Texto del Libro – El diario de Santa Faustina:
No obstante, pregunté al confesor qué debía hacer: ¿seguir sufriendo por los pecadores o pedir a la Madre Superiora una excepción para tomar comidas más ligeras? El confesor decidió que debía pedir a las Superioras las comidas ligeras; e hice según las indicaciones del confesor viendo que esa humillación era más agradable a Dios.
Reflexión: Las humillaciones
No obstante, pregunté al confesor que debía hacer, ¿seguir sufriendo por los pecadores o pedir a la madre superiora una excepción para tomar comidas más ligeras?
No eres humilde cuando te humillas, sino cuando te humillan y lo llevas por Cristo. ¡Qué grande es el valor de la humildad! Por encima de la fe de la caridad, de la pureza inmaculada.
“Porque vio mi humildad, he aquí que por esto me llamarán bienaventurada todas las generaciones”. ¿Qué diremos a las humillaciones eucarísticas de nuestro señor Jesucristo? Para quedarse con nosotros ha tenido que exponerse a la ingratitud y al ultraje. ¿No merecía nuestro Señor que se le agradezca este favor y que por ello se le ame?
Jesucristo, en el Santísimo Sacramento, se despeja de esta gloria personal, oculta su hermoso rostro.
Respetemos las humillaciones de Jesucristo en la Eucaristía. Jesús cargó sobre sí, toda suerte de humillaciones como expiación de nuestros pecados; cuántas veces, cometemos un pecado de orgullo, incrementamos las humillaciones de Nuestro Señor, porque del orgullo, nacen todos los pecados. ¿Por qué nos hace sentir Dios, la bajeza de nuestra naturaleza? Para mantenernos en la humildad, en la humillación, porque la humildad es el distintivo de Jesús.
Finalmente, así como la soberbia es raíz y principio de todo pecado, así dicen los santos que la humildad es raíz y fundamento de toda virtud. Hay que subir con Él al Calvario pasando por todas las humillaciones. La cruz es camino, carácter y alimento de la santidad, es segura con la humillación.
Desearte un lindo día. El Señor de la Misericordia te conceda aceptar las humillaciones a ti y a tu familia.
Dios te bendiga y te proteja.
Sta. Faustina. Ruega por nosotros.
Amén.
Dr. Víctor Arce.