Conmemoracion: 12 de Noviembre
Este 12 de Noviembre recordamos a un hombre de carácter, que se impuso por su elevada virtud, por su ciencia teológica, por el vigor de su oratoria y por su adhesión a la Sede de Roma, un obispo y un mártir: San Josafat, Patrono de los que trabajan por la unión de los cristianos… Un santo que mostró interés por buscar en la Liturgia Eslava las razones de la unión entre las Iglesias, que se decidió a la unión con la Iglesia católica, sin renunciar a las peculiaridades de Oriente.
San Josafat nació en Vladimir, Ucrania, el 1580, con el nombre de Juan Kunsevich en el seno de una noble familia católica. A sus 15 años, empieza a trabajar en un comercio de Vilna, Lituania, nación que es ahora de gran mayoría católica. Pero en un tiempo en ese país la religión era dirigida por los cismáticos ortodoxos que no obedecen al Sumo Pontífice.
Por entonces, su encuentro con dos sacerdotes jesuitas fue providencial para su futura misión de sacerdote, ellos lo fueron guiando en sus estudios, y lo encaminaron hacia el monasterio de la Santísima Trinidad en Vilna, Lituania, haciéndose religioso, dirigido por los monjes basilianos en 1604. Al monasterio lo siguió un gran amigo suyo y personaje muy sabio, Benjamín Rutsky, que será en adelante su eficaz colaborador en todo.
San Josafat, ya consagrado sacerdote y luego elegido archimandrita y coadjutor del arzobispo de Pólozk, emprendió una activísima obra de apostolado por la reforma de la vida monástica y por la unidad de los cristianos, hasta el punto que mereció ser llamado “raptor de almas”. Ejerce el ministerio en varias poblaciones, reanima las casas de la Orden y queda sólidamente restablecidos los monasterios de monjas y monjes basilianos.
En 1617, fue nombrado arzobispo de Polotsk, encontró su arzobispado en el más completo abandono y su arquidiócesis infestada por el cisma. Se dedicó a reconstruir templos y a obtener que los sacerdotes se comportaran de la mejor manera posible. En vez de acobardarse ante las dificultades, se crece: arrecia en penitencia y oración. El ejemplo de su austeridad conmueve. Redactó un catecismo y lo hizo circular y aprender por todas partes. Escribe varios folletos sobre el bautismo de San Vladimiro, sobre el primado de Pedro y en defensa de la fe católica. Dedicaba sus tiempos libres a atender a los pobres e instruir a los ignorantes. Las gentes lo consideraban un gran santo. Algunos decían que mientras celebraba misa se veían resplandores a su alrededor.
En 1620 ya su arzobispado era otra cosa totalmente diferente. Su actividad, su fuerza moral, su vida interior, la contundencia de sus argumentos en las controversias, las múltiples y resonantes conversiones fueron encrespando cada vez más a sus enemigos, los cismáticos ortodoxos que se sentían totalmente impotentes ante él. Lo único que ya les quedaba era eliminarlo por la violencia.
El 12 de noviembre de 1623 San Josafat fue ejecutado en Vitebsk durante una de sus visitas pastorales, donde cayó atravesado por una alabarda y herido por una bala. Su cuerpo fue arrastrado por las calles y arrojado al río Divna. Al cabo de cinco días son rescatados sus restos del agua, trasladados a la catedral de Vitebsk y poco después a la sede arzobispal de Polotsk. El 25 de Noviembre de 1963, durante el Concilio Vaticano II y por petición del Papa Juan XXIII, quién estaba muy interesado en la unidad, el cuerpo de San Josafat finalmente encontró su descanso en el altar de San Basilio en la Basílica de San Pedro.
A los veinte años de su heroico martirio Urbano VIII lo beatifico con el honroso titulo de «apóstol de la unidad católica». Pío IX lo canonizó en 1867. Fue el primer santo de la Iglesia de oriente canonizado con proceso formal de la Sagrada Congregación de Ritos. La conversión de Lituania al catolicismo se debe en buena parte a San Josafat quien derramó su sangre, para conseguir que sus paisanos aceptaran el catolicismo.
Hoy pidamos a nuestro Señor la intercesión de San Josafat para que sepamos aprender de su ejemplo a favor de la unión en la verdad y el amor.