era una mujer muy piadosa. Había sido bautizada por san Metodio, evangelizador de los pueblos eslavos. Ludmila fue santa (de ahí que se la llame “la santa de Bohemia”) y murió estrangulada por su nuera el 15 de septiembre del año 921. El padre de Wenceslao había muerto de accidente ese mismo año, lo que generó inestabilidad en la política de su país.

En la edad adulta, en el año 924, Wenceslao asumió el gobierno del Ducado de su país. De su tarea como monarca destaca su capacidad para llegar a firmar la paz con pueblos oponentes. Es famoso el acuerdo con Enrique el Pajarero, el primero de la dinastía otoniana de reyes y emperadores alemanes. Sin embargo, su hermano Boleslao aceptó la paz a regañadientes.

También transformó el sistema judicial y redujo las condenas a muerte y las torturas.

Wenceslao era un hombre piadoso y su prestigio hizo que durante la Edad Media se difundiera su figura como ejemplo de rex iustus, que ejerce el poder con autoridad y piedad.

San Wenceslao murió mártir de la fe en el año 935. Lo asesinaron su hermano Boleslao -lleno de afán de poder- y un grupo de conspiradores a la puerta de la iglesia. El mismo Boleslao hizo de “gancho”: lo había invitado a participar en la fiesta de los patronos del templo y sabía que iría desarmado.

Muy pronto san Wenceslao se convirtió en héroe nacional y patrono principal de Bohemia. Fue aclamado mártir por el pueblo y pronto la iglesia de san Vito, en Praga, donde fue enterrado, fue centro de peregrinaciones. Precisamente el santo monarca había sido promotor de la construcción de San Vito. En la iconografía cristiana se representa a san Wenceslao con vestimenta de monarca y montado sobre el caballo. También se narra su asesinato en algunas pinturas y retablos.   Su fiesta se celebra el 27 de septiembre.

Patronazgo

En la actualidad es patrono de la República Checa y de Eslovenia.

Oración

Señor, Dios nuestro, que inspiraste a tu mártir san Wenceslao preferir el reino de los cielos al reino de este mundo, concédenos, por sus ruegos, llegar a negarnos a nosotros mismos para seguirte a ti de todo corazón. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén