Texto del Libro – El diario de Santa Faustina:

Bienvenido, Año Nuevo, en que mi perfección se refinará, Te agradezco de antemano, oh Señor, por todo lo que me envíe Tu bondad.  Gracias por el cáliz de los sufrimientos del cual beberé cada día.  No atenúes su amargura, oh Señor, sino que fortalece mis labios para que tomando la amargura sepa sonreír por amor a Ti, oh Maestro mío.  Te agradezco por todos los consuelos y gracias que no soy capaz de enumerar y que todos los días fluyen sobre mí como el rocío de la mañana, silenciosa, inadvertidamente, de modo que no las perciba el ojo de ninguna criatura curiosa y de las cuales sabemos sólo Tú y yo, oh Señor.  Por todo esto Te doy gracias ya hoy, porque en el momento en que me des el cáliz, mi corazón no será capaz, quizá, de agradecerte.

Reflexión: Año nuevo

Bienvenido, Año Nuevo en que mi perfección se refinará. Te agradezco de antemano, Oh Señor por todo lo que me envíe tu bondad. Te agradezco por todos los consuelos y gracias. Gracias por el cáliz de los sufrimientos del cual beberé cada día. No atenúes, su amargura, Oh Señor.

  • San Pablo: andad con prudencia, no como necios sino como sabías, aprovechando bien el tiempo. “Verdaderamente es corto nuestro tiempo para amar, para dar: no podemos desbaratar esta etapa del mundo que Dios confía a cada uno (Escribá de Balaguer)”. Hoy, es un buen momento para hacer balance del año que ha pasado y propósitos para el que comienza. Buena oportunidad para pedir perdón por lo que no hicimos, por el amor que falló; buena ocasión para dar gracias por todos los beneficios del Señor.

  • Nuestra vida es un camino lleno de tribulaciones y de consuelos de Dios. Tenemos una vida en el tiempo, en la cual nos encontramos ahora; y otra más allá del tiempo, en la eternidad hacia la cual se dirige nuestra peregrinación. Somos pasajeros de un tren camino hacia la eternidad, y cada día estamos más cerca a nuestro destino. Cada año que pasa es una llamada para santificar nuestra vida. Son innumerables los motivos para terminar el año pidiendo perdón al Señor. Pero son los mayores motivos de agradecimientos en lo humano y en lo sobrenatural. El año nuevo nos traerá alegrías y contrariedades. Un año nuevo para un cristiano es aquel que nos ha servido para amar un poco más a Dios, es aquel que hemos servido mejor a Dios y a los demás,

¡Qué tengamos todos “un feliz año”! Que podamos presentarnos delante del Señor con las manos llenas de horas de trabajo, en el apostolado y obras de caridad, ofrecidas al Señor.

Desearte un lindo día. El Señor de la Misericordia te la conceda un Feliz Año, a ti y a tu familia.

Dios te bendiga y te proteja.

Sta. Faustina. Ruega por nosotros.

Amén.

Dr. Víctor Arce.