Texto del Libro – El diario de Santa Faustina:
Hoy, durante la confesión, [el Padre] partiendo conmigo espiritualmente el “oplatek”, me ha deseado lo siguiente: Sea fidelísima a la gracia de Dios, además impetre la misericordia de Dios para usted y para el mundo entero, porque todos necesitamos mucho, mucho, la Divina Misericordia.
Reflexión: Proclama mi misericordia
Sea fidelísima a la gracia de Dios, además impetre la misericordia de Dios para usted y para el mundo entero porque todos necesitamos mucho, mucho, la Divina misericordia. “A las almas que propaguen la devoción a la Misericordia las protejo durante toda su vida como una madre cariñosa a su niño recién nacido. La esencia del culto a la Divina Misericordia consiste en la actitud de confianza hacia Dios y la caridad hacia el prójimo.
Sta. Faustina fue la gran apóstol de la misericordia, difundió la Misericordia en el mundo entero, tiene su profunda justificación en la Sagrada Escritura. La Misericordia es en realidad el núcleo central del mensaje evangélico.
Es el nombre de Dios. La misericordia no es una virtud natural, no depende del carácter de cada quien: No es que quien es más bueno, es más misericordioso que los demás. Se trata de una disposición interior que madura estando cerca de Jesús, porque la misericordia se aprende al seguirlo.
Misericordia es el acto último y supremo con el cual Dios viene a nuestros encuentros. La misericordia es fuente de alegría, de serenidad y de paz. Es condición para nuestra salvación.
Jesús nos pide que hablemos de su Misericordia porque Él viene a salvar lo que estaba perdido, a compadecerse de los que sufren y de los necesitados.
El Señor nos recuerda que seremos dichosos si tenemos un corazón misericordioso para con los demás y alcanzaremos misericordia de parte de Dios.
Desearte un lindo día. El Señor de la Misericordia te conceda proclamar su misericordia a ti y a tu familia.
Dios te bendiga y te proteja.
Sta. Faustina. Ruega por nosotros.
Amén.
Dr. Víctor Arce.